Capítulo 24 {2 Parte}

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Eso hace que mi mandíbula caiga y lo golpeo en el hombro.

—Eres horrible.

—Sólo métete en el auto Leah.

Entonces, rápidamente corro hacia el otro lado. Cuando abro la puerta para entrar, en realidad le doy un vistazo a la calcomanía en el lateral. Estrechando los ojos, susurro:

—Oh Dios mío. Esa es mi libélula. ¡Sunghoon! Mi libélula está en el lateral del auto.

—Sí —replica—. Iba a ver cuánto tiempo te llevaba darte cuenta de eso.

Me inclino para pasar mi mano a lo largo de ella.

—¿Cómo es que siquiera pudiste hacer esto?

—Tomé tu imagen e hice que la escanearan y luego la pusieron en el lateral del auto.

Mi mano se posa encima de mi corazón y lucho por contener las lágrimas.

—Esto es increíble.

—Entra en el auto y te mostraré más cosas increíbles —indica él.

Todavía asombrada, me meto en el lado del conductor, y Sunghoon se sienta en el asiento del pasajero.

—Muy bien, tienes un equipo de música de primera clase, ya que te gusta escuchar tu música a niveles ensordecedores.

—No lo hago —jadeo.

—Leah, me he puesto tus auriculares en numerosas ocasiones y creo que mis oídos sangraron cada vez. Así que, o te gusta la música a todo volumen o eres sorda, de cualquier manera, el equipo de música funcionará. Ahora, para ir a juego con la iluminación de neón tienes iluminación ambiental, pero puedes cambiarle el color a eso. Tienes vidrios polarizados obviamente. ¿Quieres que continúe con en el motor?

Frunciendo el ceño, digo:

—No particularmente.

Sunghoon suspira:

—Me lo imaginé. Hablaré con los chicos al respecto. Entonces, ¿qué te parece?

—Es increíble —Sorbo ruidosamente y luego comienzo a llorar.

—¿Por qué diantres estás llorando? —grita Sunghoon.

Agitando las manos, tartamudeo:

—No, no, no, lágrimas de felicidad, nunca nadie ha hecho algo tan lindo por mí. Siento que no debería aceptarlo, pero... EN REALIDAD lo quiero.

—Bueno, eso es bueno, porque es tuyo —afirma Sunghoon—. Ahora, tienes que llevar este cachorro a una prueba de manejo. Es de cambios manuales porque cualquier cosa con un motor poderoso tiene que ser de cambios manuales.

—De todos modos, en realidad no me gustan los automáticos — replico. Con una gran sonrisa, pregunto—: ¿Estás listo? — Sunghoon me devuelve la sonrisa.

Es de lejos la cosa más maravillosa de mi vida. Nosotros como que... salimos volando de la escuela. Sinceramente, no me importa. Es un día genial.

Sunghoon me hace salir en una vieja carretera y me muestra lo que el auto realmente puede hacer. Sí, me doy cuenta de que no deberíamos estar haciendo eso, pero...

Finalmente, Sunghoon conduce a un parque y se detiene en un puesto de estacionamiento.

—Entonces, ¿estás contenta?

—Sí —contesto, apoyando mi cabeza en el respaldo del asiento—. No tienes ni idea. Siento que te pasaste un poco de la raya. Podrías haberme conseguido una chatarra de auto y yo habría sido feliz.

The Art Of The Life - Park Sunghoon (ADAPTADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora