Capítulo 28 {2 Parte}

1K 101 2
                                    

—Sí —contesto en voz baja—. ¿Cómo estuvo tu día?

—Largo, tenía una gran cantidad de pequeños proyectos para hacer. Me encanta mi trabajo y todo, pero a veces puede ser agotador. ¿Dónde van a ir esta noche?

Con un encogimiento de hombros, replico:

—No tengo ni idea.

—Nada de besos en la primera cita —afirma Sunghoon.

—¡Sunghoon! No empieces. Si queremos besarnos, vamos a besarnos. No pienso saltar en el asiento trasero con él.

Sunghoon apunta con su dedo hacia mí.

—Voy a encerrarte si eso sucede.

—Cállate. —Me río—. ¡No lo haré!

Sonríe de nuevo.

—Sólo tienes que esperar y ver.

—No hay nada que ver. No voy a hacer nada con Jay. No preocupes a tu cabecita. Voy a ser tan inocente cuando llegue a casa como cuando me vaya.

—Espero que sí, y no lo estoy diciendo como una amenaza. Lo digo en serio. Espero que mantengas tu sentido. Puede ser difícil cuando se empieza a encariñarse a alguien, no saltes a ellos en cada momento que tienes.

Vuelvo la cabeza y lo miro.

—¿Cuándo tuviste ese problema, o hablas de Kaitlin?

De repente, Sunghoon se endereza y mira al suelo.

—Tengo impulsos al igual que cualquier otro chico. Sólo ten cuidado, bien. —Con eso se da vuelta y se aleja.

Mi mandíbula tiene que estar en el suelo. ¿Qué DEMONIOS fue eso? ¿A quién estaba enganchado? Sunghoon está ocultando algo de mí, pero... ¿por qué? Pensé que habíamos pasado por esto. Me doy vuelta y miro hacia abajo al mostrador. ¿Pregunto? ¿Debo decir algo? Pensé que estábamos siendo honestos, sobre todo. Pues bien, supongo que eso significa que no tengo que decirle todo. Recojo el secador de cabello y termino de arreglarme.

Mirándome en el espejo, respiro profundamente. Yo escogí el conjunto. Tengo un vestido de jersey y leggings. Mi cabello está lacio, además tengo un poco de maquillaje. ¿Cómo me veo?

—¿Sunghoon? —grito.

Unos segundos más tarde, se acerca a la puerta.

—¿Sí?

—¿Cómo me veo? ¿Me veo bien? ¿Debería cambiarme?

—¿Qué tal si te calmas? Te ves muy bien, pero siempre creo que te ves muy bien —afirma Sunghoon con una sonrisa.

Gimoteando, digo:

—¡Eso no me ayuda! Necesito saber si Jay pensará que me veo bien.

—Si él tiene algún sentido en él lo hará. Necesitas relajarte, Leah. Se supone que debes estar haciendo esto porque estás emocionada.

—Lo estoy —digo, tratando de convencerme a mí mismo—. Estoy muy emocionada, realmente nerviosa.

Un golpe en la puerta me sobresalta. Sunghoon levanta la ceja.

—¿Quieres que vaya yo?

—No. —Jadeo—. No lo sé. ¿Sí? ¿Qué debo hacer?

Resoplando, Sunghoon dice:

—Voy a abrirle. —Me quedo de pie torpemente, mientras Sunghoon abre la puerta.

—Hola Jay —articula Sunghoon, sonando un poco brusco en su nombre—. Entra.

Mientras oigo:

—Vamos a tener una charla en primer lugar. —Giro en la esquina.

—Nada de charla Sunghoon. —gruño con una sonrisa—. Déjalo en paz.

Jay me devuelve la sonrisa.

—Te ves maravillosa.

—Gracias —respondo tímidamente—. Te ves apuesto como siempre. —Veo a Sunghoon rodar los ojos y quiero darle un puñetazo—. Sunghoon, basta.

—¿Quééé? —replica—. No estoy haciendo nada... todavía. —Él vuelve su atención hacia Jay—. Trátala bien o tendrás a tres aterradores tipos buscándote.

Obviamente, sin estar molesto por el comentario, Jay dice:

—Pensé lo mismo. No esperaba nada menos de ti, así que ella estará segura.

—Es un poco sobre protector —murmuro, agarrando mi chaqueta nueva. Creo que no voy a usar la vieja nunca más—. ¿A dónde vamos de todos modos?

—Te lo haré saber cuándo estemos dentro del auto —responde Jay con una sonrisa.

Sunghoon me quita la chaqueta y me ayuda a ponérmela.

—Gracias —susurro—. Bueno estoy lista.

—¿Tienes tu tarjeta de crédito e identificación? —pregunta Sunghoon.

—Sí, Dios, estoy bien. No estaré fuera tanto tiempo. Es una noche de escuela.

—¿Está Leah lista? —pregunta Jay.

Cruza sus brazos.

—Sólo quiero que estés a salvo. Te quiero, he jurado protegerte.

—¿Cómo mi caballero? —Me río.

Asintiendo, responde:

—Sí, porque yo soy tu caballero. Desde el primer día, ¿recuerdas?

—Por supuesto que me acuerdo, y te quiero por eso, pero tenemos que irnos.

—¿Qué vas a hacer esta noche? —Jay le pregunta a Sunghoon.

Estirando sus brazos dice—: Voy a correr 16 kilómetros.

—Vaya, eso es correr mucho —comenta Jay.

—Despeja mi cabeza, y necesito eso hoy.

Abro la boca para preguntar por qué, pero luego me detengo.

—Está bien, diviértete —digo finalmente. Miro a Jay—. Está bien, vamos.

Él abre la puerta y salimos. Me despido con la mano de Sunghoon y me devuelve el gesto.










🧡🧡🧡

Sí hay algún nombre sin editar me gustaría que me lo hicieran saber.

Sí hay algún nombre sin editar me gustaría que me lo hicieran saber

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
The Art Of The Life - Park Sunghoon (ADAPTADA)Where stories live. Discover now