21: De rodillas

1.2K 72 47
                                    

⚠️ ADVERTENCIA ⚠️

Este capítulo está catalogado para personas con mente abierta y con las capacidades necesarias para entender los actos narrados a continuación. No estoy a favor de lo que se cuenta, no apruebo, ni romantizo ninguna acción. Tan solo es parte de la novela y del desarrollo de cada personaje dentro de la misma.

Dicho esto... ¿Preparados para leer este suculento capítulo de madrugada? 🤗

⊱⋅ ──────────── ⋅⊰

Y es que hasta para ahogarte tienes que estar en el mar correcto.

Ron Israel.

{Capítulo 21}

Sophie Miller

Tiempo pasado...

Cuando llegamos a la salida de "Kerstin" no me sorprendió encontrarme a Asier, mirándome con los ojos bien abiertos, sin creerse al parecer que lo hubiese atrapado con otra mujer. Quizás mis palabras no fueron del todo hiriente, quizás no pude expresar todo el remordimiento y el odio que me hizo sentir en ese instante, y los cuales todavía se rehúsan a irse de mi cuerpo. Él me ha hecho cualquier tipo de calamidad, pero pensé, ingenuamente, que después de todo nuestro proceso, de nuestra evolución, no metería más su enorme pata en un agujero tan grande. Asier me había decepcionado completamente, otra vez, de hecho; y no sabía si sería capaz de perdonarlo de nuevo.

—¿Cómo es que estabas allá, y también aquí? —llegó casi corriendo hasta mí, agarró mi mano con mucha fuerza y me lanzó sobre él.

—Déjame y no te hagas el infeliz conmigo, ese papel no te queda.

A mi derecha estaba Daiser, quien solo miraba el panorama. Antes mientras llegábamos aquí, habíamos hablado de esta posibilidad, la de que Asier Miller estuviera esperándonos para confrontarnos. Por eso le había pedido que no intercediera a menos que fuera estrictamente necesario. Yo necesitaba, necesito cerrar mi etapa con Asier.

—Te lo juro Sophie —se echó ante mis pies, de rodillas, con sus manos empuñando mi vestido. De sus ojos estaban cayendo pesadas gotas saladas—, yo pensé que eras tú. Siempre creí que eras tú la que estaba conmigo. Te extrañaba tanto mi vida, lo juro, te lo juro niñita. Por favor cree en mí —suplicó.

—¡Levántate! ¡No implores! ¡No te rebajes por nadie! —Grité, eufórica. Lo odiaba, lo hacía, pero no iba a dejar que nadie se sintiera tan humillada como él me hizo sentir tanto tiempo atrás— Solo tienes lo que te mereces, no me pidas que crea en ti, porque no lo haré. Siempre ha existido en mí estos sentimientos contradictorios que me hacían volver a ti una y otra vez, aun sabiendo que nunca cambiarías. Pero ya no quiero más eso para mí Asier. Solo aléjate de mí de una maldita vez.

Miré a Daiser, quien desde su posición admiraba la escena con sus brazos cruzados. Su mirada tenía un estibo de complicidad, y al mismo tiempo admiración. Él me mira como si no se creyese que yo, justamente yo haya sido capaz de poner a ese demonio en su sitio. De un segundo a otro Asier se levanta del suelo y seca sus lágrimas con brusquedad. Su cara se desfigura un poco y sin pensárselo dos veces avanza hacia Daiser con la intención de golpearlo. Su puño se alza y lo impulsa contra su primo, pero mi cuerpo se entromete entre ellos y se queda estático frente a Daiser. Solté una bocanada de aire seco al apreciar la mano de Asier doblegándose ante mí, cayendo levemente hasta su posición inicial.

Suspiré.

Daiser sonrió.

Asier bufó incrédulo.

—¿Acabas... —dijo, pero sus palabras parecían incapaces de salir de su boca—... ¿Acabas de salvar a ese mal nacido? —Esta vez su voz parecía rota, como si mi acción hubiera destrozado algo dentro de él. Pero no me quebranté, al contrario, asentí y vi como una última lágrima rondaba por su rostro hasta que nos dio la espalda— Las personas cambian cuando alguien realmente les importa, y tú mejor que nadie sabe lo que nuestros corazones sienten.

Slave To Him (Trilogía Slave, Libro 3)Where stories live. Discover now