CHAPTER 6

30 5 0
                                    


Me volví adicto a buscar las maneras de no pensar en ti, recursivo en buscar formas de olvidarte, y creativo para fantasear inventando realidades en las que tú jamás entraste a mi corazón.

Diario recurro a las mil maneras de ocuparme, a las quinientas formas de no volver a pensarte, de las nueve mil doscientas treinta excusas para no llamarte.

Es increíble cómo todo me recuerda a ti; una canción, un aroma, un gesto, una palabra, un momento, un lugar... Simplemente tu, tu y siempre tú, que no te vas y me sigues a todos lados.

Dime cómo hago para no sentirte, para no recordarte, para no extrañarte. Dime cómo hago para que cada vallenato no me recuerde a tu sonrisa, a tu mirada.

¡Dime qué hago!


Mientras tanto, yo sigo buscando las maneras de medicar a mi corazón, entre una, dos, tres, cuatro y hasta cinco dosis consecutivas de un whisky barato y unas diez, veinte y hasta treinta cervezas diarias cada veinticuatro horas según la receta que necesitan los enfermos de corazón vacío.

Dónde navego en el ancho y extenso mar del licor y la pena, hasta que algún día a lo lejos vea las tierras firme de "Ya no dueles" y termine en las orillas de "Te olvidé para siempre"

Continuaré escribiendote indirectamente desde este diario, y hablando contigo inalambricamente desde mis sueños.

Y seguiré acá solo y borracho, vacío, solo Dios sabrá hasta cuánto estaré así.

Mientras suena la canción "Te dejé de querer" de "Rikarena" yo iré por más anestesia para mi corazón, que me pide a gritos de este líquido amnésico, ya que se ha deshidratado esta madrugada de tanto llorar.

Diario De Un DecadenteWhere stories live. Discover now