03. Problemas de ira

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La negación de la muerte se vio truncada después de que Sam decidiera hablar con Wanda, los demás pensaron que él era el más indicado para devolverla a la realidad, tendría el tacto suficiente. Eso hizo que la realidad chocara con Wanda y se retirara a su habitación.

Salió de ella al día siguiente, yendo a desayunar, todo parecía ser lo más normal que podía ser en este lugar donde había gente capaz de controlar los rayos.

"No sé por qué he salido de mi habitación, no pasa nada si no como, podría aguantar con Hydra" pensó Wanda. Teniendo en cuenta todo lo que había pasado pensó que aquello no era más que el karma dándole su merecido por pensar sólo en la venganza. Como le habían dicho, la venganza mata el alma y la envenena, y efectivamente estaba envenenada con la sensación de tener un lugar vacío en su corazón.

Volvió a su habitación, en la que no había nada, sólo una cama para dormir y un baño, al que sólo había entrado para lavarse la suciedad dejada por la batalla y la sangre por Natasha, incluso la sangre que no era suya.

Intentó dormir pero no pudo, los sueños la hacían despertar una y otra vez sudando y flotando, supuso que sus poderes se activaban mientras dormía y eso la asustaba. Todavía no era de noche, de hecho, ni siquiera era mediodía pero ella no quería hacer nada, había estado fuera hablando con los demás vengadores pero ahora no le apetecía, ni siquiera con Sam, Natasha o Clint, con los que había entablado una conversación no muy larga ni desarrollada.

Algo que no estaba en los planes de la adolescente fue un golpe en la puerta, atendió el llamado y abrió la puerta para ver que allí estaba la espía, la única otra chica del equipo, aunque claro ella misma no contaba con estar en el equipo, no después de lo que había hecho.

- Hola Wanda, hemos estado hablando entre todos y nos hemos dado cuenta de que no tenemos ninguna información sobre ti -se interrumpió un poco-. 

- No es porque no confiemos en ti, pero queremos ayudarte a rehacer tu vida aquí o donde quieras y necesitamos algunos datos.

- ¿Y para qué queréis mis datos? - dijo la chica gritando, no sabía por qué lo hacía pero sentía que tenía que hacerlo - De todas formas voy a morir pronto.

- ¿Por qué dices eso? - Natasaha no entendía porque saltaba de esa manera pero no se dejaría intimidar por la situación, ella solo estaba ahí para ayudar.

- Porque si ni siquiera puedo ayudar a mi propia familia, ¿cómo puedo seguir viviendo? - Comenzó a llorar un poco - No necesito la ayuda por lástima, no - y con eso cerró la puerta con fuerza, dejando a la pelirroja con las palabras en la boca.


Wanda se dirigió hacia el baño, habiendo cerrado la puerta con llave, pensaba que no lo haría pero solo sentía culpa por no haber sido lo suficientemente poderosa como para poder defender a su hermano o incluso a las demás personas que vivían en su país. Agarró una de las navajas que estaban en el baño, supuso que alguien que había estado allí antes las había dejado, y procedió a cortarse la zona de la muñeca, soltando pequeños gritos de dolor al sentir el corte en su piel, pero este dolor se convirtió en un sentimiento de que se lo merecía y que estaba pagando por lo que no había hecho.

Mientras tanto, Natasha solo preocupada comenzó a intentar entrar a la habitación, al principio no pudo y se dio cuenta que la había cerrado con llave.

- F.R.I.D.A.Y., ¿qué está pasando ahí dentro?

- Parece que la joven Maximoff está en el baño, tiene en su poder un objeto punzante y está llorando. ¿Quieres que avise a los otros vengadores?

- No, creo que lo mejor será que entre una sola persona ahora, gracias F.R.I.D.A.Y.


Después de esta pequeña charla, a Natasha no le importaba si rompía algo en el lugar, Tony lo arreglaría después, no es como si le faltara dinero. Abrió la puerta de una patada, no quería tardar mucho con la cerradura de la habitación, y se dirigió al baño para comprobar la situación. Lo único que vio fue a la niña con una navaja en las manos y las muñecas chorreando sangre. La niña parecía estable, no parecía haber perdido tanta sangre pero sí la suficiente como para preocuparse. Natasha agarró los brazos de la niña por los hombros y Wanda intentó soltarse pero no pudo, no era lo suficientemente fuerte.

