One- Shot- La casa del dragón (Multi ship)

Destinados a arder juntos

Hola a todos! No, esto no es una nueva historia, sino muchas de ellas porque es un libro de One-shots.

Tengo muchas ideas que no quiero transformar en historias, y tenía que dejarlas en algún lado jaja. Así que me hice este libro.

La primera historia es un drama en todo el sentido de la palabra y está inspirado en una canción que amo que es Sleeping Sun de Nightwish. 

La dejaré en un enlace por si la quieren escuchar mientras leen este agridulce capítulo.

El ONE- SHOT se basa principalmente en la muerte de Daemon Targaryen y el final es agridulce y un poco Disney pero a mi me encanta así que lo escribí.

No olviden comentar por favor.

Besos y abrazos.

Daemon Targaryen había vengado a Lucerys.

Un ojo, por un ojo.

Un hijo, por un hijo.

La historia había sido escrita con sangre, y él había sellado con sangre su promesa.

Aemond Targaryen yacía muerto al fondo del ojo de los dioses, aún sentado en la montura de Vhagar cuya sangre teñía las calmadas aguas del lago.

Sin embargo, no era la única vida que esa batalla iba a reclamar.

Daemon Targaryen iba a morir. Él lo sabía, la caída había quebrado varios de sus huesos, y a pesar de que él y Caraxes habían logrado salir a la rivera del lago, ambos iban a morir.

Caraxes agonizaba a su lado, y él se mantuvo cerca de él, acompañando a su fiel compañero en su último aliento.

Él solo podía pensar en Rhaenyra y en sus hijos. Su amada Rhaenyra. No quería pensar en lo malo que había sucedido entre ellos, no quería pensar en que ella creía que él era un traidor. Solo quería pensar en ella. Quería pensar en su familia.

En sus últimos momentos, él quería morir sonriendo pensando en su familia.

El sol dormía tranquilamente, hace mucho que la noche no le parecía tan tranquila, parecía que habían pasado siglos desde que había disfrutado de una noche así.

Él recordaba la primera noche que se sentó con Rhaenyra a mirar las estrellas bajo la magia de Montedragón. Se sentía feliz ahora, como ese día.

No quería pensar en lo que dejaba atrás, solo quería recordar los momentos felices.

Moriría, y nada ni nadie cambiaría ese destino.

El lago que ahora parecía un lago de sangre estaba en calma y el ruido del agua le relajaba.

No sentía dolor, a pesar de que su cuerpo estaba destruido.

Cerró sus ojos por un momento, y recordó cómo era despertar junto a Rhaenyra día tras día por eso 6 hermosos años antes de la guerra.

Las dulces y ardientes caricias, la paz con la que ambos descansaban. 

Había vivido bien, había vivido una larga vida, había tenido hijos, había amado con toda su alma, y había dejado un legado. 

Moriría habiendo vivido una buena vida.

Él nunca imaginó que algún día él y Rhaenyra iban a poder estar juntos.

Todos los caminos de sus vidas parecían separarlos. Ambos se habían casado, ambos habían construído vidas diferentes, y sin embargo, habían vuelto a juntarse.