BORDERLAND: Cicatrices

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CAPITULO CERO

El sonido de mi puño impactar contra el rostro de un hombre de mediana edad desgarran el silencio en el ambiente me terminó acercando a la mesa limpiando mis nudillos con la ayuda de un pañuelo.

Mi voz se produce rasposamente.
"-¿Pagara o no?.-"

En el fondo de la habitación donde la luz no da suena una voz grave y profunda resuena en la habitación en un pequeño eco. Mi aguda visión aún puede captar su figura y sus cabellos anaranjados caer rebeldes.

"-Ya sabes que hacer, Ember.-"

El hombre se arrodilla implorando al jefe. "-Señor, por favor, me falta poco para terminar la deuda.-"

Un momento de silencio se forma en lo que el pelirrojo se levanta y da unos pasos descubriéndose de la oscuridad. Peligrosamente, se acerca hasta el hombre y arquea psicoticamente sus labios observando con sus verdosos orbes al hombre. "-Te dí el tiempo suficiente, te advertí desde el principio que si no pagas definitivamente lo harás.-"

"-Con tu vida.-"

La desesperación del hombre fue en aumento al igual que sus lamentos y desesperación, el pelirrojo por otro lado, se voltea devolviendose lentamente hasta su lugar original repentinamente el hombre se lanza a sus pies con una navaja que escondió en sus mangas lo tomo del cuello de la camisa en su nuca y es lanzado contra la pared provocando que el impacto haga eco termino cayendo en el suelo que deja ver la susodicha agrietada el hombre entre gritos de agonía me deja saber que desencaje al menos tres costillas al fondo de la habitación su ronca risilla capte antes de que dirija la palabra una vez más.

"-Sorpréndeme.-"

Extiendo mi mano en el aire provocando que aparezca el aura roja atraigo con mi poder a mi mano un cuchillo que reposaba en la mesa el hombre despabilado grito asustado.

Avanzo hacia éste a una velocidad sobrenatural apareciendo frente a él en un santiamén este exclama en mi cara.
"-¡Un demonio!-"

Juego con el cuchillo en mi palma con tranquilidad. "-Incorrecto.-"

Rasgo su piel en definidas partes de su cuerpo mientras el ladea la cabeza sobre el suelo analizo cada expresión que hace, está luchando, dirige su marroncina mirada hacia mí con dolor.

Me acerco hacia el hombre enredo mis dedos sobre sus cabellos pegajosos por la sangre salpicada posteriormente.
"-¿Quieres que apacigue el dolor?-" Asiente desesperadamente.

"-Catorce años. Rubia. Una niña desaliñada. Y unos ojos verdes realmente hermosos.-"

Relato rozando el cuchillo con la piel de su garganta. "-¿Escuchaste sus imploraciones cuando la violabas? ¿Incluso pediste dinero prestado para encubrir tu crimen, pero, ¿A qué costo?-"

Mi voz toma vida volviéndose más alta, ronca e intimidante tal parece mis labios se curvan mientras examino sus expresiones rasgo su garganta con una lentitud y una calma increíble justo como destruyó a esa niña por dentro, el karma está haciendo un buen trabajo con él porque esta vez yo soy su peor pesadilla. Atraigo otro cuchillo de la mesa y lo clavo en el medio de su mano detengo mi navaja en su cuello y la lanzó a un lado el rojizo se extiende sobre mi palma y la llevo a su frente vuelvo nuestros rostros irreconocibles, y nuestros nombres se desvanecen todo lo que necesite para inculparnos con los oficiciales, todo lo vuelvo nada.

Mi palabras lo encierran en la oscuridad cayendo al suelo. "-No morirás, no tengo intenciones de compadecerte.-"

Mis orbes se dirigen hasta los guardias de la puerta que noto, intentan fallidamente, apartar su mirada del mar de sangre que se ha formado. "-Lanzarlo cerca de un hospital.-"