Ganaste mi corazón

Capitulo 12:Un recuerdo

-¿Esta es tu casa?.

-s-si.

Nos encontramos en una de las tantas calles de Orario dónde Bell y Rose estaban de pie frente a una casa ni tan pequeña ni tan grande, era suficiente grande para que viviera un pequeño grupo de personas.

-parece un lugar acogedor -elogio Rose con una pequeña sonrisa al ver un pequeño jardín en el patio.

-gracias, fue un poco cara para mí y Kami-sama pero valió la pena, ahora ya no nos preocupamos de que nos caiga la iglesia encima.

Ese comentario hizo que Rose soltará una pequeña risa.

-¿Tan mala era la iglesia? -pregunto con gracia mientras ambos caminaban hacia la puerta.

-no tanto, a pesar de que era un lugar muy descuidado le tengo mucho cariño -respondio con nostalgia.

Al ya estar frente a la puerta Bell se disponía a abrir pero alguien más se le adelantó.

-¡Los estaba esperando!.

Una pequeña mujer con dos coletas los recibió con una amable sonrisa.

-Rose-san, te presento a mi diosa Hestia -presento Bell a la pequeña mujer.

-un gusto Hestia-sama -saludo Rose de forma educada inclinándose levemente.

-el gusto es mío Rose-kun, al fin tengo el gusto de conocerte, me alegra que hayas aceptado la invitación ¡Adelante entra! -y con esas palabras Rose entro a la casa un poco nervioso siendo seguida por Bell y su diosa.

Al entrar lo primero que sintió fue un ambiente hogareño y agradable, probablemente porque Hestia era la diosa del hogar.

-la casa se mira más grande desde dentro -comento la Beastman viendo el pasillo y la sala.

-Bell-kun decía que era muy grande para solo dos personas pero se le olvidó que en un futuro seremos más miembros así que decidí en comprar está y valió la pena -explico emocionada-. Eres la primera persona que nos visita así que siéntete orgullosa.

-je-je -rio Rose de forma nerviosa al escuchar esas palabras.

-no le hagas caso, a veces tiende a decir cosas asi -susurro Bell cerca de la oreja de Rose haciendo que esta se sobresaltara un poco.

-e-entiendo -susurro un poco nerviosa ya que sus orejas eran muy sensibles cuando alguien se acercababa a susurrarle algo.

-muy bien Rose-kun, tenemos mucho que hablar pero antes deberíamos colocar la comida en la mesa así que espera un momento -dijo Hestia caminando hacia la cocina.

-dejeme ayudarle -ofrecio su ayuda Rose queriendo ayudar a la diosa pero Bell la detuvo.

-no te preocupes Rose-san, tú eres nuestra invitada, solo espera tranquilamente -dijo Bell siguiendo a su diosa a la cocina dejando sola a Rose en el comedor.

Está al ver que había quedado sola soltó un suspiro y tomar asiento frente a la mesa.

-aunque sea un invitado se siente raro no ayudar en nada -penso con un poco de incomodidad.

Después de esos pensamientos Rose empezó a observar todo el lugar.

La casa aún se miraba algo vacía ya que no hace mucho la habían comprado, solo uno que otro mueble por allí y el comedor.

Pero lo que más le llamo la atención fue un cuadro que estaba pegado en la pared.

Así que con curiosidad se puso de pie otra vez para ver la foto.