Capítulo 28 {1 Parte}

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Soy despertada a la mañana siguiente, por el movimiento junto a mí.

Abro los ojos para encontrar a Sunghoon sentado allí con una bandeja. Él sonríe.

—Te dije que te traería el desayuno.

—¿Qué? —digo, sentándome.

Sostiene la bandeja hacia adelante.

—Es el desayuno. —Miro hacia la comida.

Hay panqueques y huevos, todo. Mis ojos se vuelven hacia él.

Encogiéndose de hombros, Sunghoon dice:

—Fui y conseguí la comida, ya que no conseguimos una habitación de hotel ayer por la noche, y te prometí el desayuno en la cama.

—Gracias —susurro—. ¿Vas a comer conmigo?

Resoplando, Sunghoon responde:

—Eh, sí, conseguí desayuno para mí, también. Empieza a comer. Volveré en un momento. —Se levanta y se inclina. Sus labios vienen a centímetros de mi frente, y se detiene—. Lo siento, los viejos hábitos son duros de matar.

—¿Vamos a pasar por esto otra vez? Bésame en la maldita frente Sunghoon. Eso está muy bien.

—Está bien —murmura. El beso es rápido y suave—. Volveré en un momento.

Comemos el desayuno en mi cama, lo cual es muy divertido. Grito a Sunghoon por dejar migajas por toda mi manta, y él solo saca la lengua. El resto del día es bastante tranquilo. Nos ocupamos de todo como es normal, excepto que puedo decir que él está luchando por tocarme. Trato de mostrar afecto, pero él solo se aleja. Es un poco irritante.

A la mañana siguiente no es mucho mejor. Lo único que me da es un abrazo, pero es un abrazo prolongado. Simplemente nos sostenemos el uno al otro durante un minuto. Finalmente, susurra:

—Ten un buen día. —Devuelvo el comentario y me voy.

Estoy nerviosa acerca de la escuela, sin saber qué decirle a Jay, pero no lo veo hasta el almuerzo. Él está inclinado contra nuestros casilleros.

Cuando me acerco, sonríe.

—Hola, pensé que caminaría contigo a la cafetería.

—Está bien —respondo—. Déjame conseguir mi almuerzo. —Jay se aleja de los casilleros y hago precisamente eso.

A medida que caminamos a la cafetería, pregunto:

—¿Cómo estuvo la fiesta de después?

—Bueno, divertida, supongo —responde Jay—. No bebo y había bebidas allí. Sonya estaba borracha como una cuba y un poco desagradable. Intentó besarme otra vez y literalmente tuve que sostenerla lejos, y declarar, no quiero besarte. Creo que finalmente entendió el punto. Sonya es de otro planeta, creo, porque ella nunca me ha prestado ninguna atención, que no sea de paso, y de repente quiere... bueno, sí.

Frunciendo el ceño, digo:

—No es que todo gire alrededor de mí, pero ella realmente me odia. Por lo que sé, realmente le gusta Sunghoon y él no la tocaría si su vida dependiera de ello. Es posible que lo hiciera si MI vida dependiera de ello, pero preferiría morir. —Jay me mira. Ruedo los ojos—. Estoy bromeando, pero no, creo que quiere tomar lo que pueda.

―Diría que estás equivocada, pero es bastante obvio que ella sabe que... te... gusto.

—Sí —susurro—. Realmente no me gusta. No soy de las que odia a la gente, así que solo me disgusta. ¿Sabes que me llamó un fenómeno el día que ustedes conocieron a Sunghoon?

Jay me da una mirada perpleja.

—¿En serio? ¿Cuando estábamos en la cafetería?

Asintiendo, digo:

—Sí, ella dijo algo como, que este es el novio de este fenómeno.

—Caray Leah, soy un idiota. Debí darme cuenta, pero estaba un poco ocupado notándote. En serio, he sido un idiota. Has estado a mi lado durante años y nunca presté atención. Honestamente, no estoy muy seguro de por qué incluso te gusto.

—Pareces un buen chico. Hay chicos atractivos aquí de los que todas las chicas se enamoran, pero son tan superficiales, que no pueden ver más allá de sí mismos. No eres como esos —respondo—. Por lo menos no creo que lo seas. Podrías ser un estúpido a escondidas.

Eso parece ser gracioso para Jay.

—No, no creo que lo sea. No sé, sin embargo, tendrás que decirme.

—Está bien, voy a mantener mi radar en alto. —Me río.

Jay se ríe conmigo y abre la puerta de la cafetería para mí.

El almuerzo es agradable. Todos hablamos del baile. Las chicas hablan a borbotones sobre Sunghoon y el collar. Trato de cambiar de tema, pero no funciona muy bien. Jay sigue mirándome por el rabillo del ojo.

Suspiro pesadamente y le devuelvo la mirada. Él sonríe y me da un golpe con su rodilla. Ese gesto me recuerda a Sunghoon. Rápidamente sacudo mi cabeza y trato de no pensar en él.

Al final de la jornada escolar, Jay me acompaña a mi auto.

—¿Y si te recojo a las seis?

—Claro, eso está bien —respondo—. ¿Qué debería ponerme?

—La ropa estaría bien —replica Jay. Lo empujo y sigo caminando. Él trota para volver a mi lado—. Nada exagerado, estamos manteniendo la cita simple, por lo que mantén la ropa simple.

Asiento.

—Está bien. —Cuando llegamos a mi auto, Jay y yo nos quedamos de pie torpemente por un minuto—. Te veré más tarde entonces —digo finalmente.

—Sí —responde—. A las seis.

—Suena bien, adiós —digo, mientras me meto en mi auto. Él se despide y se aleja.

Mi estómago está haciendo volteretas todo el camino a casa. Estoy súper nerviosa.

Sunghoon no está en casa cuando llego al apartamento, lo cual es bueno, supongo. Salto a la ducha, para comenzar a prepararme. Sí, lo sé, me di una ducha esta mañana, pero me siento con necesidad de otra.

Mientras estoy secándome el cabello, Sunghoon aparece en la puerta.

—Hola cariño.

Apagando el secador de pelo, digo:

—Hola.

Nos miramos el uno al otro durante un minuto.

—Así que, ¿estás preparándote para tu cita, eh?







🧡🧡🧡

Si hay algún nombre sin editar me gustaría que me lo hicieran saber.

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The Art Of The Life - Park Sunghoon (ADAPTADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora