🪄✩｡:•. ━━ 𝐋𝐄𝐆𝐀𝐂𝐘 ┃ ❝Despierta del sueño. Despierta ahora, que hoy, nadie ha muerto. Pero mañana... mañana, tal vez, alguien lo haga.❞
Un oscuro pasado sobre el mundo mágico.
Un tipo de magia poderosa, encubierta y arcaica.
Verdades a medias...
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5 de Enero, 1977.
El resto de las vacaciones de invierno pasaron con un aire distinto de renovación, que Jean-Rose nunca se hubiera imaginado. Aunque durante los días, los tres muchachos, más Peter en compañía, se encontraba un tanto a la deriva por la gran mansión de los Potter. Dado que los padres de James salían constantemente atendiendo patronus, en forma de llamada, de los miembros que luchaban en contra de las fuerzas de Voldemort. Y durante las noches, tan pronto terminaban de cenar, Sirius, James y Jean, debían encerrarse en sus dormitorios. Pues, numerosas reuniones se celebraban en la casa de los Potter, y los tres merodeadores no se les permitía estar en ellas.
Aun y con toda la oscuridad que los perseguía a las espaldas y revolotea sobre sus cabezas. Ellos, simplemente, lo cerraron en un cajón con cerradura y no encontraron la llave. Un enorme caos se levantaba afuera, pero, detrás de los muros de la habitación de James, ellos parecían estar a salvo por siempre. Y Jean-Rose no había estado consciente de todo lo que había estado ignorando, hasta que llegó a Hogwarts.
Los nuevos aires que había respirado durante esos días prevalecieron sólo durante la llegada al gran castillo. Porque tras pronto entraron al Gran Comedor, fue increíble lo rápido que todo volvió a la normalidad. Sirius y Peter comenzaron una discusión casi de inmediato, Lily maldijo a James a mitad de la cena, Remus se sentía tan agobiado otra vez, Mary ya tenía historias de su nuevo novio y Marlene estaba poniendo sus ojos en blanco. James no había parado hablar del Quidditch y Sirius solo tenía ojos para James, por supuesto. Jean juraba que se sentía enferma luego de sentir la rutina caer de vuelta sobre su cabeza; eso significaba, volver a la preocupación.
—¿Cómo te trató estas vacaciones, Jean? —preguntó Marlene, desquiciada de escuchar a Mary.
—Demasiado bien, sabiendo que pase mi mayor parte del tiempo tratando de que Sirius y Jamie no se metieran en problemas.
—¡Lamento dejarte! —bromeó Remus con sarcasmo encima, Jean también lo hizo.
Todos se rieron y eso fue lo que necesitaban. Sirius se encogió de hombros y levantó sus cejas hacia James, Jean-Rose lo miró por encima de sus pestañas y no pudo evitar su impulso de tocar su collar, el mismo que Sirius le había dado por Navidad. Todo se sintió demasiado imposible después de eso.
La noche anterior, Sirius rozó su mano con la suya subiendo las escaleras hacia las habitaciones. Jean lo miró cuando sintió el pequeño tacto y Sirius ya le estaba sonriendo para entonces. Y, justo antes de quedarse dormida, Jean había tomado una decisión. Su ironía no había pasado desapercibida para ella, que después de días y días de nada más que hablar, como si meses enteros de buscar alejarse de él no hubieran servido, la solución parecía alejarse otra vez.
