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—¿Cuántos años tienes?

—26.

—Uhh, casi llegas a los treinta.— Seokmin sonrió a punto de reírse, pero Joshua solo hizo una especie de puchero, fue gracioso. —Tengo 24, hay un número entre nosotros.

Joshua sonrió jugando con el palito de la paleta, ambos palitos estaban uno sobre el otro al igual que las envolturas. Esperaban a que el taxi de Joshua llegare y a que Hoshi lo hiciera, por el momento continuaban hablando de cosas sin importancia en la tranquilidad de la noche. Era calmado, y por primera vez en horas su cabeza podía estar en silencio sin ir a lugares oscuros.

Joshua era agradable, un poco tonto, pero agradable, Seokmin también era tonto pero un tonto distinto al tonto de Joshua.

—¿te mudas de la casa de tus padres?— Preguntó Joshua con la voz ligera, Seokmin negó. —¿de tu departamento?

—Hace mucho que no vivo con mis padres, me mude tan pronto cumplí la mayoría de edad.

—¿Por qué? ¿libertad? Yo hice lo mismo, cuando cumplí la mayoría de edad me fui de ese lugar.

—Nop, mis padres me corrieron porque no podían mantenerme más, hicieron lo mismo con mi hermana mayor.— Hizo un puchero para restarle importancia.

—Si yo me hubiera tardado un día más mis padres también me habrían sacado.— Joshua se burló. —Preferí irme antes de darles el gusto.

—¡Ah! ¡Debí hacer eso! Pero quería ver cuánto tiempo me soportaban, fue muy poco. Me fui a vivir con mi hermana despues de eso. ¿tu tienes hermanos?

—No. Soy hijo único.

—Genial, no tienes que pelear por herencias... uh, aunque pensándolo bien las pelear por las herencias de los ricos deben ser mucho más sanguinarias.

Joshua soltó una pequeña risa.

—Si, cada funeral es un campo de batalla.

—Cuando murió mi abuelo mi madre solo peleó por quedarse con su colección de monedas.

—¿todos los abuelos tienen una colección de monedas? El mío las donó para que nadie pudiera quedarse con ellas.

—A puesto que tu abuelo coleccionaba monedas del mundo y de todos los tiempos, debe ser enorme para ser donada.

Joshua se encogió en hombros.

—Aun si es así no cambia el hecho de que ambos abuelos coleccionaban lo mismo. El mismo hobby aburrido.

Seokmin soltó una risita tonta.

—Me pregunto cuál será mi hobby aburrido de viejo. Podríamos tener el mismo, solo que con diferentes presupuestos.

—Podríamos coleccionar piedras. Los hobbys no tienen que tener sentido.— Joshua se encogió en hombros.

—Si, pero apuesto que tendrías algo así como piedras lunares y yo tendría piedras del parque nacional.

Ambos soltaron risitas tontas.

Y de pronto un pequeño ruido comenzó a sonar, una tonadita curiosa. Joshua y Seokmin abrieron los ojos con curiosidad.

Joshua comenzó a tocar su abrigo metiendo las manos en los bolsillos de este, incluso lo abrió y buscó dentro.

Y sacó de allí su celular.

Ambos se miraron sin saber que decir.

Seokmin comenzó a reírse, al igual que Joshua quien se llevó una mano al rostro.

—Es vergonzoso...

—Está bien, Es culpa del abrigo por tener tantos bolsillos, debe ser un laberinto allí dentro.

Joshua comenzó a negar bastante sonrojado pero con una sonrisa. No respondió.

—Supongo que ahora no necesito este.— Dijo tomando el celular nuevo y extendiéndoselo a Seokmin. —Quédate con él, al menos hasta que remplaces tu celular roto.

Abrió los ojos sorprendido pero tomó el celular.

—Gracias...No lo aceptaría si no lo necesitara. Y tu puedes comprarte diez como el mío así que esto no me hace ver mal. ¿Verdad?

Joshua sonríe negando.

—No, no te hace ver mal. Aparte, para retribuirlo... agendaré el número en el mío.

—¡Si! ¡Puedes llamarme si lo quieres de vuelta!

—¿puedo llamarte cuando sea?

—Si, cuando quieras.

Le sonrió a Joshua antes de reconocer por el ventanal al auto de Hoshi estacionarse enfrente. Se despidió rápido tomando todas sus maletas y se fue. 

Breathe [Seoksoo]Where stories live. Discover now