Corazón de Dos Artistas (Beastars Fanfic)

Cierra el telón: Primera parte

¡Hola! Esto ya casi termina.... (dividí el final en dos partes para que sea más legible, la siguiente parte la subo mañana).

No sé que decir, es la primera vez en mucho tiempo que escribo una historia completa y más aún que la termino de verás así que... quiero agradecer a todos los que acompañaron esta historia... de verdad, lo aprecio mucho. En fin, sin más que decir, que comience el fin.

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¿Este era su castigo?

¿Vagar por el vacío, reducido a un alma sin distinción de las demás?

...

Todo lo que hizo en vida no valdría de nada, no sería recordado como un gran empresario o artista, apenas saboreó el amor en su corazón, no tenía descendencia ni un legado que marque su paso por el mundo. Su empresa acabaría en manos de su viuda y quizá, solo quizá, sería ella quién mantenga su nombre en la memoria de aquellos aún en pie.

Callado, contemplaba sus alrededores, era uno más en la masa de almas con un destino similar, ya no relucía entre los demás.

Sin control sobre sí mismo, sus oídos captaron las voces de aquellos que lo rodeaban. No reconocía a nadie, normal, tampoco es que supiera de muchos fallecidos. Se preguntó si encontraría a Ibuki o a su padre adoptivo, que dirían de sus actos desde que ambos partieron del mundo de los vivos. A lo mejor, incluso le guardaban un lugar junto a ellos. También pensó en Juno, ella no merecía terminar en un lugar así, ojalá hubiera sobrevivido y tuviera la oportunidad de vivir una nueva vida. Lamentaba todo lo sucedido, sus acciones acabaron con él y pusieron en riesgo a quienes tuvieran la mala suerte de estar a su alrededor.

-No pensé verte aquí tan pronto-

Luego de viajar por horas, escuchó una voz familiar. El león que una vez fue su consejero se acercó con intriga.

-¡Ibuki!- Intentó abrazarlo, pero solo lo atravesó. El león rió y le dió una palmada en la espalda.

-Podrías tocarme si estuvieras muerto, créeme, no quieres eso- El león se veía igual a la noche de su muerte, algo aparentemente común entre las almas en pena. -No soy el único que quiere verte... tu padre está enojado.-

-¿No estoy muerto? ¿¡Cómo hago para volver?!- Clamó, otra vez, intentando tocar al león. Incluso (no) muerto seguía siendo igual de impulsivo.

-Si supiera... lamento que esa noche haya terminado así. - Suspiró y comenzó a caminar en dirección a un pequeño pero fuerte árbol que se manifestó frente a ellos -Ven, no es conmigo con quien debes hablar-

La imponente presencia de su padre lo congeló en su lugar, lo esperaba justo bajo la sombra. De espaldas, su enorme cornamenta destacaba, majestuosa e intimidante, más que nunca.

-Los dejaré a solas. Antes de que partas, si es que lo haces, quisiera hablar contigo- Ibuki se despidió, Louis quiso quedarse pero fue arrastrado por una fuerza superior. Su padre mantuvo su silencio, frío y calculador como lo era en vida.

Por minutos, no hubieron palabras, el tiempo pareció congelarse hasta que una visión de una camilla de hospital se metió en su conversación silenciosa.

-¿Recuerdas ese lugar?- Las primeras palabras de su padre, en un encuentro en el purgatorio, sonaban como un reclamo, Louis ya no era un niño ni se encontraba bajo su tutela, aún así lo trataba como años atrás.