29: XOXO, Sophie.

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Dice estar muerto pero llora con ciertas canciones y se conmueve al filo de un libro. Él no está muerto, solo está infinitamente roto.

Elena Poe.

{Capítulo 29}

Sophie

Olía algo delicioso, como el caramelo que haces antes de echarlo en un flan. Era tan dulce que causaba estragos en mi interior.

Mi estómago rugió con fuerza y me obligué a dar una vuelta sobre la cama.

Después abrí los ojos cuando unas diminutas manos comenzaron a quitar los cabellos desgreñados de mi cara.

Lo primero que vi fue a las dos clones mirándome con una sonrisa traviesa. Mina tenía un moño despeluzado en el centro de su cabeza, no llevaba puesto nada encima y sus piececitos tenían manchas de acuarela. Iris, al contrario, seguía con su mini pijama totalmente limpia y me miraba con esos ojitos grises un poco marchitos.

Me dolía el alma cuando ella tenía un día como estos y sabía que su pequeña hermana sufría lo mismo que ella a pesar de no tener su enfermedad. Mina amaba a su hermana más que a nada y cuando Iris se entristecía o dejaba de comer, su clon hacía lo mismo para no hacer sentir mal a su igual.

Iris había nacido con un defecto cardíaco congénito que le causaba un problema en la estructura de su corazón. Los doctores habían dicho que algunos niños nacían con este tipo de inconveniente pero que el problema resultaba ser simple, en el caso de Iris, su enfermedad resultó ser más compleja y aunque no se le ha hecho alguna cirugía gracias a los medicamentos que le recetó el médico de la familia, no se descartaba la posibilidad de que en un futuro tuviera que entrar al quirófano.

Cada día me levanto con la incertidumbre de si mi pequeña se mantiene sana y con ganas de vivir. A lo largo de estos casi tres años desde que nacieron he vivido feliz, sin preocupaciones externas, pero con el alma marchita por mi niña.

Los primeros meses de vida de Iris se los pasó en una incubadora con varios doctores y enfermeras siguiendo su débil estado diariamente. Los primeros signos y síntomas aparecieron rápidamente con su agitada respiración, luego comenzó a tener dolor en el pecho y sus latidos cardíacos eran irregulares.

Dijeron que Iris padecía de miocardiopatía pediátrica tras realizarle un ecocardiograma y un electrocardiograma, una afección que impide que el corazón bombee de manera eficaz y no puede suministrarle al cuerpo suficiente sangre para funcionar.

—¿Cómo están mis angelitos hoy? —les dije sobando sus mejillas—. Por lo que veo su tía Farah me dejó dormir un poco más para malcriarlas —susurré y toqué sus naricitas con delicadeza.

Las niñas cumplirían tres años dentro de dos semanas, para ese día habíamos planeado llevarlas a una piscina y después a un parque temático. Sería un día bastante cargado pero que ellas disfrutarían; y desde que Farah se los contó ellas preguntaban como podían cada día cuando sería su cumpleaños.

A pesar de su corta edad, ambas habían comenzado a hablar desde que cumplieron un año, aunque Iris tardó unos meses, ella era la más callada de ambas y eso nos tenía asombradas puesto que sin lugar a dudas, Iris era la copia viva de su padre: Asier. Mina se parecía más a Jimin, ella era su hija, tenía el mismo cabello rubio y sus ojos mieles. A veces nos reíamos porque a medida que crecían se parecían más a ellos y los pocos rasgos míos pasaban desapercibidos.

—Ma —dijo Iris muy bajito—, duele, aquí.

Se señaló su pecho y de inmediato me puse de pie y la cargué entre mis brazos. Comencé a darle suaves masajes en esa zona y miré seguidamente la hora en el reloj del cuarto. Era casi tiempo para que ella ingiriera los medicamentos.

Slave To Him (Trilogía Slave, Libro 3)Where stories live. Discover now