1

2.3K 152 21
                                    

💌
La visita y los dos chicos
raros..

Un día más sin saber con completa claridad que hacer con mi vida estando en una ciudad tan grande lejos de mi familia y amigos de infancia.

Nina me miró con una sonrisa mientras me pasaba un montón de folletos para que los firmara, estaba cansada de mi trabajo.

---Ayer tuve problemas con mi novio así que hoy no estoy de humor ---dije antes que empezara a decirme alguno de sus chistes.

La rubia entendió y se sentó a mi lado ayudándome a revisarlos, ambas estábamos agotadas de esto.

---Si ninguno de los dos se quiere, deberían terminar ---repitió por milésima vez, aveces era cansado convivir con ella.

---De hecho estoy en eso, ayer empecé a ver algunos departamentos que están cerca de aquí ---dije al acabar de ver el último folleto.

Estaba cansada de Pablo, era un gran chico pero últimamente está demasiado concentrado en sus cosas, tanto que ni siquiera tiene tiempo para mí.

Apoyaba todo lo que el hacía, pero sabía que él había dejado de sentir amor románticamente por mi hace tiempo al igual que yo por el, no quería forzar algo que ya había muerto.

---Bianca renta una habitación compartida por si te interesa ---mencionó poniéndose de pie para ir a dejar los folletos a secretaría.

---No voy a compartir habitación con unas lesbianas, es asqueroso ---dije recostandome en mi asiento.

Nina se dio la vuelta dejándome sola, sabía que Nina tenía un gusto peculiar por las chicas sin embargo era muy buena escondiéndose, pero no tan buena como yo observando.

Me puse de pie caminando hasta abajo, el jefe me llamo al verme pasar al frente de su oficina así que sin más tuve que pasar.

---¿Dígame? ---pregunte manteniéndome de pie al lado de su escritorio.

---Hoy por la tarde debes reunirte con algunos socios del FC Barcelona ---dijo mirándome atentó.

---Maya me lo ha comentado esta mañana, estoy lista para hacerlo ---asentí con seguridad.

---Oh, retírate entonces ---añadio dándose la vuelta en su silla giratoria.

Pobre viejo sin cabello, aveces sentía lástima por el pero nunca se lo podría decir ya que gracias a él comía.

No quería ir al Camp Nou, solo quería llegar a casa y dormirme escuchando alguno de los discos que Pablo colecciona de Taylor Swift.

Fui directo a la cafetería tratando de no ser vista por nadie para que no me hablarán, en especial Nina.

La rubia solía ser demasiado intensa conmigo, tanto que desde que supe sus preferencias la mantengo alejada de mi.

---Hola corazoncito ---Terrence me abrazó con fuerza, yo trate de alejarme pero no tuve éxito.

---Callate mono ridículo ---sentencie apuntándole con una barra de chocolate.

---No me digas mono..

El una vez borracho había dicho que era un mono, todos en la oficina tenían ese vídeo guardado cosa por la que el aún estaba avergonzado.

---Sabes algo, me tengo que ir porque debo llegar rápido al centro ---me alejé de el con mi café en mano.

Me monte al automóvil que me debía llevar al lugar, no estaba para nada contenta ya que esto le tocaba hacerlo a Nina pero ella trato de hacer que yo la acompañará y al final el jefe me asigno a mí sola la misión.

Estaba agradecida con el debido a que sabía que me incomodaba la chica y fue por eso que quizo que viniera sola.

Al llegar baje enseguida caminando hasta las oficinas, estaba llegando temprano pero era mejor hacerlo así para que te tomen enserio.

---Buenas tardes ---salude al pasar, ellos respondieron amablemente mientras me indicaban mi lugar.

Los tipos empezaron a conversar acerca de algunas propuestas que tenían, yo trate de ayudarles con lo poco que había alcanzado a hacer desde que me pidieron que viniera.

---Necesitamos que cada empresa envíe a uno de sus representantes a algunos de nuestros partidos de esta temporada ---pidio el encargado del club, me desconcerte por su petición pero me limité a asentir.

Después de entregarle mis peticiones el las examinó diciendo que luego las vería con más calma, me levanté de mi lugar y camine hasta la salida para poder finalmente ir a casa.

A lo lejos logré ver a Pablo correr siendo seguido por un grupo de chicos que buscaban tirarlo al piso, eso me hizo gracia por lo que me senté un rato en las gradas para poder burlarme luego.

Uno de los muchachos que lo seguía me miró, no le di importancia y saqué mi celular para grabar.

Poco después el entrenamiento acabo, me levanté de mi sitió antes que alguien más me mirará.

---¿La llevo a la empresa? ---preguntó el chófer, yo negué ya que quería preguntarle a Pablo si llegaría a comer.

Me di la vuelta buscando al chico, al verlo me acerque cautelosa.

---¿Llegarás a comer? ---pregunte tratando de quitale el sudor con un paño que traía en mi bolso.

---Voy a salir con unos amigos, pero llegaré temprano ---dijo dándome una sonrisa, los demás del equipo pasaron a nuestro lado haciendo sonidos extraños dirigidos a Pablo.

Entonces me topé con la mirada del chico que antes me miraba, el me sonrió con amabilidad.

---Vale, entonces me iré que estoy cansanda --me despedí dejando un corto beso en sus labios.

Pablo era una gran persona, amaba abrazarme mientras veía la televisión o dormía, le encantaba peinarme el cabello y hacer peinados extraños y comía todo lo que yo le cocinaba.

Suspiré y subí al automóvil, le pedí al chófer de la empresa que me dejara dos cuadras antes para caminar un rato y tomar aire.

Mientras caminaba mi celular sonó por lo que enseguida lo saqué de mi bolsillo, me concentré tanto en la conversación que estaba teniendo con Katty que me olvide que estaba a la orilla de la carretera.

Un sonido de una bocina hizo que mirara a mi izquierda, un auto había parado para dejarme cruzar la calle.

Le sonreí amablemente antes de cruzar, seguí caminando por el pasto pero el mismo auto se posicionó a mi lado.

Carajo lo que me faltaba, ahora me van a secuestrar.

La ventanilla se empezó a bajar dejándome ver de quien se trataba, era un chico pelinegro bastante guapo.

---Soy Charles ---detuve mi andar al escuchar su voz, eso fue raro.

---Larissa ---respondí para no sonar mal al no responderle, el sonrió dejándome ver sus hoyuelos.

---Bonito nombre, pero no tan bonito como la propietaria ---el tipo era directo, eso me provocó una sonrisa.

Encontrar a personas así era algo complicado, parecía ser una alguien agradable.

---Gracias ---agradecí negando con una sonrisa divertida, me había caído bien---Pero me debo ir.

Empecé a caminar de nuevo, el se quedó mirándome desde su auto sin borrar su sonrisa.

La ciudad era grandísima, era muy probable que jamás lo volvería a ver.

¡No olvides votar!

| El primer capítulo siempre es aburrido, pero ya veremos qué pasa después.

LARISSA ―Charles Leclerc, Pedri González Where stories live. Discover now