23 de enero de 2017

142 35 4
                                    

23 de enero de 2017

Querido diario:

Hoy Kookie me sorprendió en una salida que tenía con Tae y Jimin. Pasó a buscarme, cuando volvía a casa, en su nuevo auto (olvidé contarte, ahora tiene un auto, uno pequeño pero muy bonito) y me dijo que tenía una sorpresa para darme. Me despedí de mis amigos y subí a su auto para encaminarnos a donde sea que tenía planeado.

Anochecía cuando me subí y empezamos a andar, pero ya era de noche cuando llegamos al lugar que tenía planeado. No sabía adónde me llevaba, sólo sabía que salimos de la ciudad y estuvimos durante una hora y media en el auto (cuando pasó la hora tuve que llamar a mi mamá para decirle que llegaría tarde a casa). Después de tanto tiempo dentro, de preguntas y respuestas y de escuchar música a todo volumen, llegamos a destino. El primer pensamiento que tuve fue que mi Kookie se transformó en asesino serial y que planeaba matarme para dejarme en ese descampado. Bueno, exageraba, lo admito, pero fue lo primero que pensé en ese momento.

Cuando bajamos no entendía nada, mucho menos cuando Jungkook me pidió que me vendara los ojos. Estuvimos caminando diez minutos, por lo que calculé, yo a ciegas mientras él me guiaba. Tras un par de tropiezos, él me sacó la venda y pude ver lo que tenía frente a mí. Estábamos en un hermoso campo donde había una mesa con una cena para dos, iluminado todo con unas luces pequeñas que me hacían sentir que estaba en un cuento de hadas. 

Quedé mudo, no sabía cómo agradecerle a kookie por todo eso. Pero él lo notó y, después de reírse, me dijo que quería tener un momento a solas conmigo ya que dentro de poco tendría tanto trabajo que de seguro no nos podríamos ver seguido. Me puse un poco triste en ese momento, pero pensaba disfrutar esa cena al máximo. 

Cenamos y hablamos entretenidos sobre su trabajo. Jungkook tenía muchas quejas y yo no podía evitar reírme al escucharlo. Sería un trabajo duro para él. Reímos durante un buen rato hasta que cerca de las once de la noche kookie propuso caminar un rato por el campo. Recién ahí recordé donde estábamos y le pregunté a quién le pertenecía ese lugar. Él sólo me explicó brevemente que un amigo le debía un favor. No pregunté nada más y seguimos paseando, tomados de la mano, en la penumbra y con un manto de estrellas sobre nosotros. Fue la salida más especialque jamás tuvimos. Aunque no sólo hablamos y caminamos. En un momento dado, cuando estaba distraído, Jungkook me acercó a él y comenzó a besarme dulcemente. Era imposible no corresponderle, así que me aferré a él para besarlo y amarnos durante un rato en soledad. No sé cómo, pero terminamos en el pasto, besándonos y acariciándonos más. Hasta que sentí algo pincharme la pierna. Sólo ahí nos separamos, levantándonos entre risas por lo ocurrido. 

Después de las doce, cerca de las una, Jungkook me volvió a llevar a casa, a la cual llegué demasiado tarde, pero valió la pena.

Esa salida con Jungkook de verdad lo valió. Aunque me pone un poco triste saber que no lo veré seguido como antes.

El diario de Jin Where stories live. Discover now