Arley
El mundo se detiene en el preciso segundo en que pierdo su mirada. Solo me quedo con la línea oscura a media luz del horizonte donde se aleja su taxi. Y mi corazón se destroza de formas que no puedo explicar.
Veo volar de entre mis manos a Jaffner y con él, llega el vacío. Un vacío tan hondo que me deja desprovista de alma, cuerpo y mente. Lo pierdo, se aleja de mí y también me pierde. Esta vez no puedo hacer nada más que partirme en dos y abrazarme a mí misma en el intento de sostener lo poco que me queda.
Ni siquiera sonido de la puerta detrás de mí hace que me aparte de las luces parpadeantes.
¿A quién engañaría?
No puedo siquiera moverme. Me quedo paralizada, sintiendo que mis piernas pueden fallar en cualquier segundo.
—No, no Arley, ven aquí —mi madre me envuelve sin que pueda decirle algo y ahí es cuando mi cuerpo comienza a temblar y me dejo ir. Comienzo a quebrarme en sus brazos al punto de querer arrancarme de mi propio cuerpo—. Tranquila, pequeña —repite una y otra vez mientras acaricia mi cabello. Y no puedo hacerlo, no logro siquiera conciliar la palabra tranquilidad.
—Jaffner... se ha ido —mi voz se corta en cada palabra. Y lo repito una y otra vez—. Se acabó, mamá —y ahí me quedo en sus brazos, mientras mi madre sostiene los escombros, las cenizas que deja lo que fui una vez con Jaffner.
...
El agua finalmente cae en la taza y el vapor humeante llega a mi rostro unos segundos después. Muevo la cuchara en mi té buscando diluir los gramos de azúcar que quedan en el fondo y me centro en la bebida ámbar como forma de evitar tener que pensar en algo más.
—Bebe, te hará bien —habla mi madre aún con su ruana y sus pantuflas grises.
No se ha movido de mi lado desde que Jaffner se fue. Puedo notar como el cansancio la envuelve, pero más intenso en su semblante es la preocupación.
—Ve a dormir, no tienes que preocuparte por mí, solo pienso tomar el té e ir a la cama.
—No quiero ni pienso dejarte sola, Arley. Subiré contigo y quiero cerciorarme que tomes todo tu té —sonrío en silencio mientras arrimo mis labios para enfriar un poco de té de mi cuchara. No quiero decirle lo demandante que ha sonado o que la amo por eso, prefiero mantenerme en silencio y avanzar con la bebida caliente frente a mí.
— ¿Cómo está, Marcus? —Pregunto finalmente y me digno a probar el primer sorbo de té.
—Está bien, solo ha sido un pequeño rasguño en su nariz, no debes preocuparte —la angustia se arremolina en lo hondo de mi estómago en formas de nauseas que solo hacen que pruebe de mi bilis antes de darle su uso.
Los anillos de Jaffner.
—De todos modos debo disculparme, parte de todo lo que ha sucedido ha sido mi culpa —miro mis manos un segundo para notar lo frías que se han puesto.
—Sé que Marcus lo entenderá, sea cual sea el motivo de todo esto.
No logro encontrarme apta de hablar sobre lo que ha sucedido, no ahora. No cuando siquiera he podido procesarlo. No cuando hace tan solo dos horas de su partida. No cuando no encuentro la maldita forma de saber cómo armarme en su ausencia.
—Sé que he perdido la cuenta —mi madre suspira y cruza sus brazos para observarme—. Pero algo me dice que pregunte, y sé que te preocupa Marcus y su golpe, pero quiero que entiendas que aquí lo importante es tu bienestar, Arley —niego con mi rostro intentando desviar el foco sobre mí, que parece no cesar en encandilarme esta noche.

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Change This Heart - FOR YOU (libro 3 CTH)
Romance(TERCER LIBRO DE LA SAGA CHANGE THIS HEART) Tras el desastre que dejó Londres, Arley vuelve a la ciudad dispuesta a todo por recuperar a Jaffner. Arley, tiene medio verano. Ha meditado mucho... pero con lo que va a encontrarse sí que cambiará todos...