18. él pastelito travieso

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— ¿Y funcionaba? — preguntó y asentí

— totalmente, yo también quedaba impactada pero esté es un nuevo remedio que yo probé — le informó y él sonríe — ¿Listo? — le pregunto para ponerle la pomada, Zeus responde extendiendo su mano hacia mi, justo en la mesita donde le aplicó la pomada con gentileza

— eres muy inteligente y hermosa, no cualquiera tiene eso — me indica y me sonrojo. En la escuela la gente nos decía a mi amiga y a mi, que éramos bonitas pero tontas y eso me podía, por eso que él me diga eso es tranquilizador.

— él cielo está muy bonito, realmente hay muchas estrellas — veo él cielo por un segundo, con intención de cambiar de tema y él mira lo mismo que yo — en mi mundo no hay muchas

— será porque hay mucha luz que las hace imposible brillar — señaló y lo miro asombrada por su frase

— ¡Eso es! — concuerdo, para darle una última retocada con mis dedos llenos de pomada y aplicarla en el dorso de su mano, termino para guardar las cosas y seguir viendo la luna y las estrellas

— ¿Quieres un poco de té? — preguntó Zeus y asiento, él me sirve un poco para dármelo y servirse uno él

Tomo un sorbo de mi té cuando mi mente divaga un poco, así que dejó la taza en su lugar.

— ¿En qué tanto piensas? — preguntó Zeus frente a mi y veo sus lindos ojos mirarme, y sus cejas un poco fruncidas

— en tú mamá, es una heroína y entonces me preguntó sobre tú cicatriz, no puedo evitar sentir curiosidad — le digo apenada, moviendo mi mano nerviosamente sobre la taza — La cicatriz que te vi ese día, ¿Tiene algo que ver con tú mamá?

Por la impresión en su rostro creo que estoy en lo correcto, suspiro con fuerza porque me estoy adentrando muy a fondo.

— si, fue por querer salvarla — respondió y asentí con tristeza

— disculpa, no quería ser entrometida — aclaré enseguida y Zeus sonríe de lado

— te lo contaré, si no tú cabecita no dejará de dar vueltas en el asunto — indicó y lo miro apenada, sin decir nada — la cicatriz me la hice por salvar a mi mamá, yo era un niño en ese entonces y al ver a mi madre enfrentarse al peligro, sentí la necesidad de protegerla aunque fuera un niño, al protegerla me  hirieron pero no me arrepiento de haberlo hecho — dijo Zeus con orgullo y puedo ver la tristeza en su mirada al recordar

— no quise ponerte triste, en verdad eres muy fuerte — aseguré

— basta de sentimentalismo, mejor probemos tu regalo—  me pide y asiento, enseguida me desconcertó cuando se levanta para ponerse a mi lado, poniendo el cojín cerca mío.

— ¿Qué haces? — pregunté confundida y asustada

— sólo quiero probar de ese postre — Indicó como si nada, nerviosa tomó del pastelito de la caja para entregárselo pero él hace un gesto con la boca, indicando que le dé y lo miro sorprendida.

¿Por qué está haciendo esto?, Respiro hondo porque no sé si esto va ayudar a no enamorarme de él. Acerco mi mano con el pastelito blanco y esponjoso a su boca, él abre en espera y sonrío para darle una sorpresa inesperada, él pastelito lo llevo a mi boca para comerlo yo y disfrutar de mi rico postre.

Su textura y sabor son deliciosas, ¡no puedo creer que yo haya echo eso!, Pero si sabe esponjoso como se ve y muy dulce, justo en su toque. Río al ver su cara de impresión por lo que hice, ¡Zeus esperaba que le alimentará!.

— ¿Enserio?, ¿A eso quieres jugar? — dice con mirada desafiante y río para negar enseguida

— i'm sorry, pero de verdad que fue divertido, no lo puedes negar — le digo y él sonríe un poco, negando con la cabeza. Así que tomo un pequeño trozo de pastel, que es como una galleta o tipo pan, blandito, y se lo doy a lo que él recibe para probar

Mi mundo eres tú Where stories live. Discover now