Entre Sombras y Susurros - [CORRIGIENDO]

05. Necesito ayuda.

٬٬⠀Necesito ayuda⠀─

ESTE CAPÍTULO CONTIENE CONTENIDO DELICADO Y QUE PODRÍA DISGUSTAR A ALGUNAS PERSONAS. POR FAVOR LEER CON PRECAUCIÓN Y NO DEJAR COMENTARIOS DE ODIO.

Narra Mery.

Esta mañana, Nate salió a trabajar como de costumbre. Escuché el traqueteo de las llaves porque no había podido conciliar el sueño. Mis heridas han mejorado, aunque aún pican demasiado y dudo que dejen de hacerlo hasta que desaparezcan por completo. Nate regresó temprano ayer, pero se fue directamente a su habitación. No tengo intenciones de hablar con él a menos que él lo haga primero. Ayer le agradecí por su ayuda y pasé el día en la cama. Por la noche, me di una ducha caliente, pero la sensación de suciedad en mis piernas fue peor en ese momento.

──Mery── una voz masculina me sacó de mi libro.

──¿Necesitas algo? Los sirvientes ya se van── era Nate. Tenía una expresión seria, lucía su traje blanco habitual, ahora con botones y detalles dorados. Sus labios estaban rosados, señal de que había desayunado.

──No te preocupes. Estoy bien── le respondí.

──Bien, tampoco estaré yo. Tengo algo que hacer y no me esperes para cenar, ¿entiendes?── remarcó la última palabra acercándose a mi rostro.

──Entiendo── incliné mi cabeza hacia atrás──. Puedes irte. No te preocupes por mí.

Nate asintió y se fue, dejándome sola en la mini biblioteca. Sabía que iba a salir; había pasado la mañana hablando por teléfono y caminando por todo el departamento. Yo, por mi parte, había hecho planes para hoy: solo estaré aquí, releyendo "Cartas a Theo" de Vincent Van Gogh. Me levantaré a hacer una taza de té si el tiempo lo amerita.

### Narrador Omnisciente

Nate bajaba por el ascensor y el plan de las tres erres había comenzado. Bogdan estaba lista y lucía un gran atuendo: un vestido azul que se ajustaba a su figura, llegando a la altura de la rodilla, dejando ver sus largas y brillantes piernas. Llevaba un abrigo blanco largo y un bolso decorado con perlas en su hombro izquierdo, y en la otra mano sostenía la correa de un pequeño pomerania. Estaba hablando con un recepcionista.

──Sí, aquí está. Su habitación es la número cuatro── dijo el joven──. ¿Me lo confirma?

──Sí, tengo la llave digital en mi teléfono── mientras ella buscaba en su pequeño bolso, el ascensor se abrió y, al escuchar el sonido de una campana, soltó al pequeño perrito café.

Mientras Nate avanzaba, el pequeño canino corrió hacia sus pies, obligándolo a detenerse.

──¡Mi perro!── Bogdan lo siguió y logró alcanzarlo cuando se detuvo a oler los zapatos de charol negro de Nate. ¡Lo siento mucho!

Mientras Bogdan se disculpaba sin cesar con Nate, Milena, vestida de conserje, se escabullía por detrás. Las puertas del ascensor se cerraron y ella comenzó a destornillar cada extremo del panel. Conectó un aparato que sacó de su bolsillo y comenzó a escanear cada código de cada piso. Dejó el aparato trabajando y cerró nuevamente el panel. Subió al piso seis para disimular.

──No se preocupe── le dijo Nate con calma a Bogdan.

──¡No!, ¿cómo dejaré esto así?── Bogdan miró hacia abajo──. ¡Ahora sus zapatos están opacos!