Fuera de la manada

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Darcy despertó con el corazón acelerado. Por un momento olvidó dónde estaba y casi grita al ver una silueta a lado de su cama.

—Tranquila, tranquila, soy yo —Kenji habló con voz suave, sentándose en la orilla de la cama—. Todo está bien.

Ella no dijo nada, simplemente se sentó y bajo la mirada. ¿Deberia decirle lo que en realidad pasaba? ¿Debería decirle que de nuevo estaba teniendo miedo? ¿Debería decirle que queria volver a con los demás y disculparse, esperando que ellos también se disculparan por casi matarla? Porque eso no se le había olvidado. Ella había quedado bajo los escombros de un desastre causado por ellos, y ni siquiera se habían disculpado ni preguntado si estaba bien... ¿De verdad les importaba?

—¿Estás bien? —Darcy vio a Kenji. Él nunca hubiera hecho eso, ¿verdad? Él si se preocupaba por ella, no como los demás que les importan más los dinosaurios que sus propias vidas. Les importan más que volver a cada— ¿Darcy?

No, no debería decirle nada. Ella estaría bien siempre y cuando Kenji estuviera en ella.

—Lo estaré. —trató de sonreír—. ¿Dormí mucho tiempo?

—Algo.

—Me alegra que estés bien —Darcy tomó la mano de Kenji—. Me asustaste mucho.

—Y tú a mí.

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Luego de que Darcy comiera un poco, fue turno de darle de comer al dinosaurio de Kenji.

—Que buen control, hijo —felicitó Daniel, al ver cómo su hijo controlaba al dinosaurio.

Al ver cómo las Compis empezaban a molestar, Kenji hizo que Toro las espantara.

—Estas ratas están en todos lados.

—Esas "ratas" tienen mordidas venenosas -dijo Mae. Iba a continuar, cuando un helicóptero pasó sobre ellos.

—No hay que hacerlo esperar —La representante fue hacia donde el helicóptero. Al parecer el hombre quien representaba había llegado.

—Usted también debería ir —dijo Daniel hacia Mae, y cuando ambas se fueron, se acercó a su hijo—. Estuve pensando y, creo que tú deberías hacer la demostración.

—¿Yo?

—¿Por qué estás tan sorprendido? Me demostraste que has madurado mucho. Solo, sigue así.

Y empezaron a caminar en dirección al helicóptero. Darcy ya no se metería en eso, solo haría lo que Kenji hiciera. No se sentía con fuerzas para otra cosa.

Llegaron al lugar y la mujer presentó al hombre canoso que se había bajado del helicóptero. Darcy no escuchó. De hecho, había escuchado muy poco desde que había salido de la cama. Estaba perdida en su mente, pensando en qué haría al volver a la otra isla y encontrarse con ellos.

Kenji empezó la demostración. Darcy estaba tan ida, que Mae tubo que tocarle el brazo para que no callera ahí mismo. Se acomodó en su lugar e intentó poner más atención.

—Invertimos mucho dinero en los dinosaurios —Darcy intentó comprender qué estaba diciendo el hombre que suponía había escuchado se llamaba Luis—. Luego este parque se fue el demonio y quedamos como tontos. Teníamos que demostrarle al mundo que los dinosaurios no eran mala inversión.

—Cuando el mundo vea al poderoso Carnotauro comer de su mano, creo que demostrará su argumento —dijo el señor Kon, sonriendo—. Así que, ¿tenemos un trato?

—Aun no —Tomó su mochila y buscó algo—. Tengo una lista de dinosaurios. Ayúdame a capturarlos, demuestra que tu tecnología funciona en ellos, y entonces tenemos un trato.

Campamento CretácicoWhere stories live. Discover now