Capítulo 3

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Después de ese incidente Yuuji no volvió a ver al jefe yakuza por días, no es que este último hubiese perdido el interés de hecho, por el contrario de todo pronóstico Gojo término aún más enganchado en ese omega.

El único problema era que no se encontraba en las condiciones óptimas para salir de su recinto luego de la inolvidable golpiza que le dio Nanami una vez enterarse de todas las estupideces que le había hecho a Yuuji.

Nanami Kento era el secretario personal de Satoru aunque lejos de ser un simple secretario era más como un padre o tutor. Antes de que los padres del albino murieran estos siempre fueron muy claros y acertados respecto a sus decisiones.

Si algo les llegara a pasar y cuando Satoru se convirtiera en el único jefe de la yakuza le encargaron a Nanami que se hiciese cargo de él. Querían evitar que el alfa se convirtiera en un estúpido y desalmado líder, si de por si ser un mafioso ya era lo suficientemente malo, no podían simplemente permitir que el único hijo de la familia Gojo terminara por desviarse convirtiéndose en un peligro.

Nanami cumplía bien con su papel y mantenía a raya a Satoru siempre que podía, el problema venia cuando debía salir al extranjero por motivos de negocios. El tiempo que estuviese fuera evidentemente el albino lo aprovecharía para hacer lo que quisiese.

-Ese comportamiento no es propio de ti- Menciona Kento mientras cambia los vendajes de las heridas que él mismo había infringido al otro alfa –Que te está pasando?-

-No me lo preguntes porque ni yo mismo lo sé, creí que sería fácil que Yuuji cayera a mis pies pero por más que lo intento nada funciona-

La atmosfera que los rodeaba era tranquila, solo ante el rubio Satoru podía sincerarse y dejar salir sus preocupaciones.

-Jamás te había visto esforzarte tanto por un omega, sé que no te gustan los compromisos pero saber que te has estado esforzando tanto por la atención de alguien más me hace feliz-

-Nanamin que es esto que siento? Al principio estaba enojado con Yuuji por la vez que me rechazo entonces pensé que si me acostaba con él una vez me quedaría tranquilo y podría seguir con mi vida pero... con el paso del tiempo yo... me sentía cada vez más extraño y comencé a pensar que sería lindo tenerlo siempre a mi lado-

El pálido rostro de Satoru ardía en un intenso color carmín, se sentía estúpido mostrándose tan vulnerable pero estaba seguro de que el rubio no lo juzgaría, después de todo jamás lo había hecho.

Hacía mucho tiempo que no veía a Gojo de esa manera y de cierta forma eso le tranquilizaba, una pequeña sonrisa se formó en sus labios.

-Estás enamorado, finalmente veo que demuestras sentimientos por alguien-

-Está mal si digo que me gusta Yuuji?-

-Al contrario, es bastante tierno y si no te conociera lo suficiente diría que has madurado-

-Pero lo que él menos quiere es verme, siempre huye de mí, me insulta o me golpea...-

-Yo también lo haría si me hicieras pasar por la humillación más grande cada vez que te cruzas en mi camino-

-Es mi forma de cortejar-

-Pues tu forma de cortejar es un asco-

El alfa mayor le dio unas cuantas palmaditas en la cabeza a Gojo para calmarlo. Si quería cortejar a Itadori debía ponerse serio, dejar de presionarlo y sobre todo dejar de seguir los consejos de sus hombres que parecían pensar siempre con su segunda cabeza.

Muy tarde por la noche se encontraba Yuuji en una tienda de conveniencia, se le había hecho muy tarde luego de entregar un montón de archivos traducidos los cuales formarían parte de un importante libro, como el hombre responsable que era Yaga no lo dejo ir hasta cerciorarse de que cada documento estaba correcto.

Como NO cortejar a un omegaHikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin