Un Mundo de Espadas⏸️

Capítulo 9: Academia

Elizabeth no pudo dormir la noche anterior. Ahora tenía doce años y hoy era el día para ir a la Academia de Caballeros en Capital City. Saltó de la cama y agarró a Excalibur, junto con la vaina que le dio Shiro. Corrió hacia la puerta y la abrió para ver a su padre con la mano levantada como si fuera a llamar a la puerta.

"Estás lleno de energía hoy", dijo Evan con una sonrisa.

"¿Por qué no lo estaría?" Elizabeth estaba temblando de emoción. "¡Voy a ir a la Academia hoy!"

"Sí, te vamos a extrañar", Evan negó con la cabeza. "Ahora vamos. Tu viaje ya está aquí".

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"¡¿Anderson?!" Elizabeth casi saltó cuando vio a su mentor sentado en el sofá, tomando una taza de café y hablando con su madre. El hombre pasaría un mes en casa de ella y un mes en casa para cuidar a sus hijos y el ciclo se había repetido hasta ese día. Anderson supuestamente se fue el día anterior, pero ahí estaba, aquí mismo en su casa.

"¿Quién más te va a llevar a la Academia?" Anderson dijo con una pequeña sonrisa. Estaba preparando el carruaje anoche.

"Tú…" Elizabeth respiró hondo y sonrió. "Gracias."

"¡Oh, te voy a extrañar tanto!" Lisa saltó del sofá y abrazó a su hija.

"¡Mamá! ¡No puedo respirar!" Elizabeth exclamó.

"¡Mi pequeña Lizzy ha crecido!" Lisa lloró, ignorando por completo la súplica de su hija.

"¡Mamá!" Elizabeth activó su Arte de Fortalecimiento y la empujó.

"Oh", dijo Lisa con una mirada en blanco. "Lo siento por eso."

"Cariño, tienes que dejar de hacer eso", Evan se masajeó la frente. "Ella regresara."

"¡Sí!" Elizabeth le dio a su madre un pulgar hacia arriba. "¡Definitivamente regresaré para las vacaciones!"

"Será mejor", Lisa hizo un puchero.

"Está bien, vamos", dijo Anderson. Con un abrazo más de cada uno de sus padres, Elizabeth se fue. Miró el carruaje y sonrió. Esto fue. Este fue su primer paso para convertirse en caballero.

"¡Lizzy!" La joven se giró para ver a Shiro corriendo hacia ella.

"¡Shiro!" Elizabeth abrazó a su amiga de la infancia por instinto. En el momento en que se dio cuenta de lo que hizo, se sonrojó y lo empujó. "¡¿Q-qué quieres?!"

"Solo quería darte algo antes de que te vayas", dijo Shiro y le entregó un collar con una pequeña daga. "Si estás en peligro, pincha tu dedo con él".

"G-gracias", Elizabeth tomó el collar y se lo puso. "Me aseguraré de atesorarlo".

"Nos vemos", dijo Shiro con una sonrisa.

"Nos vemos", respondió Elizabeth antes de subirse al carruaje. Anderson se sentó en el asiento del conductor y partieron.

"Pareces feliz", Elizabeth parpadeó y vio a Artoria sentada frente a ella.

"Sí", Elizabeth puso una mano en el collar que Shiro le dio. "Estoy realmente feliz".

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Elizabeth miró con asombro cuando entró en el gran edificio. Este había sido su sueño desde que escuchó sobre la Academia. Todavía estaba procesando el hecho de que iba a ser una estudiante aquí.

Mientras caminaba por los pasillos y seguía a los otros estudiantes, de repente sintió una mano en su hombro.

"¿Por qué tienes esa vaina?" Se dio la vuelta con la mano para ver a una mujer con cabello verde oscuro y ojos verdes salvajes. Iba vestida de blanco y rojo y tenía un bolso marrón al hombro.