Capítulo Único

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Ella contuvo el aliento tan pronto sus ojos se fijaron en la singular persona frente a ella.

A pesar de los años en su mente siempre trataba de crear una imagen de él. Puesto que aunque la distancia y el tiempo los separaron, ella simulaba que lo seguía conociendo. Seguía pensando en él. Seguía pensando en lo que había sido él.

Observo, como al no apartar su mirada, él se encontraba con la suya, seguro igualmente percatando de su presencia.

Contrario a todo lo predicho en su mente, él se acerco a ella, quien solo pudo mantenerse sentada en aquella mesa alejada del resto, degustando hace no más de dos minutos su té caliente el cual había sido estrujado entre sus delicadas y féminas manos al recargar su mirada en la persona caminando hacia ella.

No era un sueño, como muchas veces había tenido la desgracia de percatarse. Usualmente para cuando sus miradas chocasen ella estaría soltando el aire que contenía al momento que se incorporaba en su alcoba. A la luz de la luna brillante en el cielo de madrugada.

Tampoco era una de sus fantasías, en las cuales soñaba despierta cada que se encontraba sola ya sea en su habitación o en su oficina. Siempre revocando aquel sueño y continuando en su mente tratando de figurar que sería lo que haría después de hacer contacto visual.

Nunca, en ninguna de esas dos circunstancias, ella lo veía caminar hacia ella sin despegar sus miradas.

Era el miedo de si al hacerlo, y retornar su mirada hacia él, se desvanecería como lo había hecho en sus fantasías y sueños.

― Sakura...

Ahora ella lo observaba con su cabeza en alto, mirando a sus ojos mientras él seguía parado, frente a ella. A solo centímetros el uno del otro. La única barrera era la mesa entre ellos.

No había más distancia, no había más tiempo. Porque su distancia era inexistente en comparación, porque el tiempo era ahora y no indefinida.

Y ella podía sentir, realmente sentir, sus lagrimas acumulándose en sus ojos. Podía sentir la humedad creciendo en sus cuencas, empañando su vista. Podía sentir todo, y a pesar de sentirlo, no podía decir que el dolor y revoloteo en su estomago era algo malo. No podía decir que el temblor ni los ligeros espasmos que sufría eran algo malo.

Porque al menos estaba sintiendo, no como las otras veces en las que solo sentía que flotaba.

―Sasuke...kun...

Su voz era apenas un hilo. La vibración en su garganta era lo único que le aseguraba que realmente había formulado su nombre. Después de tantos años de solo suspirarlo, de solo pensarlo. El nuevo sentimiento de dejarlo salir de sus labios era gratificante, al tiempo que atemorizante.

Los ojos ónices la observaron entrecerrados, sus parpados luciendo cansados y su mirada adormecida.

Ella se pregunto, una vez más, ¿Qué había sido de él todo este tiempo?

Fue tras esa pregunta, que entonces se atrevió a aventurar su mirada mas allá de sus pozos profundos. Observo atentamente como sus facciones habían madurado, como su cabello había crecido aunque sin perder la forma siempre rebeldemente desordenado. Su vestimenta permanecía siendo discreta. Siempre luciendo colores lúgubres.

Pero lo que más la intrigaba, era la media sonrisa que comenzaba a hacerse paso en su bien formado rostro.

―Ahora ellos pueden permanecer en paz...

Entonces se percato de la confesión implícita en aquella oración. Todo este tiempo, todo esta distancia creada entre ellos, entre él y sus amigos atrás en Konoha, todo eso había sido para... para lograr la felicidad de alguien más.

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⏰ Last updated: Feb 13, 2023 ⏰

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