LARISSA ―Charles Leclerc, Pedri González

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Bipolar.

– Necesito que me recuerdes que hago aquí –dije mirando a mi amigo, el pelinegro se encogió de hombros divertido.

Estamos afuera del camp nou, Terrence insistió en que viniera con él dado que tenía miedo venir el solo. Por supuesto que me negué sin embargo me chantajeó de una y mil maneras más.

– Como me topé a Pedro por tu culpa te mato –apreté los dientes tomando su brazo para obligarlo a entrar, las personas obstruían nuestro camino por lo que sin disimulo les daba fuertes empujones.

– Tranquila Lari, que como alguien te vea haciendo alboroto nos hechan a los dos –me dio un tirón mi amigo, tenía razón así que deje de hacerlo.

Pedri estaba lesionado así que no jugaría, sin embargo si estaría presente.

– La vida te odia Lari, mira quien te está mirando –susurro el inepto de terrence, era el quien nos miraba.

Pedri nos sonreía alzando su mano, ambos fingimos una sonrisa respondiendo a su saludo. Ni siquiera yo sabía porque estaba molesta con el, supongo que se debía a mi mal humor.

El partido empezó, ni siquiera le prestaba atención y me dediqué a solo observar a cualquier cosa que no fuera la cancha. Sentí como mi móvil sonó por lo que lo saqué de mi bolsillo.

"¿estas con el, verdad?"

No entendí lo que trataba de decir, por lo que después de un rato contesté.

"¿Que?"

"estas en el camp nou, ¿que haces ahí?"

Mentiría si digera que no se me pusieron los pelos de punta, ¿como diablos Charles sabía donde estaba?

"¿y tu que haces espiándome, acosador?"

"solo cuido lo que es mío, y tu lo eres"

"en tus más remotas pesadillas, Leclerc"

Guarde mi celular otra vez, no me importaba lo que pensaba. Yo no era suya, tampoco de Pedri, no era de absolutamente nadie.

Terrence estaba igual que yo o más aburrido, tenía su cabeza recostada en mi hombro nuestras veía su celular. ¿Que diablos hacíamos ahí?

– Voy al baño, regreso en un momento –me puse de pie dejando a mi amigo solo.

Apenas y salí de las gradas sentí un tirón, me giré dispuesta a golpear a la persona que tiro de mi brazo hasta que me di cuenta de quién se trataba.

– Que diablos.. ¿Pablo? –le solté un golpe en el hombro, me había dolido el tirón.

– No tengo mucho tiempo, además nadie me debe ver aquí... ten –me dio una hoja de papel mal doblada y salió corriendo.

Seguí mi camino hasta entrar al baño, al cerrar la puerta con seguro saqué el papelito.

"responde a mis mensajes"

Esa letra tan chueca, sin duda era pedri. Metí el papel en mi bolsillo rodando los ojos. Busque mi móvil para abrir su chat, el único mensaje que respondí fue el último.

"necesito verte"

Sonreí al leerlo, en el fondo yo también deseaba verle de cerquita.

"Pues ahora estoy en la cabina #2"

"Espérame, voy para allá"

No estaba en la cabina #2, sin embargo corrí hasta dicho lugar a como mis piernas me lo permitieron. Solté un suspiro al ver que aún no llegaba.

– ¡Ey! –alguien grito, reconocí su voz así que solté un largo suspiro antes de darme la vuelta.

– ¿Que hay? –dije sonriendo, estaba empezando a considerar si acaso yo podría ser bipolar.

– Ángeles, hermosos ángeles... –se empezó a acercar a mi de manera provocativa, di un paso hacia atrás chocando con la fría pared.

El puso su brazo a un costado acorralandome, no me gustaba estar así. Yo debía de ser quien lo ponga nervioso, no el a mi.

Deslice mi dedo índice por sus labios suavemente, sentí como se relajaba ante mi tacto. Sonreí maliciosamente acercándome a su rostro, deje un casto beso cerca de sus labios, beso que logró hacer que abriera los ojos de golpe mirándome fijamente.

– ¿Que pretendes? –solto curioso, ni siquiera yo sabía la respuesta a eso.

– Lo mismo que tú, supongo.

– Entonces deberías acompañarme a mi departamento después del partido, porque lo que yo pretendo contigo no son simples besos.. –respondió sonriendo.

– No es tan fácil González, deberás ganartelo –dije cerrando un ojo, me gustaba juguetearlo.

Sus manos empezaron a bajar por mi espalda, una vez llegaron a mis caderas las acarició sobre la tela de mi pantalón. Me safe de su agarre de un tirón, necesitaba volver con Terrence antes de que viniera a buscarme.

– Esto no se quedará así, eso tenlo por seguro –dijo antes que me alejara por completo, dejándolo ahí solo.

"Entonces deberías acompañarme a mi departamento después del partido, porque lo que yo pretendo contigo no son simples besos.."

Me había dolido, y me había dolido bastante. ¿Acaso creía que era alguna niña loca que haría lo que fuera por el?  ¿pensaba que era una cualquiera?

Esas palabras resonaron en mi cabeza hasta que llegue con Terrence, me sentía mal.

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una disculpa si me salgo un poco con las actitudes de los personajes, es que en serio le perdí un poco el hilo a esto.

¡Si tienen tiempo podrían darse una vuelta por mis últimas historias lindas!