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—Spider, Gaia —Mo'at recibió a ambos con una sonrisa, poniendo sus manos en los hombros de cada uno—, es bueno verlos.

—Te veo Mo'at —saludó la chica, haciendo aquel respectivo saludo de llevar su mano a su frente para luego bajarla haciendo un arco.

La Tsahìk sonrió, palmeando a ambos con lentitud.

—Entren, tengo algo para ustedes.

Ambos entraron a aquel lugar en el que Mo'at solía trabajar, habían muchas cosas interesantes para Gaia, pero que no las tocaba ya que la última vez que lo hizo, Mo'at le soltó explícitamente un "se te va a caer la mano".

Desde ese día dejó de tocar las cosas de la Tsahìk, no cabe decir que Spider le hizo cierta burla a ella, de una forma amable, claro.

—Siéntense —ordenó la mayor, el dúo hizo caso—, Neteyam tuvo éxito en su día de caza con su ikran —empezó una conversación.

—Me alegro mucho por él —fue el comentario de Gaia—, por eso mismo nos quedaremos hoy.

—¿El pueblo hará celebración por el éxito de su primogénito? —cuestionó Spider.

Ambos miraban como Mo'at se movía de un lado a otro, dándoles la espalda.

—Así es —finalmente regresó a ellos—. Celebraremos tanto por su éxito como por la comida que Eywa nos brindó, así que me alegro que se queden hoy.

Mo'at finalmente se sentó, quedando de frente, notando como ambos menores la miraban con curiosidad.

—Saben que mi trabajo es estar para mí pueblo —ambos asintieron—. Pero también recibo las señales de Eywa y las interpreto.

Mo'at extendió dos pulseras, ambas con una piedra en su centro, las cuales eran iguales.

—Estas pulseras están bendecidas por Eywa —Mo'at los miró—, las necesitarán, así que nunca se las quiten.

Ambos tomaron la pulsera correspondiente, admirándola con una mirada intrigante.

—Gaia —Mo'at se dirigió a ella, quién levantó su mirada encontrándose con aquellos ojos amarillentos de la Tsahìk—, Neytiri ha solicitado la ceremonia para que seas aceptada con Omaticaya.

Las pupilas de Gaia se achicaron, tomando el brazo de Spider con temor.

Ambos se encontraban rígidos.

—No debes de temer Gaia.

Ella mordía sus labios, aferrándose aún más a Spider.

—Norm nos ha dicho que dicha ceremonia puede causar la muerte de algunos na'vi, y nosotros ni siquiera tenemos la misma resistencia de ellos —Spider intervino—. No puede permitir que Gaia pase por ese procedimiento.

—Es verdad —Mo'at se volvió a levantar—, pero Gaia está destinada para esto.

Lss excusas para ambos chicos se acababan, ella realmente no quería pasar por eso y Spider no quería hacerla pasar por eso.

Pero al fin y al cabo, no podían negarse a quien alguna vez los cubrió con sus brazos.

—Quiten esas caras y vayan a despejar su mente con la ceremonia de hoy.

Spider extendió su pulsera a Gaia, quién salió de su leve trance, entendiendo el lenguaje no verbal de su compañero. Con cuidado amarró dicha pulsera en la muñeca derecha de éste, Spider hizo lo mismo.

—Ustedes tienen mucho en contra —Mo'at empezó a hablar nuevamente—, sin embargo se las han arreglado para convivir como nosotros, son nacidos bajo Eywa y Eywa los quiere a ustedes como sus hijos, nunca duden de eso.

Ambos jóvenes asintieron, levantándose finalmente del lugar.

—Gracias por este regalo —Spider sonrió suave, tomando a Gaia de la mano.

Eso ya era un gesto común para ellos.

La Tsahìk analizó aquellos gestos de los muchachos, en su mirada buscaba algo, pero realmente ellos no podían interpretar eso.

—Gaia, se fuerte y no dejes que el pensamiento de la ceremonia te consuma —la mayor le sonrió.

—Claro —mustió—, lo tendré en cuenta.

Spider jaló sutilmente a su compañera, sacándola del lugar. Así empezaron a bajar aquellas ramas del gran árbol, notando como el pueblo estaba esparcido en el punto de reunión.

Algunos llevaban madera, otros instrumentos. Incluso Norm hizo acto de presencia con su preciado violín.

Ellos dos, Gaia y Spider eran los únicos que llevaban máscaras y destacaban en el lugar por el simple hecho de ser humanos.

—¿Vas a bailar hoy? —cuestionó ella, mirando con una sonrisa divertida a su compañero.

—Bailé cuando tenía ocho años, basta con recordarme eso —la miró un tanto molesto—, quizá deberías bailar tu.

—Oh no, yo no bailo —ella regresó su mirada al frente—, no quiero pisarle el pie a alguno del clan por error.

El cuerpo de Gaia se tensó al terminar sus palabras, realmente no era eso el impedimento.

Pasado

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Pasado.

La menor se escondía en uno de los tantos árboles, su cuerpo temblaba y sus manos lastimaban sus brazos por el roze incontrolable.

—¡Solo te di una orden, Gaia!

La voz se escuchó lejos, eso la calmó un poco.

En su mente solo quería estar en la misma habitación de Spider, quizá con Max leyéndoles un libro.

La vida no se miraba complicada así.

—¡No colmes mis paciencia Gaia y sal ahora!

Ella empezó a arrastrarse con cuidado, tratando de esquivar a quien la estaba persiguiendo.

Esa fue una noche donde Gaia pasó frío u confusión, enfrentándose a los sonidos nocturnos de Pandora que realmente eran aterradores.

Al día siguiente, ella no supo cómo sobrevivió la noche. Logró llegar a la pequeña base lejos a las afueras de la aldea, dónde fue recibida por Spider.

El menor tenía ojeras a causa de no haber dormido, era común cuando Gaia se quedaba en la aldea, aún así, al verla llegar en ese estado lo alertó completamente.

En todo el día él no despegó de ella, la ayudó con sus heridas y raspones, así mismo la limpió con cuidado.

Ella no quiso hablar de lo sucedido, y Spider no la obligó a eso. Desde ese día Gaia se rehusaba a quedarse en la aldea si no era con Spider, pero a Spider no le gustaba quedarse en la aldea.

Entonces sus noches siempre eran en sus cuartos, el calor y la comodidad de éste.

Ella no podía pedir más.

Spring - Spider Socorro (Avatar) Where stories live. Discover now