-Entonces le robe la maceta- Concluyo Felix
Jisung estaba ahogado de la risa.
-No te rías, estúpido… Ahora que sé que el no fue quien me robo el cartel de bienvenidos no se con que cara mirarlo- Felix se agarraba la cabeza con las manos- Encima tengo que devolverle la maceta… Yo no se cuidar plantas, y no quiero que mueran inocentes
Jisung estalló en risas de nuevo, su pobre compañero estaba totalmente mortificado.
Tan ocupado estaba riendo que no escucho la campana de la puerta, y no se percato de los ojos que lo estaban mirando reír a todo pulmón.
Minho sonreía ante la escena, Felix estaba con la cabeza escondida entre sus manos, tirado sobre el mostrador, Jisung estaba a su lado riendo como si su vida dependiera de ello.
Claramente estaba pasando algo interesante.
Felix levantó la cabeza, descubrió a Minho ahí de pie, miró a Jisung y luego a Minho de nuevo, entonces sonrió en grande.
-¡Buenas tardes, Minho!- Dijo alegre
Jisung se ahogó y volteo rápidamente.
Que vergüenza, Jisung, Se reclamo a sí mismo.
Felix ahora quería reír, Jisung le dio la espalda a Minho rápidamente y fue a buscar un menú, pero desde la distancia podía
verse su sonrojo.
-Buenas tardes, chicos
El chico después de saludar se sentó en la misma mesa del otro día, Jisung al minuto le alcanzó el menú, con la cabeza gacha para
intentar ocultar su sonrojo, pero sus manos moviéndose delataba su nerviosismo.
-¿Era un buen chiste?- Pregunto Minho de buen humor, sonriendo
Que vergüenza.
-Si consideramos la vida de Felix un chiste, si
A ver, el chico podría estar muriendo de la vergüenza, pero era de las personas con respuestas rápidas.
Felix desde donde estaba chilló ofendido, y dijo algo que Jisung no pudo escuchar.
Estaba ensimismado.
Minho estaba riéndose, con los ojos achinados y pequeñas arrugas a los lados, además de que se estaba tapando la boca y se veía demasiado lindo para la integridad mental de Jisung.
Solo pudo sonreír y tratar de memorizar la escena.
Cuando el chico se calmo lo miró a los ojos, y ahí iba la taquicardia de nuevo.
-Eso fue muy rápido de tu parte, que ocurrente
Jisung dio su mejor sonrisa presumida, fingiendo que no le estaban sudando las manos.
-Pensaba dejar mi trabajo y hacer comedia, la verdad- Bromeo- Te dejo elegir, cuando estés listo, vuelvo
Minho asintió con una sonrisa y Jisung se acerco al mostrador, donde Felix lo miraba con el ceño fruncido y una cara de
indignación.
-Podes coquetear sin exponer el chiste que es mi vida- Le susurro el rubio
-No estaba coqueteando- Susurro avergonzado Jisung
Felix solo rodo los ojos y sonrió.
El castaño, por su parte, esperaba atento, mirando de costado al chico sentado, intentando buscar la respuesta al porque de sus palpitaciones alocadas.
A decir verdad, había usado parte de su noche en esa pregunta.
Ayer, luego de llegar a su casa y hacer todos los pendientes, se tiro en la cama. Los ojos de Minho se cruzaron por su cabeza, entonces sonrió. Y el no hacía eso.
