1. La última reunión

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Cracovia, febrero de 1941

Después de varias semanas de nubes, lluvia y frío, era un alivio que volviera algo de sol, pero enseguida volvería el frío y con él, las nieves. Para Wojtek, el sol auguraba ilusión y esperanza, sobre todo porque fue un día como tal cuando Lena accedió a ser su novia. Ese día iba a verla en el café Esperanza tras cuatro semanas sin verla y casi siempre que la veía estaba Solly como carabina. Solly era su mejor amigo, prácticamente su hermano, pero temía su reacción cuando se enterase de que estaba saliendo con su hermana. Los dos hermanos, mellizos habían llegado a Cracovia cinco años antes, huyendo de una Alemania que los discriminaba por su religión y la madre de Wojtek, que era alemana y la mejor amiga de la madre de ambos, los envió a Polonia creyendo que estarían a salvo de un régimen que cada vez les hacía la vida más y más imposible.

Nadie imaginó que solo tres años después, la mano de Hitler llegaría hasta Polonia, donde bruscamente cambió y dividió las vidas de polacos y judíos. El origen de la madre de Wojtek los había mantenido a salvo tanto a su padre como a él, que se consideraban polacos de pura cepa, pero Lena y Sollyhabían tenido que abandonar enseguida el lugar para evitar represalias. El padre de Wojtek les había conseguido una pensión barata pero no podía permitirse pagarla, así que Lena y Solly tenían que vérselas para trabajar y pagar su habitación. Solly consiguió un empleo en la recién adquirida fábrica de esmaltes de un empresario alemán. Este empleaba a judíos porque le suponían una mano de obra barata y Lena enseñaba alemán a polacos que deseaban o debían de repente aprender el idioma para escalar posiciones. La demanda de profesores era muy alta y se priorizaba que fueran no judíos, así que Lena no tenía demasiados alumnos y no siempre le pagaban soltándole excusas cada vez más peregrinas. Wojtek ayudaba a abonar el alquiler a escondidas, sobre todo por el amor que le tenía a Lena.

El flechazo fue instantáneo nada más cruzar sus miradas.

Wojtek no necesitó unos segundos para comprender que Lena sería el amor de su vida y no habría ninguna más. Su personalidad, tímida y recatada, logró conquistar a un Wojtek que afirmaba para sí que sería capaz de matar a cualquiera que osara tocarle un pelo. No obstante, Lena tardó más en corresponderle y fue dejándose conquistar por aquel chico, dos años mayor queella. Todos los días le escribía poemas, le regalaba chucherías y chocolates y que se ofreció sin dudar ni un segundo en enseñarle polaco nada más llegar a aquel país cuya lengua se le hacía enrevesada al oído. Fue en el verano de 1939, unos días antes de que sus compatriotas llegaran aVarsovia que se lanzó y dio el primer beso. Sabía que él gustaba de ella y en secreto también sentía lo mismo, pero no imaginó tanto cuando Wojtek le devolvió el beso de una manera apasionada. Lena sintió que se derretiría en aquel momento, pero las firmes manos de él lograron sujetarla antes de que se desmayara.

Después de eso, comenzaron a salir en secreto, perotampoco tenían muchas oportunidades de estar a solas a causa a las nuevas políticas. La mirada vigilante de Solly tampoco ayudaba, pero al menos volvía más o menoscontento porque Schindler, el dueño si bien les imponía tareas duras o tediosas, los trataba sin crueldad pero con indiferencia. Se planteó proponerle a Lena en un principio que se postulara como secretaria, pero al ver que su jefe tenía la mano muy fácil para las mujeres guapas y su hermana era la más guapa de todas, lo descartó enseguida.

Mejor que se mantuviera lejos de allí, pero luego se dio cuenta de que Lena tampoco tendría oportunidad de ser secretaria ya que Gośka, amiga de los tres, ya había conseguido un puesto, debido a que Schindler había contratado solo a todas las polacas hermosas que se presentaron como candidatas y no había ninguna judía entre ellas.

Solly y Gośka mantuvieron una breve aventura durante unos meses, pero al final quedaron como amigos y ella acabó uniéndose al grupo formado por los mellizos y Wojtek. De los tres, solo Lena veía en Gośka una personalidad frágil, pero Wojtek y Solly sabían que lo era para conseguir lo que pretendía. Gośka era huérfana y se había criado en un orfanato después de que sus padres murieran de gripe española poco después de la Gran Guerra y Lena sentía una gran lástima. Ella al menos sí había conocido y crecido con sus padres. Lo inteligente que era Lena para unas cosas, pero no para ver la verdadera naturaleza de las personas, le decían una y otra vez Solly y Wojtek.

La promesaWhere stories live. Discover now