Interludio (Fyodor)

642 53 39
                                    

Advertencias: Este capítulo contiene menciones a intentos de abuso sex*al y físico contra menores. Menciones al asesinato.

 Menciones al asesinato

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

~•~

Fyodor no tuvo una infancia placentera, ni siquiera se podría usar esa palabra en toda su vida, eso pensaba cada vez que su padre alcohólico llegaba del bar cercano y golpeaba a su madre con tanta fuerza que al día siguiente ambos debían tallar con intensidad el piso para despegar la sangre seca. Esa no era la peor parte de todas formas, la vió morir a manos del hombre que se suponía la amaba.

Sus progenitores peleaban después de que su madre viera un roce al cuerpo de su pequeño que gritó enfurecida "¡Eres un bastardo degenerado!" Cada vez su voz se hacía difusa, hasta que Fyodor dejó de escucharla. La policía no hizo investigaciones, bastó que su padre, el ex comandante de la estación diera una declaración vaga de su supuesta adicción.

Tal vez Fyodor era la encarnación del ángel caído y su madre era esa generosa virtud que le fue robada. Su relación con su padre empeoró, no había día que no recibiera gritos e insultos solo por heredar la complexión delgada y frágil de la mujer azabache.

El menor supo que algo muy malo podía pasarle justo después de que su padre le prohibiera cortarse el cabello, porque así se parecía más a su madre. Dostoyevski puso un cuchillo debajo de su almohada, porque él sí se defendería de aquel monstruo.

Una noche, el adulto entró a su habitación y lentamente se acercó a la cama individual donde descansaba su hijo. Con una de esas sucias manos tapó su boca y con la otra rápidamente intentaba someter al menor. Fyodor pateó su cuerpo tan fuerte como pudo, hasta lo mordió y apenas hubo una brecha de espacio, se giró para sujetar el cuchillo y clavarlo en su ojo.

"¡Nadie se llevará mi alma! ¡Yo soy un maldito dios!" Escupió una y otra vez mientras clavaba el cuchillo en la cara de su agresor. Fue hasta que dejó de moverse que se puso de pie y avanzó a la ducha para limpiar toda la sangre que pintaba atrozmente sus muñecas y pecho. En menos de lo que pensó, ya estaba cargando su maleta y todo el dinero que podía albergar su triste departamento.

Sorprendentemente evadir la ley fue demasiado fácil. Fue a la escuela, después a la facultad de medicina y era el mejor de su clase, se graduó con honores y al voltear a los asientos que estaban destinados a sus invitados, no había nadie, pero él no necesitaba a nadie.

Ser psiquiatra era un tanto cómico para un demonio en la piel del jóven, pero le fue muy bien, y ahí lo conoció, al paciente que despertó verdadera curiosidad en él.

Era alto, no tan alto como Dazai, era castaño, pero su cabello era más claro, no era tan delgado como su amante, pero en ese momento estaba alegre de encontrar a alguien tan lindo. De nombre Chihiro y apellido Taka, era un ánima pura.

Fyodor estaba cautivado por la forma en la que el mayor le hablaba, siendo la única persona que le decía lo bien que se veía con la bata blanca.

Alguien que no conoce el amor se hace adicto con facilidad.

Una decepción en propias palabras de Dostoyevski, murió después de negarse a mudarse con él, pues apenas habían salido un par de veces. El de tez pálida se puso un poco violento, pensando que lo dejaría usó toda su fuerza para retenerlo, y lo hizo, pero apretó su cuello por tanto tiempo que dejó de respirar.

Entonces cada que sentía la necesidad de hacerle daño a una persona con rasgos similares, se daba la libertad de hacerlo. De las doce veces que mató, cinco fue por puro placer, solo por el deleite de ver a los muchachos castaños apagarse cuando los tocaba.

Dazai por otro lado, fue un ángel enviado para amarlo, eso lo afirmaba cada que rozaba su nariz al despertar. Fyodor se creía un dios, hasta que otro ser verdaderamente supremo hizo a Dazai tan perfecto. Se abrumaba por los suspiros del más joven, sus piernas se hacían gelatina cuando el castaño besaba su cuello mientras lo abrazaba por la espalda, era como una colegiala enamorada.

Disfrutó de cada vano gusto junto a Osamu. Él era su Edén. Fyodor podía arder en las llamas del infierno, siempre y cuando fuera tan cálido como un abrazo de su amante.

Todo el sufrimiento que vivió de niño se adormecía al momento en que Dazai se aferraba a su espalda y él embestía dentro de su amante. Pero dejaba de pensar en absolutamente todo si el castaño lo abrazaba por debajo de las sábanas en busca de calor que claramente no tenía.

Era egoísta, era malvado, era un asesino, un enfermo desequilibrado…pero amaba a Dazai con cada fibra de su ser.

Es más, hasta su antiguo nombre le gustaba, solo que se privaba del placer de pronunciarlo por el bien de ambos, por el bien de su amor, un amor enfermizo.

"Prefiero morir antes que perderlo" pensó el de cabellos lacios, unas cuantas lágrimas se escaparon por sus ojos durante la noche, sus brazos se apretaron alrededor de la cintura del castaño, apretó tanto que el menor se quejó—. Lo lamento, es que me cuesta creer que no te irás, eso es todo, Shuuji.

Ya te dije que no me voy a ir, no tengo razones para dejarte —respondió Osamu—. ¿Estás llorando? No llores por favor —por obligación se acercó aún más y depositó un beso en su mejilla izquierda—. Tranquilo, ¿Quieres decirme lo que pasó?

Fyodor comenzó a jadear ruidosamente—. Te amo, por favor, quédate conmigo para siempre, me moriría sin tí.

La mueca de Osamu apenas logró disimular su disgusto ante esa propuesta—. Hoy estoy aquí, así que respira.

El mayor mordió su hombro con furia, pero al ver que no causó mayor efecto que un quejido aflojó su agarre encontrando calma con la piel de Dazai entre sus dientes apenas rozándola. Sin decir otra palabra, Fyodor meció las caderas contra Osamu, hasta que harto de la frustración, se sentó sobre el colchón para quitar la camisa de su pijama.

—¿Podemos hacerlo, Shuuji? —preguntó tímido, o al menos fingiendo serlo. El era un dios solitario, y Dazai lo único que le importaba.

Quise indagar más en el pasado cero canónico de Fyodor, aunque no es mi personaje favorito (después del capítulo de ayer) me gusta imaginar pasados que justifiquen su personalidad

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Quise indagar más en el pasado cero canónico de Fyodor, aunque no es mi personaje favorito (después del capítulo de ayer) me gusta imaginar pasados que justifiquen su personalidad.
Actualicé muy lento, pero en mi defensa esta obra me hace llorar mucho y mi salud mental me pidió parar luego de escribir semejante fic. Espero actualizar pronto.
-Honey

𝑯𝒆𝒂𝒗𝒆𝒏 [𝑺𝒐𝒖𝒌𝒐𝒌𝒖]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora