El Cartel del Sur [kookv]

Capítulo 29: Película de terror

Lo que más duele de una traición es que llega de quien menos te lo esperas... y una de las pocas cosas tan dolorosas es decir adiós a quien todavía quieres...

—Alejandro Ordóñez

°°🍷°°

Silencio.

Lo que más reinaba en ese auto era el sepulcral silencio, nadie hablaba, pero el azabache parecía estar extrañamente divertido con la situación en la que se encontraba.

¿Su ángel en la cárcel?

Era algo cómico si lo veíamos desde la perspectiva de Jungkook y es que su ángel definitivamente era alguien de temer, podía tener apariencia de ángel pero era todo lo contrario.

Lo había descubierto con el paso del tiempo y es que el chichillo el cual amaba solía tener un temperamento fuerte.

Cuando el auto paro al frente de la estación de policía muchos de los oficiales se le quedaron viendo con total asombro revuelto con miedo y es que ver un convoy de autos de combate modificados los cuales por la apariencia exclusiva de estos solo les podían pertenecer a una sola persona en todo Japón, lo cual solo podía significar una cosa...

Su amo estaba ahí.

Cuando se bajo del auto e ingreso a la estación pudo ver como todos los policías que estaban sentados se levantan al verle e hicieron una reverencia de ochenta grados, el pelinegro ignoró esto y con paso tranquilo y firme se dirigió a la encargada, la cual conocía muy bien, ella era de los suyos, pero antes de poder llegar a donde ella un hombre de edad media se atravesó en su camino haciendo que parara su andar.

— Señor Jeon ¿Qué hace usted por aquí? – pregunto con duda y es que no se esperaba que el gran empresario Jeon estuviera en la estación.

Jungkook simplemente se le quedo viendo sin responder, no lo conocía así que no era parte de su gente, se quedó largos segundos viéndolo fijamente sin apartar la mirada hasta que de reojo vio a la encargada acercarse y apartar el hombre que interfería en su camino.

— Vete... yo me encargo de esto – exclamó con voz fría la encargada del lugar, se quedo viendo al hombre fijamente hasta que este se fue hacia una esquina, volteo a ver a su jefe quien no había quitado su vista de ella desde el momento que llego — Amo Jeon – saludó.

El azabache simplemente asintió con su cabeza aceptando el saludo, al parecer tener gente trabajando para la policía si funcionaba de algo.

— Las celdas – ordenó Jungkook, la oficial sin decir más nada solo señalo el pasillos por donde estaban estas.

Jungkook se dirigió a estas sin voltear a darle una segunda mirada a la oficial, detrás de él iban Namjoon y Yoongi quien simplemente imitaron la acción del pelinegro mientras Jackson y Tzuyu se quedaban en la sala de espera del lugar con el resto de los guardias del azabache.

El pelinegro fue revisando de una en una las celdas buscando a su ángel y entre más se acercaba al final de estas más fuerte se escuchaba una canción, no debías de ser adivino para saber quienes eran así que se acerco a esta y vio perfectamente como cuatro chicos estaban abrasados mientras Jimin tocaba una pequeña canción de cárcel en una armónica.

¿De donde diablos había sacado una armónica?

Reprimió una sonrisa al ver como estos estaban y es que para este punto los cuatro ya estaban al mareados y viendo doble.

Taehyung levanto la mirada al sentir unos pares de ojos viéndolos y se topo con los penetrantes ojos negros de Jungkook quien lo veía fijamente, el castaño no pudo evitar soltar una pequeña risa coqueta y lo vio de arriba a abajo mientras se mordía su labio inferior.