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Un mes después de aquella cita, y Gavi se sentía en las nubes, Había tenido unas varias citas más con el Alfa, a veces se llegaba quedar en su casa, incluso dormía en la misma cama que él y se despertaba a su lado.

Si pudiera flotar de la felicidad ya estaría en la luna. Todos en la guardería sabían que él estaba saliendo con el papá de Sofia y la verdad se alegraban por él, y por la pequeña, haciendo el labor de su madre, entendía que para ella era esencial.

Más bien, estaba un poco orgullosos de él, pues se había encariñado mucho con la niña y la amaba como propia, no muchos Omegas podían hacer eso, la mayoría querían hijos propios, no de otro Omega.

Pero quizás se debió a que Sofia estaba lavada, es decir, no tenía ningún aroma de Omega y estaba necesitada.

Él también lo estaba, lo más que quería era tener cachorros, un Alfa, ser amado y amar.

No sabe si fue un ángel quien escuchó su deseo y envió a dos personas para que fuese cumplido.

Un Alfa necesitando ayuda y amor, y una nena necesitando atención y cuidados.

Gavi estaba más que dispuesto a dárselo, tenía mucho amor para los tres.

Su "Pedri" era un Alfa atento, quizás aprendió eso por tener que hacerse cargo de la menor él solo, pues los cachorros necesitaban de mucha atención.

Le gustaba mucho eso, no, le encantaba, ver su celular y encontrar pequeños mensajes de Pedri le respondía cuando podía, pues tampoco descuidaba a los demás chiquillos, antes muerto que eso.

El castaño quería dar otro paso, mudarse con el pelinegro, así podría estar a tiempo completo con Sofía, pero no sabía si era muy pronto para hacer algo como eso.

Podría ser un intruso en el territorio del Alfa, sin embargo, ya había estado varias veces en su casa y en su cama, éste no mostró ningún signo de molestia.

Ser ansioso, nervioso e inseguro, esos eran sus defectos, tenía que lidiar constantemente con ellos, pero hacía lo mejor que podía para enfrentarlos, aún cuando las cosas parecían en su contra.

Siempre estaba allí con una sonrisa tratando de ver el lado positivo de las cosas.

Nunca se arrepentiría de trabajar en esa guardería y estar a cargo de la cachorra, menos de querer ser su madre.

Un día en particular, estaba en su trabajo en la guardería Sofia jugaba en el suelo con algunos peluches, eran las cuatro y media, los padres iban llegando poco a poco por los niños y niñas.

Todo iba bien, hasta que vió llegar a un señor mayor, con cabello castaño claro, parecido al de Sofi tenía los ojos tan marrones y oscuros. No le dió buena espina.

-Buenas tardes, señor, ¿Puedo ayudarle en algo? ¿Se perdió?- preguntó cortésmente, tratando de impedir que entrara en el salón a su cuidado, no sabía quién era, no podía dejarlo entrar con los cachorros.

-Vengo por mi nieta.- dijo con simpleza y trató de entrar al salón, pero gavi se atravesó.

-¿Su nieta? Disculpe, señor, pero nadie dijo que vendría, ni siquiera sé quién es usted, no puede entrar, si me da más detalles puedo ayudarle.- lo único que quería era que se fuera, podía sentir la tensión en el aire, incluso algunos de los otros padres le miraban curiosos por la situación.

-Sofia, ese es el nombre de mi nieta, vengo por ella.- el corazón de Gavi dió un vuelco, y sus nervios se encendieron como pólvora.

-No puede llevarsela señor, pedri no dijo que usted vendría, él es su padre y no puedo dejarla salir sin su autorización.- Gvai solo quería que se largue Pedri le había mencionado que no se llevaba bien con la familia de la madre de Sofía nunca lo hizo y eso que solo los había visto un par de veces.

El Alfa pareció enojarse, su aroma se intensificó haciéndole saber que no se iba a rendir tan fácilmente, se mantuvo en la puerta, no lo dejaría pasar.

