C A P Í T U L O IV

119 10 14
                                    


¡ADVERTENCIA! En este capítulo hay partes con temas sensibles como el acto de asesinato o encuentros bélicos con armas blancas, precaución; se colocará este emoji ⚔ (son dos espadas cruzándose) antes de dichas descripciones como aviso si no gustas...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

¡ADVERTENCIA! En este capítulo hay partes con temas sensibles como el acto de asesinato o encuentros bélicos con armas blancas, precaución; se colocará este emoji (son dos espadas cruzándose) antes de dichas descripciones como aviso si no gustas leer esa parte, nuevamente hay que tener presente que las batallas son parte del Canon Medieval por lo que en algunos casos son importantes para el seguimiento de la narrativa y la historia. Muchas gracias por su comprensión.

Una nota más, colocaré mapas de la batalla, para que tengan una guía visual sobre lo que está ocurriendo y no haya muchas confusiones, incluso yo tuve que hacer eso mientras escribía este capítulo.

Ahora sí, comenzando capítulo ¡disfrútenlo!

Ahora sí, comenzando capítulo ¡disfrútenlo!

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—Así que...no hablas. — reafirmó la joven nación observando cómo el niño comía entusiasmado aquel estofado pobremente preparado. No era algo del otro mundo: solamente verduras cortadas combinadas con carne de pollo y de condimento un poco de sal; y como complemento alimenticio un duro trozo de pan. No podían darse el lujo en ese momento de algo más extravagante y sin embargo aquella pequeña figura humana lo devoraba como si fuese el festín del rey. — ¿De verdad Northumbria te alimenta todos los días? ¿O sólo cuando te ve por ahí jugando se acuerda que debe darte comida? —

— ¿Mi nación? — se escuchó una voz llamándolo, parecía provenir de un joven adulto. Inglaterra volteó buscando con la mirada el origen, hasta que lo encontró alrededor de cazuelas calientes y humeantes. — Si me permite hablar. —

— Adelante. — le concedió la palabra, interesado por lo que aquel hombre tenía que decir.

— Ese chiquillo tiene una gran resistencia, mi aclamada nación. — comentó el cocinero de físico un poco robusto pero fuerte y con un poco de ojeras debido a la rigurosidad de su trabajo. Parecía tener 30 años, o sus últimos 20s. Todo ejército debe tener al menos un cocinero, y él, si bien no era el mejor, tenía la paciencia para lidiar con decenas de soldados hambrientos todos los días en el campamento. Mientras preparaba los ingredientes para lo que vendría siendo la cena se dirigió con cierta confianza a la representación de su unificado reino. — En una ocasión su padre de entre tantos perdió al muchachito en el bosque, y por su enorme cariño y amor que le tiene, pidió que detuviéramos todas nuestras actividades, ¡incluso a mí que soy la mano que les da de comer! — comentó entre risas la anécdota mientras Inglaterra escuchaba atentamente sentado cuidando de que el niño no se atragantara. — Estuvimos buscándolo por cuatro días y ni un rastro de él, ya nos habíamos dado por vencidos. Pero uno de los hombres lo encontró en lo alto de un árbol, no parecía asustado y mucho menos carcomido por el hambre, ¿Se imagina? Tenía 7 años y ya parecía un admirable general. —

SECRETO FAMILIARDonde viven las historias. Descúbrelo ahora