El Cartel del Sur [kookv]

Capítulo 26: Nace un Demonio

Sábado 14 / 11:30 pm
Después del incendio

Estaba en aquel lugar al que prometió nunca más volvería a pisar, aquel lugar que alguna ves no muy lejano fue un imponente instituto, un viejo paradero decrépito, un sitio al que los padres llamaban paraíso y todos los habitantes en aquel lugar llamaban exilio, la peor pesadilla y considerado el peor castigo para todo aquel que ponía un pie en ese lugar, él sabía que pasaba en ese lugar, él sabia ya que él lo vivió. Miró los alrededores y sonrió ante la inmundicia, los recuerdo lo golpeaban y la tormenta que vivió se hizo presente

Aquél lugar estaba rozando el límite entre lo real y el mismo infierno. Las almas que solían vivir ahí pedían a gritos ser salvadas y liberadas de aquel lugar aun que este aparentara todo lo contrario a lo que era en realidad, pero él le daba igual, nadie podía salvarse de su condena y no podían escapar del cruel destino o por lo menos no con vida, para salir tenían que morir y a él lo mataron desde hace años atrás

Ese lugar era la peor pesadilla que un niño o adolescente podía tener, ser mordido por el abismo, transformar la vida en una pesadilla, que se traguen todos los buenos sueños y te dejen esos que te asustan y te causen el más profundo miedo, estar allí marca tu alma como si fuese un sello, un tatuaje permanente en tu alma y cuerpo. Por que en ese lugar solo malos recuerdos y sueños perturbadores solían tener los que habitaban ahí y les dejaban un sabor amargo en la boca ante el recuerdo, pero ganaba lo que más aterraba y hacia años le habían puesto nombre: "モンテネグロ研究所 <InstitutMonteneguro kenkyūjo>" ( instituto monte negro)

Estaba de pie en aquel lugar, sonrió satisfecho ante lo que sus ojos veían, en ese momento no podía sentirse más a gusto con sigo mismo, con lo que había logrado en tan poco tiempo y todo gracias a su inteligencia; no, era algo más haya que eso, era algo mucho más grande, se podría decir que tenía un profundo conocimiento de todo ya no tenia limites, ya se había dado cuenta de lo que era capas de lograr. ¡Eso es!, era algo que iba mucho más allá de los límites normales de la sabiduría humana, era un gran don y se acaba de dar cuenta de ello, de todo lo que podía ser capas, ya nadie podía detenerlo

Sonrió ante lo que sus ojos enfocaban. Esa misma sonrisa que se ensanchó aún más, por primera ves se sentía invencible, eso era justo lo que sentía en ese preciso momento, internamente podía sentir lo capas sagas y eficaz que era y podía llegar a ser más que eso. Era extremadamente capaz de todo y el curso de los acontecimientos era gran prueba de ello, ya que él nació con ese don, ese don que desde pequeño se le fue otorgado ¡Bendito sea su maldito don!

Sus ojos vieron un lugar destruido, una espesa neblina lo cubría, dio lo vuelta con suma elegancia entre las espesas nubes que habitaban el suelo de esa fría y oscura noche, se dirigió a los más profundo del bosque –que rodeaba las ahora ruinas del instituto– para no ser visto fácilmente pero se quedaría escondido detrás de un árbol a ver como sacan todos esos cuerpos de ese lugar

Empezó al llover, las pequeñas gotas de lluvia acariciaban su pálido rostro, sabia que se avecinaba una gran tormenta, los bomberos y policías que habían apagado las vivas llamas y sacaban los cuatrocientos cuerpos sin vida –algunos irreconocibles y otros destrozados sin contar los calcinados que no se pudieron encontrar– de los ahora escombros del instituto, para ellos él era invisible, un fantasma, un ser de la noche, la imponente criatura de oscura presencia que los acechaba desde las sombras de lo mas profundo de la oscuridad. La fina brisa que lo cubría parecía reírse de ese caos, se reía por que sabía que él lo causó, pero él se sentía extasiado de haber cobrado venganza y se dio cuenta que lo que decía todos era cierto asi que paso su lengua por sus labios y la saboreo ¡La venganza en dulce!, su mirada estaba clavada en los cuerpos sin vida y su mirada era fría, calculadora, mortal y oscura....