AMAR DUELE (MATT SMITH Y T/N)

CAPÍTULO 39

POV. RYAN

Dejé a Chris en el hospital y dos hombres, nunca se sabe cuándo pueda necesitar ayuda, manejé hasta una cabaña en las afueras de las vegas, el lugar de la dirección dada, los tres hombres que venían conmigo se bajaron para asegurar el lugar y algo que me llamo la atención fue un coche parecido al de mi novia, miré las placas y efectivamente era ese.

Abrí la puerta y se asustó al verme, al parecer le marcaba a alguien sin tener éxito alguno.

- ¿Qué estás haciendo aquí? – la mire confundido-

- ¿Qué haces tú aquí? – se limpiaba algo de sangre que caía por su rostro-

- ¿Estás bien? – me acerco a ella-

- Yo... - me mira fijamente y sus ojos se llenan de lágrimas- lo siento mucho Ryan, yo no quería hacer esto.

Confesó, la culpabilidad se miraba en su rostro, la miré decepcionado e hice señas a los chicos para que se la llevarán.

- ¿Qué haces? – me mira con desesperación- ¡suéltenme¡ – grita-

Le marqué a Evans y no contesto, volví a marcar pero no entrababa la llamada, salí de la cabaña e intente nuevamente, hasta que lo logre.

(Llamada)

- ¿Qué sucede? – se escuchaba preocupado-

- Tengo a uno de los cómplices – suspiro- no te imaginas quien es

- Perfecto, ya he visto a T/n, justo estoy hablando con la enfermera.

- Muy bien – se escucha mucho ruido- ¿Sucede algo?

- Hablamos más tarde – colgó la llamada-

(Fin de la llamada)

Me quedé pensando un momento en todo, indiqué que se llevaran a Gal a una casa de seguridad donde ya todos habíamos quedado de vernos después de investigar si le darían el alta a T/n, pero al parecer no todo va bien, en el auto de Gal fui al hospital mientras ponía a ella en un lugar seguro, le marque a Fabien y segundos después contesto.

(Llamada)

- Ya voy en camino – menciona a través del teléfono-

- Eso ha sido rápido – sonrío-

- Estoy a 4 horas de llegar, vamos en auto, no queremos que este grite.

- Bien – silencio- iré camino al hospital, creo que T/n no está muy bien

- ¿Encontraste algo en ese lugar?

- Sí, te contaré más tarde.

- Te veo después

(Fin de la llamada)

POV. MATT

Estaba a unas cuantas horas de entrar por fin a las vegas, dejaría en el camino a Jasón y Milly en la casa de seguridad que Ryan había mencionado, justo cuando estábamos en la entrada miré el teléfono con varias llamadas perdidas de Evans.

- ¿Qué sucede? – menciona Momoa preocupado-

- No lo sé, tengo llamadas perdidas de Chris, espero no sea nada malo.

- Deja a esta mujer adentro y voy contigo – dice Jasón-

- Apresúrate – estaba por marcarle a Evans pero entro su llamada primero.-

(Llamada)

- Hasta que contestas – menciona agitado- ¿Dónde estás?

- Acabo de llegar a la casa de seguridad, justo estoy por ir al hospital.

- Antes de que vengas tengo que decirte algo – suspira-

- ¿Qué sucede? – pregunto preocupado-

- Matt... tienes que ser fuerte.

(Fin de la llamada)

Jasón entro al auto, maneje a toda velocidad y en menos de una hora ya estábamos ahí, pregunté a la recepcionista por la habitación de ella y en ese momento Evans apareció.

- ¿Dónde está? ¿Cómo está? – lo miro con angustia-

- Matt, tranquilízate – suspira- el bebé no resistió, apenas tenía 4 meses y una semana o eso dijo él ginecólogo, le hicieron un legrado de emergencia, ella está dormida – toma mi brazo- ya sabe que perdió al bebé, está destrozada.

- ¿Puedo verla? – menciono más tranquilo-

- Sí – silencio- Matt – voltea a verme- el bebé era tuyo – me mira fijamente- los estudios indican que no había signos de abuso sexual.

- Gracias – asiento hacía él-

Caminé hasta su habitación, abrí la puerta lentamente y recién la vi sentí como mi pecho se hundía, se miraba pálida, demacrada, sus ojos hundidos y grandes ojeras debajo de ellos, pero eso no era lo peor, sus dedos se veían delgados y sus brazos por igual, la clavícula la tenía exageradamente marcada, me sentía terrible, me acerqué a ella e inevitablemente mis lágrimas cayeron por mis ojos, tomé su mano y ella se movió un poco, no quería despertarla, intenté soltarla, pero ella me tomó con fuerza. Miré su rostro y tenía aun sus ojos cerrados, sonríe y sobé su mano suavemente, con mi otra mano acaricié su rostro.

- Me daba miedo pensar que nunca más te vería – sonreí- me daba miedo perderte y no saber nunca más de ti.

Su mano apretó más la mía, observe nuevamente su rostro, sus labios estaban resecos y agrietados.

- Tal vez nunca tuve la oportunidad de decirlo amor – paso uno de mis dedos por su labio- pero quiero que sepas que te amo infinitamente, que cada día, tarde y noche sin saber de ti han sido una pesadilla.

Su respiración parecía tranquila, me acerqué a su rostro, me preguntaba qué cosas había estado viviendo todo este tiempo, quería despertarla, pero al verla tan tranquila y dormida decidí no hacerlo.

- Perdóname por haberte déjalo sola – me acerqué a sus labios y dejé un corto beso en ellos, me separé y recargué mi rostro a un lado de su hombro-

- No tengo nada que perdonarte – levanté la mirada y sus ojos estaban fijos en mi-