Realidad.

1.2K 195 36
                                    

Neville disfrutaba de ver a sus amigos entrenar quiddich, le gustaba ver como volaban con tanta confianza y destreza, las sonrisas en sus rostros y lo increíbles que eran en el deporte.

Harry era un buen capitán, lo llevaba en la sangre. Su padre, su abuelo, sus tíos (políticos pero tíos). Oliver se había asegurado de que descubriera su pasión y supiera ordenar prioridades, así que no era nada extraño ver qué tan en serio se tomaba el juego.

Neville en ocasiones lo veía extremista, sin embargo Harry sabía lo que hacía, así que nunca se metía.

A su lado se encuentra Hermione, quien de igual forma viene a ver entrenar a los chicos y parece observar algo a unos metros de ellos. Antes de poder detenerse se ve girando su cabeza de forma instintiva para ver lo mismo que ella.

El rubio se sorprende ante la vista.

Theo estaba allí, junto a Harry.

Su amigo había levantado su playera para retirar sudor de su rostro, mostrando sus abdomen marcado y su estrecha cintura.

Neville sabe que hace eso a menudo, no se avergüenza de su cuerpo y nunca le ha importado hacerlo frente a ellos o alguien más. Sabe que es algo casual y sin dobles intenciones. Sin embargo no se pierde de la manera en que Theo le escanea antes de apartar la mirada, avergonzado y tímido.

Es un caballero, fue una reacción natural. Tú mismo sueles ver de más a Harry —se dice a sí mismo, no queriendo malinterpretarlo.

—Me alegra que por fin estén saliendo —Hermione comenta con una pequeña sonrisa mientras observa la interacción.

—No están saliendo —responde de forma tosca, rápida.

—Conociéndose sería el término adecuado —acepta, algo en su voz que hace que el contrario se dé cuenta de la manera en sonó. Su amiga no era tonta—. Neville, ¿tú conoces a Theo?

Hay algo en esa pregunta, algo que pone nervioso al menor. Hablar con Hermione siempre era peligroso, cualquier detalle te podía delatar frente a ella.

—He hablado unas cuantas veces con el... nada especial —añade bajando la mirada, intentando no sentirse mal por ver la interacción del chico más increíble que conocía y el chico que le gustaba.

Harry le estaba ayudando, no debería desconfiar de él. Su amigo no saldría con el chico que a él le gustaba.

—Eso veo —la chica mira nuevamente hacia el otro lado. Harry riendo de algo que Theo decía. Su cabeza inclinada hacia atrás y el pelinegro sonriendo levemente ante la vista, el cariño impreso en sus facciones.

Hermione sabe que debería hablar con Harry al respecto, pero no quiere arruinarlo para Theo.
No después de todo lo que tuvo que esperar para acercarse a su mejor amigo.

—Soy amiga de Theo desde hace un par de años, ¿sabes? —menciona, no sabiendo cómo dejar la indirecta (¿siquiera contaba como indirecta si todos sabían lo que el chico sentía?).

—No lo sabía —está nervioso, es fácil de deducir.

—Lo entiendo, no es como si Theo diera a conocer demasiado de sí mismo para notarlo. Creo que la mayoría de las personas no lo conoce realmente, pero le agrada Harry y está intentando que el lo conozca —no quería lastimar a Neville, pero necesitaba decirle aquello—. Creo que es algo que siempre ha buscado, estoy feliz por el, porque puedo ver como él está feliz.

—¿Feliz por ser amigo de Harry?

—Sé que sabes de lo que hablo...

—No le gusta Harry —niega, mirando hacia donde su amigo aún se encontraba—. Nunca se había fijado en Harry hasta ahora.

—Eso no lo sabes, no son cercanos como para saberlo. Neville, no te hagas esto —pide, haciendo que le mire de nuevo—. Si me hubiera dado cuenta antes te habría dicho pero...

—¿Por qué estás tan segura de que le gusta? Quiero decir, si, es Harry. Pero eso no significa que todo el mundo esté enamorado de él, no significa que él lo esté. Tal vez tú te confundiste y solo... —se detiene. La chica no le mentiría, lo sabe—. ¿Por qué siempre es Harry? —se cuestiona a sí mismo. No con rencor, no con molestia, si no con algo más que Hermione no puede descifrar por más que lo intenta.

La chica mira hacia donde él duo se encontraba anteriormente.

El niño de oro nunca se detenía durante demasiado tiempo mientras entrenaba. Nunca permitía que alguien se pusiera a conversar o siquiera interrumpiera el valioso tiempo que ocupaban en el campo. Sin embargo sigue ahí, conversando de algo mientras sus manos se mueven rápidamente, con Theo respondiendo cada cierto tiempo pero escuchándole con suma atención, sus ojos brillando en adoración mientras le observa.

—Harry sabe que Theo me gusta —Neville dice entonces, y cuando la castaña le mira se da cuenta que ha estado viendo lo mismo que él.

Hermione sabe lo que quiere decir con eso.

Su amigo no corresponderá a Theo así este perdidamente enamorado de él. Porque era estúpidamente leal y no traicionaría a Neville de esa manera.

Y tal vez Neville no estaba dispuesto a rendirse tan fácil aún.

Malos entendidos.Where stories live. Discover now