♾Infinity♾//Sung Jin-Woo [II]✔

Capitulo 27

Los ojos del pelinegro se abrieron con sorpresa, su mano temblaba mientras miraba a la chica frente suyo. Los ojos de ambos se miraban con asombro y miedo. Fueron solo segundos, estaban luchando cada cual en diferentes sitios con la misma persona, pero no se esperaron aquel giro.

Fue en fracción de segundos, el pelinegro estaba seguro de sus movimientos y que la contraria lo esquivaría, pero no se espero que, en aquel preciso momento en el cual atacaba con la daga de Kamish, Akira misma se dejaría apuñalar, justo donde el corazon humano se encontraba.

-¿Tn?- pregunto con miedo y vacilando el pelinegro.

- Jin-Woo- dijo en cambio la contraria con una sonrisa sincera. Aun en esas circunstancias, ella nunca dejo de sonreírle.

El cuerpo de la chica comenzó a cambiar, su cabello dejaba de ser rojo y volvía al color natural que había tenido de nacimiento, sus ojos también cambiaron y el mana de su cuerpo comenzaba a diluirse con el pasar de los segundos.

-No,no,no- comenzó a murmurar el monarca cuando sintió el cuerpo ajeno desmoronarse en sus brazos- ¡¡Mierda, no Tn!!- grito desesperado, se sento en el suelo mientras en su regazo aun la mantenía con el.

-Esta bien- murmuro la chica mientras gotas de sangre comenzaban a deslizarse por su boca- tranquilo- miro la desesperación del chico mientras este negaba, hizo aparecer la pocion del agua vendita de la vida y se la dio a tomar- Jin...

- Tomala!- mando de forma firme, la chica le hizo caso para no empeorar las cosas. Pero como ella esperaba, esta no funciono- ¿No me jodas ahora!- grito este- no,no,no ¡Beru!- llamo enseguida, la hormiga no tardo en aparecer.

-Mi rey- dijo esta.

-¡Curala!- mando, la hormiga no tardo en comenzar a hacerlo, pero esta no daba resulta- ¿Que....?- miro como la hormaga se disculpaba por no poder hacerlo. La sangre seguía saliendo del cuerpo en su regazo- d-debe d-de haber alguna sandor- comenzó a murmurar para el, no tardo en enviar a sus sombras en busca de alguno.

-Jin- llamo la contraria.

-Tiene que haber alguna forma, algo- no quería mirarla, estaba buscando alguna solución.

- Sung Jin-Woo, mírame- ella llamo. El pelinegro bajo la vista mientras pequeñas lagrimas se asomaban por sus ojos, la contraria con una pequeña sonrisa deslizo su mano con delicadeza pir su mejilla, mientras el pelinegro cerraba los ojos dejándose llevar por su tacto- Akira esta muerta- aviso mientras lo miraba- Jin...

-No tenia que ser asi- murmuro con mas cantidad de lagrimas bajando por sus mejillas- no yo... perdón, por favor, perdóname- suplicaba mientras la abrazaba contra el.

-Shhh- dijo como una madre mientras acariciaba su cabello- no es tu culpa- negó- nunca lo fue.

La sangre seguía saliendo a grandes cantidades, su mente estaba nublada, las lagrimas bajaban sin parar mirando a la chica. Esta con la poca fuerza casi nula que le quedaba se acerco apoyando su frente contra la del pelinegro, cerro los ojos y sonrió.

-Te amo, Sung Jin-Woo- dijo esta en un susurro- y no me arrepiento de haberte elegido- ambos se miraron - sálvalos a todos- asintió- se que puedes hacerlo- los ojos de la contraria se cerraron de apoco.

- No, Tn- llamo el pelinegro- no te vayas... no por favor- suplicaba mientras la tenia cada vez mas cerca de su cuerpo- que no te vayas!- grito con desespero- Tn.- miro a la contraria, el color pálido en su piel mientras se volvía fría a su tacto- Por favor- rogo este cerrando los ojos mientras la abrazaba.

Los minutos pasaron y lo único que se escucho desde afuera era el grito desgarrador. El cielo se nublo dando paso a la tenue lluvia que de a poco mojaba el suelo. Las personas en las ciudades cercanas se apuraban para ir a sus casas, los autos andando a velocidades inferiores.

Al cabo de una hora, Jin-Woo tomo el cuerpo de la chica. No se había desintegrado como el cuerpo de su padre, este había permanecido. La cargo entre sus brazos, para simplemente caminar bajo la lluvia. Había tapado su cuerpo con su abrigo negro y solo camino.

Cuando se vio que había llegado a un sitio poblado, intercambio con una sombra, apareciendo en la oficina del gremio Scarvenger. Allí los presentes lo miraron con asombro, el silencio era ruidoso y tenso.

Cuando Thomas Andre salió de su oficina por el silencio repentino y la presencia del cazador, este no tardo en ver al pelinegro con aun rastros de llanto mientras cargaba un cuerpo tapado. No había que ser muy inteligente para saber a quien pertenecía.

- ¡Largo todos!- mando a los presentes. Los empleados sin palabra alguna salieron despavoridos de las oficinas.

Se acerco con cautela al pelinegro, este con delicadeza le paso el cuerpo. Notando ambos, el temblor en el otro. Solo se permitieron llorar en silencio, compartiendo sentimientos. El mayor miro al contrario, estaba roto, por mas que no quisiera aparentarlo.

-Ve a casa- susurro- yo me hare cargo de....- no logro terminar, pero ambos sabían de que se trataba.

El pelinegro miro por ultima vez el cuerpo cubierto con seriedad y simplemente desapareció. Se trasporto delante del edificio donde vivía, allí en Corea también llovía. Con tranquilidad subió las escaleras hasta llegar a su casa. Abrió la puerta en silencio, dejo sus zapatos en la entrada y cerro la puerta.

- Jin-Woo?- la voz preocupada de su madre lo llamo, haciendo que levantara la vista.

-Mama- dijo en casi un susurro. La mujer no tuvo que escuchar mas nada cuando miro como su hijo se derrumbaba frente suyo. Se acerco para abrazarlo, agachada en el suelo, los sollozos no hicieron mas que alertar a su hermana que salió de su cuarto.

Los tres se abrazaron con fuerza mientras lloraban.

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Feliz San Valentin