010

1.4K 262 65
                                    

"¡Torao es de Alemania!" Era lo único que pasaba por la mente de luffy mientras daba vueltas en su pequeña cama abrazando el teléfono, pataleaba feliz sin darse cuenta de que alguien había entrado a su camper segundos antes. Cuando finalmente lo vió se reincorporó y dejó
El teléfono a un costado para acto seguido aclarar su voz.

— Actualizaron mi maga favorito. — agregó rápidamente haciendo que su nuevo amigo se carcajeara.

— Ya, claro. — agregó el peliverde, llevaban dos días de viaje y se habían vuelto muy buenos amigos — hay alguien a quién quiero presentarte, creo que te ayudará.

Luffy asintió rápidamente, tomó su teléfono y  salió acompañando al mayor, las vistas en Toulouse eran preciosas, se estaba enamorando de aquel lugar, caminaron casi por cinco minutos juntos hasta llegar a un pequeño parque donde pudo observar a una chica de cabello cobrizo.

— Luffy, te presento a la bruja. — dijo rápidamente zoro recibiendo un golpe por parte de la chica. — ¡Oye!

— ¡¿A quién le dice bruja?! Idiota. — la chica volvió a preparar su mano y antes de volverle a dar un golpe observó al pequeño chico que se encontraba ahí.— discúlpame, Zoro me saca de mis casillas; me llamo Nami, mucho gusto.

La chica extendió su mano haciendo que luffy soltara una risilla ante la escena uniendo su mano con la ajena.

— Luffy, Monkey d.Luffy — agregó el chico acomodando su sombrero de paja.

— Zoro me dijo que después de llegar a París no tenías muy en claro por donde seguir tu camino. — mencionó la chica sentándose nuevamente en la banca haciendo que los dos chicos se sentaran a su costado.

— Pues, es verdad, solo sé que quiero llegar a Alemania, pero antes tengo que pasar por Italia. — Luffy sonreía mirando el atardecer.

— Bien, mira. — la chica rápidamente sacó un mapa. — te tracé un recorrido que podrías seguir, la verdad no sabía cuál sería tu destino final así que grave otros tres, pero si sigues el verde llegarás a Alemania.

Los ojitos de luffy comenzaron a brillar como dos estrellas y de su boca solo salio un "oooh"

— Normalmente pediría mucho dinero por esto pero le debía algo a Zoro así que espero que te pueda ayudar. — la chica sonrió ampliamente y cuando menos lo espero el chico de baja estatura se encontraba abrazándola a ella y a zoro al mismo tiempo.

Debía admitirlo, nunca había percibido tanta felicidad acumulada en una sola persona, por alguna extraña razón, Nami sintió la necesidad de ayudarlo tanto como pudiera, por lo cual sin dudarlo mucho le pasó su usuario de Hearts diciéndole que podía contactarse con ella cada que necesitara alguna guía en relación a direcciones y esas cosas.

Por otra parte Zoro solo miraba el atardecer, sabía que la chica sintió exactamente lo mismo que él cuando conoció a Luffy.

Nami y él se conocían desde que eran prácticamente unos bebés, Zoro la había ayudado mucho siempre, al final; ambos habían crecido hasta cierta edad juntos en el mismo orfanato, el peliverde se perdía mucho y la pelinaranja siempre sabía por donde ir, así que se complementaban.

Recordaba cuando la niña de 12 años se había despedido de él ya que había sido adoptada por una policía de prestigio, mientras que a él lo adoptaron dos años después.

A pesar de todo nunca perdieron el contacto y se veían como hermanos.

Aquella tarde Nami los llevo por los lugares más bonitos de su pueblo, les invito a comer la comida de su madre (cosa que luffy agradeció) también vieron películas juntos, comieron helado, caminaron por la playa, y visitaron la noria.

Zoro y Nami se estaban encariñando mucho con aquel chico un tanto imprudente que corría de un lado a otro, a decir verdad, ellos tenían muchos motivos para quererlo.

— Oye, Zoro. — la chica finalmente habló cuando Luffy se había alejado lo suficientemente — Sé que es extraño pedirte esto pero; ¿crees que puedas acompañar a luffy hasta que llegue a Alemania?

El peliverde soltó un suspiro algo pesado, era verdad que se lo estaba planteando, había visto la inocencia del chico en su máximo esplendor por lo cual no dudo en responder que lo intentaría.

—  Me gustaría decirte que sí, Nami. — agregó el chico — pero estoy yendo por alguien a París.

La chica entendió rápidamente eso, era muy probable que después de su paradero en París Luffy se quedará nuevamente solo y a Nami eso le dejaba un sabor amargo en la boca, sobretodo después de cómo el chico se había sincerado contándoles porque estaba de viaje y que había perdido a su hermano hace poco.

— No me gustaría que esté solo. —  murmuró la chica algo frustrada.

— No creo que lo esté, tiene como un gran angel guardian que lo está cuidando mucho, Nami.

La pelinaranja sonrió ampliamente, sí ella también lo veía, un aura cálida y reconfortante que rodeaba al chico.

Él nunca estaría solo.


Sin corregir.

Hearts - Lawlu (EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora