*Narra Eddie*
Una nueva mañana, un nuevo día sin poder dormir. Me encontraba a un lado de _____ que aún dormía plácidamente, tanto que hasta me daba envidia y sentía un ligero estrés por no poder dormir así de bien. Su brazo abrazando mi cintura impedía que pudiese levantarme y a decir verdad, no quería interrumpir su sueño.
Me detuve a mirarla por un momento mientras le quitaba los mechones de pelo que habían en su rostro y sonreí al ver sus rasgos faciales que tanto me gustaban, sus pestañas negras y extremadamente y naturalmente largas, su pequeña nariz respingada, su tez levemente morena, sus pómulos rosados, sus labios pomposos que daban ganas de besarlos hasta morir y sus pecas no tan visibles pero existentes, simplemente su hermosura, era perfecta. Es perfecta.
Besé su frente antes de quitar de manera delicada, su brazo que aún me rodeaba. Me levanté y me acomodé la ropa ya que me había acostado con ella puesta.
Vi el reloj de la mesa de luz el cual marcaba las 11 am en punto y justo comenzó a sonar la alarma, provocando que la chica que posteriormente estaba en la cama, se asustara y ahora estaba en el piso. Aunque era seguro lo de la alarma por el tema de la secundaria, ¿Quién pondría la alarma un sábado y encima a las 11 de la mañana? No lo se.Auch.-La oí quejarse. Negué y reí levemente yendo a ayudarla a pararse. La miré mientras la sostenía de los brazos viendo como sus ojos seguían cerrados.- No quiero ir a la escuela, quiero seguir durmiendo.-Dijo haciendo pucheros y hablando como si fuese a llorar, lo cual me pareció muy tierno.- Déjame dormir mamá, me portaré bien.-Murmuró casi inentendible pero fue lo que dijo, al parecer aun seguía en su sueño.- No tuviste que haberte ido.-Fue lo último que la escuche decir antes de que comenzara a abrir los ojos y enseguida verme.- ¿Eddie? ¿Eres tu?-Preguntó tocando mis mejillas.-
Si muñeca, soy yo, estas super dormida aún.-Dije casi en un susurro para no molestar a sus oídos.-
Aún así no quiero ir a la secundaria.-Dijo abrazándome fuerte por el cuello y colgándose de mi como un koala, rodeando con sus piernas mi cintura, a lo cual yo correspondí agarrandola con cuidado para que no cayera.-
Y yo creo que si vas no te van a abrir pq hoy es sábado preciosa.-Hablé despacio cerca de su oído soltando una leve risa al final.-
Dios, amo los sábados.-Dijo soltando un suspiro de notorio alivio.-
Yo igual, puedes quedarte en tu cama sin hacer nada o hacer varias cosas el mismo día, aunque al otro día es todo agotador.-Dije mientras acariciaba su espalda. Aún estaba prendida a mi como antes, cosa que no me molestaba, por mi estaría así toda la vida. Se separó sin bajarse y me miró, sus párpados aún estaban algo hinchados por haber dormido.-
¿Me llevas hasta el baño? Por favor.-Me pidió casi en tono de niña pequeña y ya que estaba, acepté. Caminé hacia la puerta de la habitación, abrí y entré enseguida al baño con ella, dejándola de pie en el suelo.- Gracias Edd.-Besó mi mejilla y me dio la espalda acercándose a la bañera y girando la llave del agua para que la tina se llenara.-
No hay por qué linda, estaré en la cocina ¿Si?-Dije antes de salir por la puerta dejándola sola luego de recibir un "Está bien" de su parte.
Caminé por lo que restaba del pasillo hasta llegar a la cocina para comenzar a prepararle el desayuno, esta vez estaba bastante animado y aunque no sabía demasiado de lo que era cocinar, me esmeraba a fondo por ella.
Luego de un rato intentando que los panqueques me salieran perfectos, escuché el grito de _____ llamándome. Me sobresalté esperando a que no haya pasado nada malo, apagué la cocina y fui en un abrir y cerrar de ojos hacia la puerta del baño quedándome fuera.¿Qué sucede ____? ¿Estas bien?-Pregunté preocupado.-
Tranquilo Edd, estoy bien, solo necesito que me auxilies.-Me contestó desde el otro lado.- Olvidé poner una nueva toalla y no tengo con que salir del baño.-Habló seguramente con algo de vergüenza me imagino. Sonreí y le contesté.-
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Love In Hawkins (Eddie Munson y Tu)
Mystery / Thriller¿Que harías si por accidente encontraras al amor de tu vida casi muriendo? Con su agonía y con las emociones a flor de piel, intentas salvarle la vida, esperando a que recobre su color.