DITTO ━━━ NAKAMOTO YUTA

O6. ¿qué sigue después?

[INCHEON SCIENCE HIGH SCHOOL, 11:00 AM, PLUTONIUM (CLUB DE INGENIERÍA ROBÓTICA), 3 DE OCTUBRE]

Faltaban quince minutos para que saliera de su clase, Naoko estaba harta de intentar programar el robot que había manufacturado para que apilara bloques. Algo estaba fallando en el LAMA y no encontraba el qué, pero siendo honesta, otro asunto estaba distrayéndola para darse cuenta de que el modelado geométrico no era el correcto.

Una nota acompañada de un pan al vapor relleno de mermelada de frambuesa esperaron por ella a primera hora en la mañana. No se lo esperó, incluso si Yuta le dijo que no dejaría de darle regalos, creyó que lo haría personalmente, pero no pasó. Se encontró con el pan caliente sobre su mesa con el usual papelito con diseño de pompompurin. Honestamente, lo prefería así, no quería que él notara que se sonrojaba cada vez que veía una nota acompañada de un snack sobre su asiento.

Hola Naoko-chan~
¿Te gustaría almorzar conmigo hoy?
Me pareció una buena idea. Sería agradable charlar contigo.
Si tomas mi palabra te esperaré en una mesa fuera del edificio, esas que están debajo de los sauces.

Nakamoto Yuta o⁠(⁠(⁠*⁠^⁠▽⁠^⁠*⁠)⁠)⁠o

Pd. se siente bien por fin escribir mi nombre.

Su estómago había recibido de maravilla el pan al vapor, pero ella siendo tan introvertida no había dejado de darle vueltas a la invitación. No sabría de qué hablar con él, qué preguntarle o qué responder a lo que sea que él le dijera. En la enfermería, Yuta había confortado su corazón diciéndole que se conocerían lentamente, que no tenía prisa porque Naoko correspondiera a sus sentimientos, aún así, a Naoko le molestaba no ser capaz de pensar en un tema de conversación lo suficientemente interesante para mantener a flote la conversación.

El timbre sonó y Naoko se vio obligada a salir del aula. Antes de salir al patio, entró al salón de su clase por su bento, observó su mochila sobre la silla y respiró profundamente para después abrirla y tomar todo lo necesario.

Salió del edificio con pasos cortos, estar ahí la abrumaba de recuerdos y era la primera vez que salía sin tener a su mejor amigo a su lado para distraerla. Cruzó miradas con Yuta, quien la saludó sacudiendo efusivamente su mano. Se acercó rápidamente y se sentó frente poniendo su bento sobre la mesa, abriéndolo a la vista del chico que miraba con una sonrisa lo que hacía.

―Hola, Naoko-chan ―la saludó―. Wah, tu almuerzo se ve delicioso, hace mucho que no como bento. ¿Qué es lo que tiene?

Naoko agarró entre sus dos manos la videocámara que había dejado en su regazo y abrió el visor para grabar.

―Hola.

―¿Qué haces? ―le preguntó confundido, pero sin sonar agresivo. A Naoko le pareció muy tierno la forma en la que dejó su boca entreabierta.