Good 4 you || JinJi

「06」

Suho e Irene esperaban a la menor de su grupo en la entrada de la universidad, ya era un poco tarde, para Jisoo era tarde, nunca llegaba después de Suho y esta vez había pasado.

—Tal vez se enfermó —le dijo Kim a la ahora pelirosa.

—No, ella nos habría avisado que no vendría si se hubiera enfermado, le pasó algo peor.

—No le pasó nada, amor, tranquilízate —acarició los brazos de ella—. Podemos llamar...

—¡Jisoo! —gritó Irene.

La peliazul sonrió al escuchar el grito de su unnie, a veces Irene se preocupaba demasiado por ella.

—¿Te pasó algo? —preguntó Irene mientras revisaba los brazos y la cara de Jisoo—. No me digas que Jinyoung fue a...

—No, unnie, nada de lo que piensas me ha pasado; no tuve un accidente, no estoy enferma, no volví con Jinyoung pero... —los mayores la miraron atentos— lo que haré sí tiene que ver con él.

—Espero que no sea alguna estupidez —dijo Suho.

—No, Suho, no es como la vez que nos disfrazamos de hot dogs para ir a un concierto, nop —Irene rió al recordar unas fotos que había de ese momento—. Mi mamá ayer me encontró llorando mientras limpiaba mi habitación porque encontré una caja con cartas viejas que me había escrito Jinyoung, se preocupó, me ha visto muy mal después de la ruptura con él —suspiró—, por lo que decidió enviarme a Busan por un tiempo con mis tíos, Daniel y Jihyo, dice que me hará bien alejarme de Jinyoung, dejar de verlo y todo eso por un tiempo, yo creo que tiene razón.

—Sí, te hemos visto muy mal, pequeña, los primeros días ni comer querías, te hará bien cambiar de ambiente por un tiempo —Suho sonrió.

—Te voy a extrañar mucho —la pelirosa abrazó a la menor con todas sus fuerzas.

Mi unnie es tan dramática a veces.

—Unnie, no me iré por siempre, solamente será máximo un mes, no me quedaré por tanto tiempo.

—Lo sé, pero te voy a extrañar muchísimo.

—Cuídate mucho, enana, no vayas a cometer alguna tontería.

—No haré nada loco, solo voy a respirar y olvidar, nada más.

Jisoo y su madre esperaban el auto negro que pertenecía a los tíos de la peliazul frente a su casa pues se habían ofrecido a llevarla, sí, eran varias horas de viaje desde Busan a Seúl pero según Jihyo: El viaje por carretera le hará bien.

—Por favor no le lleves la contraria a tu tía Jihyo, sabes que es necia como ella sola.

—Lo sé, mamá, lo sé.

Se escuchó el sonido de un auto y ambas voltearon a ver de dónde venía el ruido, efectivamente era el auto de Daniel. Unos segundos después se estaba bajando de ese auto la hermosa tía Jihyo.

—Mi Jisoo, mi bebé hermosa —la mujer de aproximadamente unos cuarenta y siete años, abrazó a la más joven—. Estás muy preciosa, eso es de nuestra familia.

—Amor propio por delante —comentó la madre de Jisoo.

—Tú también eres muy hermosa, hermanita.

—Hola, Taehee —Daniel saludó a la castaña con una mano.

—Hola, Daniel —sonrió.

—Bueno, subamos estas maletas al auto y nos vamos porque son muchas horas de viaje.

—Pude haber ido en tren pero usted no quería.

—Te hará bien el viaje en auto.

Daniel y Jisoo subieron las maletas al maletero, la menor se despidió de su madre que antes de dejarla ir le dio unas cuantas advertencias y cinco minutos después ya estaban camino a Busan.

Camino a Busan para respirar de todo, para olvidarse de la tristeza, para olvidarlo a él.