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La alianza.

La cabeza me dolía como el carajo, escuchaba un sumido del lado derecho donde había pasado la bala a forma de despertador.

Mis ojos tardaron en adaptarse a la luz del sol cuando finalmente lo lograron ahí estaba la hija de perra más grande que había conocido jamás.

Mofandose de mi, anoche mientras estaba divirtiendome con una de las prostitutas, pedí varios tragos, todos ellos adulterados por la maldita de Tara, caí como una puta piedra y ahora estoy amarrado a la cabecera y completamente desnudo.

Buongiorno sole!

Siempre tan perfecta que parece una pintura, hubo un tiempo donde esa cara estirada me hacía arrodillarme ante ella.

-Vete a la mierda Tara.

-Te ves como un gatito asustado mi amor, quien diría que antes tu solías tenerme así... - ella empujó el cañón de su arma contra mi frente, pero la miré directo a la ojos y la retaba con la mirada a que lo hiciera -Irónico que ahora yo tenga el control.

Siempre le gustaron los juegos de poder, y joder en cuanto tomó el mando de Dionysus esa puta organización creció sin control hasta llegar al punto donde la comparaban con Bonten y ella se ganó el apodo de "madre sangrienta"

-Las perras como tú no me dan miedo Tara.

-Que malvado eres Sanzu, y yo que creí que era especial para ti ¿siempre eres así con las mujeres?

-Solo cuando veo tu bella cara, hace que me de náuseas.

Ella agarró mi rostro sin ser cuidadosa. Sus manos eran terzas igual que siempre y sus uñas se enterraban en mi piel.

-Lo único rescatable de ti son tus ojos, el resto de tu cara me resulta insoportable- siempre ha hablado como si escupiera veneno y parece que eso no ha cambiado -Iré al grano, Akashi.

-No me llames así.

Maldigo el día donde le dije mi verdadero nombre, la única ventaja es que yo sé tanto de ella como ella de mi, por eso no podemos hundirnos el uno al otro, porque nos arrastrariamos mutuamente al fondo.

-¿Toqué una fibra sensible?... Como sea necesito una cita urgente con tu sexi jefe.

-Mi amor, Mikey no va a querer verte, él te odia, le pareces irritante, igual que a todos.

Pero cuando algo se le mete a la cabeza a la maldita de Takahashi no hay nadie que le pueda hacer cambiar de opinión.

-Dile que lo quiero ver en el muelle hoy a media noche, iré sin hombres para mostrarle la confianza que le tengo Bonten.

Ella se dio la vuelta, como siempre iba vestida de forma elegante y perfumando todo el lugar que pisaba con su esencia.

-¿No me digas que sigues resentida? Creí que mi bella Tara a lo único que se encariña es al poder.

Ella se paró y giró lo suficiente para verme y apuntarme con su arma, escuché el click del gatillo seguido del estruendo de la bala que dio en el colchón, muy cerca de mi amigo de juerga.

-No estoy para tus juegos Sanzu, esto es algo serio y si no puedes tomarte esto con la urgencia que necesita será mejor que des por muerto a todo Bonten.

¿Serán los Yakuza, los Seed ó ambos?

-¿Cómo está él, Tara?

La mayoría del tiempo trato de no pensar en él, me digo a mi mismo que solo le traeré problemas y que lo mejor es que no sepa nada de mi, pero en mis momentos de lucides solo deseo ver su cara una última vez.

Blood In The WineDonde viven las historias. Descúbrelo ahora