Capítulo 22

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Alya Bletchley

Después de pasar toda la noche en vela, Los tres entramos juntos a la clase de astronomia. Hoy tocaba clase de teoría, por lo que estábamos en el aula.

Pansy y Blaise se sentaron juntos, y yo me quedé en la mesa que había tras ellos.
La clase empezó y todos comenzamos a tomar apuntes mientras la profesora hablaba.

A los diez minutos o así, alguien abrió la puerta, provocando que la profesora se callara. Ella abrió la boca para decir algo, pero enseguida se dio la vuelta y siguió con la lección, está vez en la pizarra.

No le di mucha importancia a este hecho, hasta que noté que esa persona se sentaba en el sitio libre que había a mi lado.
Entonces le miré y me helé al ver a Matheo.

Entendí su retraso en cuanto el olor a tabaco llegó hasta mi, y no pude evitar pensar en la noche en la que me enfrente a él en la torre de astronomía. Ahí también olía a tabaco, más bien olía siempre así, pero también a colonia cara. La verdad es que olía bastante bien, era una mezcla curiosa.

Me di cuenta que llevaba un rato mirándole y que el ya sonreía con arrogancia, a si que rápidamente volví a centrarme en la clase.

Al poco tiempo perdí la concentración por completo.

-Para -Me susuré al notar su mano en mi rodilla.

El no me hizo caso, y dando un ligero apretón, subió un poco más la mano hasta llegar a mi muslo.

Aunque no quisiera admitirlo, y fuera encontra de mi moral, su roce me estaba gustando demasiado, y lo que realmente quería era que no parará, por qué me estaba empezando a calentar.

-Matheo, para- trate de apartar su mano, y como no pude me levanté de golpe.

Todos se giraron a mirarme, incluida la profesora. Hasta Matheo me miró, fingiendo confusión.

Capullo...

-¿Todo bien Alya? -preguntó la profesora un tanto extrañada.

-Eh, si, perdon -volvi a sentarme avergonzada- ¿Puedo cambiarme de sitio?

-Queda ya muy poco tiempo cielo, mejor quédate ahí.

Asentí, maldiciendo a la profesora en mi cabeza, y mire mal a Matheo, mientras escuchaba de fondo algunos cuchicheos y risitas.

Note la mirada preocupada de Pansy, y le hice un gesto indicándole que no se preocupara. Se volvió a girar hacia delante entonces.

La profesora continuo con la clase y yo crucé mis piernas mientras Matheo sonreía divertido.

-¿Todo bien Alya? -Me susurró imitando un tono amable.

-Que te den.

3 palabras, mi perdición seguro. Pero una cosa era que me jodiera en privado y otra muy distinta que no iba a permitir era que lo hiciera en público. Y más cuando no podía hacerme nada delante de tanta gente.

Él sonrió victorioso, y a pesar de que no lo entendí mucho, pase a centrarme de nuevo en la poca clase que quedaba. Aunque por desgracia, no lo logré mucho.

Lost control  Where stories live. Discover now