Tras un episodio depresivo, la madre de Lara decide mudarse de regreso a Forks. Allí se reencontrará con su prima, Bella y su tío, Charlie.
Pronto Lara descubrirá por qué todos actúan tan raro y tras un evento inesperado, terminará metida en el medi...
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Los días siguientes a aquel extraño evento fueron, por increíble que parezca, muy buenos. Había recuperado totalmente su relación con Jake, Leah y Seth. Ahora que ya no había más secretos entre ellos, las cosas parecían marchar muy bien.
El mejor momento de la semana, por lejos, fue el martes a la noche. La madre de Leah y Seth, Sue Clearwater, había organizado una cena en su casa y por supuesto, Lara y Vivian estaban invitadas, al igual que Jacob y su padre Billy, y el mismo Charlie.
—¡Dios mío, Lara! —habló Sue cuando la vió por primera vez desde que había llegado a Forks.
—¡Sue! ¿Cómo está? —respondió con casi tanta felicidad como la de la mujer.
—Ay mi niña, ¡estás preciosa! —dijo y la abrazó. Ambas sonrieron. —Y enorme. Ya eres toda una mujer —comentó mientras acariciaba su mejilla.
—Sigue siendo un renacuajo para mí —interrumpió Charlie. Los presentes allí rieron.
—Deberías dejarla volar, Charlie —le sugirió Bill.
—Si, ni si quiera Vivian es así y eso que es su hija —añade Sue.
—Bueno, bueno, ¿Qué son esos reclamos? Soy su tío, es mi trabajo —se defendió y Lara puso los ojos en blancos. Recordó cuando era tan solo una niña y Charlie le decía que ella podría tener novio recién a sus treinta años.
En la preparación de la cena, Sue y Vivian se pusieron a hablar y terminar de preparar todo en la cocina, Charlie se sentó en el sofá con Billy a hablar, y ellos habían ayudado a poner la mesa, y tan rápido como terminaron de hacerlo, subieron escaleras arriba a hablar en el cuarto de Seth, justo igual que cuando eran niños.
Seth estaba frenético, enseñándole cada detalle de su habitación a Lara. Había arrancado por una repisa con algunas fotos y terminó, (por un comentario de Lara) enseñándole toda su colección de vinilos. Podrían haber estado hablando toda la noche sobre la música que escuchaban y su opinión de diferentes artistas, pero tuvieron que parar porque ni Jake ni Leah aguantaban un segundo más de aquello.
En su lugar, hicieron lo más divertido que tienen para hacer un grupo íntimo de amigos: criticar. Oh, ¿quién no amaba el chisme? ¿Quién no amaba tener un enemigo en común con tus amigos? Alguien que les caiga mal a todos por igual. Bueno, ciertamente Lara amaba eso. Y en aquel momento, el primer nombre en caer fue el de Bella.
