17.

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El brillo de la luna entraba por la ventana del cuarto del heredero. Agustín estaba recostado entre la calidad de sus sabanas que lo protegían de la fría noche. Movía su cuerpo en diferentes formas para conciliar el sueño, pero su mente no dejaba de reproducir las escenas anteriores del día.

Marcos no había parado de tirar comentarios en doble sentido, que agradecía al cielo que sus padres no entendieran y mucho menos Camila, aunque su prometida parecía molesta e incomoda con su padre. Al partir su primo y sus tíos con la familia Ginocchio de la íntima celebración hace unas horas, Camila lo tomo de manera desprevenida y apasionada para besarlo delante de todos, los aplausos nuevamente no demoraron en llegar por la felicidad de nuestra futura unión en matrimonio, Marcos al salir de la casa no lo miro, ignoro por completo su existencia sin importar los comentarios que provocó, los padres de Agustín se dieron cuenta y solo dijeron que seguro Marcos tenia celos de padre y por eso su actitud.

Agustín patio las sabanas fuera de la cama en un berrinche de niño pequeño. Tenia que admitir que le había dolido, el hecho de que Marcos pasara y que no intentara nada, ni una caricia, una mirada, cualquier acercamiento. Ahogo su rostro contra la almohada, era un completo masoquista.

Un golpe llamó su atención. Se paro de su cama y se dirigió hacia la ventana donde había provenido aquel ruido, la abrió y una gran ventisca helada lo recibió. Estaba a punto de cerrarla y enterrarse nuevamente en su cama sin importar el porque del sonido cuando vio a un hombre parado a las afueras de su habitación era...

- Déjala abierta, voy a subir – grito Marcos.

Ese hombre en definitiva estaba loco, ¿Qué carajos hacia ahí?

Aun no podía salir de su asombro y solo observaba como Marcos escalaba el árbol cerca de su ventana, con ramas lo suficientemente largas para lograr entrar sin problemas a su habitación.

Si no estuviera en contra de la tala de árboles, mañana mismo mandaría a tumbar ese.

Marcos dio un gran salto e ingreso a la habitación.

- hola lobita, tu romeo ha llegado- sonrió de una manera gatuna mirándolo y solo ahora Agustín pudo caer en cuentas de que estaba atrapado con ese hombre. Si gritaba sus padres y la servidumbre vendrían, eso no era una opción- ¿no vas a decir nada julieta?

Ese hombre en serio no respetaba, solo le daba motes femeninos

- ándate ya de acá- señalo la misma ventana por donde había entrado, se largaria justo por donde llego.

- necesito que hablemos- empezó a caminar hacia él.

- no hay nada que discutir entre vos y yo- camino hacia atrás retrocediendo.

- si pensaste que la estúpida proposición que le hiciste a Camila lograría que me alejara, estas muy equivocado- Agustín choco contra la pared y Marcos terminó de encerrarlo con un brazo a cada lado- solo me incentivaste a pelear con más fuerza por vos.

- no soy un maldito premio – dijo molesto.

- no, no lo eres y por esa razón Camila no se quedará contigo – sus manos fueron bajando por la pared hasta llegar a las caderas de Agustín.

- el que me trata como uno sos vos, no ella- sujeto sus muñecas y alejo el tacto de él, caminando hacia la esquina de la habitación- no me interesa ser tu entretenimiento.

- ¿mi entretenimiento? – sus cejas se juntaron, pareciendo que no le gusto nada lo que escucho – nunca te trate así, si solo fueras una diversión un simple polvo hubiera sido suficiente – volvió a caminar hacia Agustín.

𝙿𝙴𝙲𝙰𝙳𝙾 ; 𝙼𝙰𝚁𝙶𝚄𝚂Donde viven las historias. Descúbrelo ahora