-¡Me importa una mierda lo que diga ese! Es mi nieta y si yo quiero me la puedo llevar igual- rugió haciendo estremecer al más joven, quien solo tragó de manera difícil y le miró con el ceño fruncido.

-Señor, estoy tratando de ser amable, pero si no se va, voy a llamar a la policía.- amenazó, sin embargo, eso solo hizo enfurecer más al albino, quien se acercó y lo tomó por su delantal.

-¡Quítate del camino!- trató de apartarlo pero Gavi se sostuvo del umbral de la puerta con fuerza.

El Omega pudo escuchar el lloriqueo que venía de los cachorros asustados, eran tres al menos los que quedaban dentro.

-¡Señor, será mejor que se vaya ahora mismo!- le gritó usando su aroma, estaba molesto, el Alfa se quería llevar a su cachorra y estaba asustando a los otros, le quería bajar el cuello.

-¿¡Que está pasando acá!?- Gavi vió como Lewandowski y otros maestros llegaban al lugar, torres tenía un teléfono en la mano y parecía estar marcando números.

Al parecer el Alfa se vió rodeado, los demás padres le miraban a la defensiva, estando listos para atacar si llegaba a tocar a uno de los niños.

Y la mirada del Omega mayor sobre el albino no era agradable.

El Alfa terminó por soltarlo, y le miró de manera amenazante, como haciéndole saber que no sería la última vez que se encontrarían, se dió la vuelta y salió por el pasillo dando insultos.

Cuando no estuvo a la vista, solo entonces, se permitió derrumbarse, se deslizó hasta el suelo respirando con dificultad.

Lewandowski se acercó rápidamente a él y se arrodilló a su lado.

¿Estás bien? ¿Te hizo daño?- asintió y negó despacio, sentía aún el miedo y la adrenalina en su cuerpo, no le había hecho nada grave pero fue intimidado.

Gavi vió como los pequeños que quedaban el salón salían corriendo hacia él abrazándolo, estaban temblando un poco por el miedo que les había hecho pasar ese Alfa, los acarició haciéndoles saber que estaba bien.

-No pasa nada, ese señor ya se fue- después que estuvieron más calmados, los envió con sus padres que acababan de llegar, se alarmaron un poco al verlos tan alterados y uno de los maestros les explicó la situación.

El Omega sintió un pequeño jalón en su ropa, al mirar hacia su lado se encontró con Sofi, tenía los ojos brillantes llenos de pequeñas lágrimas, también estaba muy asustada.

-¿Ba-wa- no habla idioma cachorro, pero lo que pudo hacer fue abrazarla, la apegó contra su pecho sintiendo tranquilidad al tenerla alli, no sabía que habría hecho si ese hombre se la hubiera llevado a la fuerza.

-Gavi ¿Qué era lo que queria? - torres se paró al frente suyo, el castaño se levantó del suelo. con ayuda de Lewandowski y suspiró profundamente, tratando de calmarse un poco más.

-Quería llevarse a Sofi, dijo que era su abuelo, pero Pedri no avisó de que alguien vendría por ella, no podía dejarsela así como así.- era extraño y preocupante que un Alfa apareciera de la nada tratando de llevarse a un cachorro.

Gavi acarició la espalda de la pequeña, Sofi solo acercó más el rostro a su cuello y suspiraba más tranquila.

El otro Omega asentía con la cabeza.

-Bien, Gavi protegiste a los pequeños, yo de todas formas averiguaré qué está pasando. Si ese Alfa vuelve a aparecer, llamaremos a la policía. Lo que podés hacer ahora es esperar por Pedri, no salgas solo con la cachorra ahora.- Gavi asintió despacio, volviendo al salón.

Lewandowski había dicho que le iba a preparar un té para tranquilizarlo.

Ni en sus pesadillas saldría a la calle con un loco suelto que podría quitarle a su pequeña, aún si era el abuelo de ella, no era de fiar, esperaría por su Alfa.

(...)

AUTORA: Holisss

subo uno más o mañana¿?

I love you mom PEDRI Y GAVI Where stories live. Discover now