- Voy a llevarte a la enfermería

- No, no me dejes aquí, déjame ir con Pietro. Suéltame. - Los ojos de la chica se volvieron rojos y sus poderes se activaron haciendo que una luz roja levantara en vuelo a la espía. Sin embargo, esto no hizo que se rindiera.

Wanda comenzó a lanzar bolas rojas de energía intentando golpear a la pelirroja, fallando y haciendo que su habitación recibiera algunos daños.

- F.R.I.D.A.Y, llama a los demás -siempre pensó que podría manejar este tipo de situaciones por sí sola, pero ahora mismo estaba sobrepasada. Con la ayuda de los demás, pudieron controlarla y sedarla. 

Pudieron transportarla a la enfermería, en realidad la chica no pesaba mucho, algo que preocupó a Steve que la llevaba. Tony no estaba allí.


La doctora Helen Cho había llegado antes, pues ya habían pensado que necesitaban examinar a la chica, ya que el otro médico que conocían se había marchado en un jet a saber dónde.Pusieron a Wanda en la camilla, pudiendo mostrar lo que le había hecho en las muñecas, les dolía ver a la chica así. Una chica no debería pasar por eso.

- Bien, creo que es un buen momento para revisarla. Si alguien puede ayudarme a quitarle la ropa para poder examinarla, por favor.

Todos los chicos del equipo se miraron, realmente no querían entrar en la intimidad de la chica pero estaban preocupados así que ayudaron y se quedaron en la habitación. La doctora comenzó a revisar el cuerpo de la chica y después de lo que pareció una eternidad, pudo llegar a algunas conclusiones.

-Con estas pruebas primarias puedo decir que esta niña sufre un caso de desnutrición, está por debajo del peso que debería tener. Tiene varias cicatrices en el cuerpo, se ven más alrededor del abdomen, pecho y espalda. Algunas de ellas parecen haber sido hechas por otra persona y hay algunas en sus muslos que parecen haber sido autoinfligidas pero parecen ya cerradas. Tiene algunas abrasiones en las manos y cuatro dientes rotos. Aún están pendientes los análisis de sangre, que llegarán en unas horas, pero esto no tiene buena pinta.

Natasha le había visto las cicatrices cuando la ayudó a bañarse, pero escuchar todo aquello de boca del médico le hizo sentir que era demasiado para una niña.

-¿No tendría ella la oportunidad de decirnos cuántos años tiene? - preguntó Steve.

-No, pero según los registros de Hydra tiene 20 años.

No se fiaban de Hydra pero no tenían ninguna posibilidad de saber la edad de la chica hasta que despertara.

Los análisis de sangre llegaron 24 horas después y el médico volvió a llamar a los vengadores, tampoco eran muy alentadores.

- Todo indica que tiene anemia por falta de hierro, aparte de eso, no hay nada más que se pueda ver.

Después de todo eso, todos se callaron y decidieron que lo mejor era dejar descansar a la niña. Y así lo hicieron.


Wanda despertó los dos días siguientes encontrándose en un lugar extraño, empezó a gritar y el primero en llegar fue Steve intentando calmarla con palabras, cosa que no funcionó. Natasha llegó en segundo lugar y ella, ya teniendo alguna referencia de cómo tratar a la chica, consiguió calmarla.

Wanda comenzó a llorar de nuevo, empezando a pedir perdón repetidamente. Consiguieron que parara y Clint, que llegó el último, pudo traerle leche para que mejorara. Le dijeron que la habían revisado y aunque la adolescente se enfadó y estuvo a punto de volver a atacarla no tuvo fuerzas para ello y al final dijo que estaba bien.

- Sólo queremos preguntarte una cosa - le preguntó Vision, que no había querido meterse en todo eso porque no entendía muy bien los sentimientos pero tenía un presentimiento. - Queremos saber cuántos años tienes. - Hubo un largo silencio.- Tengo quince años.

HARD TO SAY GOODBYE | MARVELWhere stories live. Discover now