hola, de nuevo

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sus párpados se cerraban cada dos segundos y el dolor de cabeza era cada vez más insoportable,el sueño era enorme y recién estaba llegando a china.

deberían haberle dicho cuando realmente volvería choi de su largo pero corto viaje, hubiera aprovechado mejor su tiempo a solas y sin el, ahora, debería aguantar vivir en el rojo infierno con el mismísimo diablo.

sabía que en algún momento, soobin volvería pero no creyó que fuera ahora, realmente creía que tardaría mucho más, tres meses no eran nada a comparación de los viajes que hacían sus compañeros de trabajo, era algo extraño de pensar.

en sí el tipo vive con un tipo de dromomanía, así que no era tan raro si lo piensas bien, beomgyu ya estaba acostumbrado a que el hombre vaya de un lugar a otro, básicamente es un hombre de negocios.

-señor jeon- la voz grave del capitán hizo saltar en su lugar a beomgyu.

-debe bajarse-beomgyu asintió y bajó de aquél jet el cual ya estaba estacionado.

tal cual como había dicho la rubia mujer, se encontraban alejados un poco de aquél tipo de aeropuerto, dos hombres de piel morena se situaban en frente de aquél pequeño avión con la misma vestimenta que la chica.

los sujetos esperaron a que el pelinegro baje de donde estaba y dieron la vuelta esperando a que beomgyu los siga, este entendió el llamado de los hombres y siguió el paso hasta llegar a un auto que parecía ser un maserati color cielo, los dos hombres se subieron a este, uno en el asiento del conductor y el otro del asiento trasero, mirando sin ninguna expresión al menor, le decían claramente que se siente dentro del auto, este hizo caso y se adentró.

llegando a un tipo de estacionamiento vacío, los hombres bajaron rápidamente del auto , abriendo así la puerta del acompañante en la que estaba beomgyu, este salió y se puso frente al auto esperando lo que sea que esté planeando aquél hombre.

un auto negro de lujo venía rápidamente desde donde se veía el aeropuerto, llegando a donde estaba situado beomgyu.

el paradero del auto fue justo al lado del gran coche cielo del que se había bajado minutos antes.

uno de los hombres con los que había viajado, se adelantó rápidamente a abrir la puerta del copiloto del coche negro, saliendo de este, satanás en persona con una enorme sonrisa en la cara.

este se acercó con avidez dando pasos ligeros cerca del pelinegro.

-beom...gyu- hizo una pausa mientras sonreía y levantaba las manos a la distancia de sus hombros.

-soobin- dijo el menor con clara seriedad en el rostro.

- te extrañé tanto, pequeño - dijo, para así darle un beso en la mejilla a beomgyu, este solo intentó alejarse, pero fué en vano.

- creí que te quedarías más tiempo - dijo levantando una ceja.

- dije, no tanto tiempo, como para que te puedas alejar de mi- mencionó -ahora sube al auto-dijo mientras apuntaba este.

los dos subieron, dejando así, atrás a los agentes los cuales seguían parados sin decir una palabra.

-te compraste otro- acotó el menor.

-si, me aburrí del ferrari, los tiene todo el mundo- dijo despreocupado.

lo del auto no le importaba en lo más mínimo, le importaba lo poco que duró su felicidad en estos meses, acaso había sido mala persona en su vida pasada? ,por qué le estaba pasando esto?, más de una vez esas preguntas pasaron por su cabeza, ese tipo volvía cuando quería y hacía lo que quería con beomgyu, no era extraño, ya que era diario, pero si, incómodo, molesto, irritante, básicamente ambiguo.

forbidden || yeongyuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora