Capítulo 1

90 13 0
                                    

Taehyung:


Las mañanas, no había nada que odiara más. Sin embargo aquí estaba yo, al amanecer, en los estudios de BigHit Entertainment esperando conocer al último aspirante a sustituto de Baek Myunghan.

Era la tercera vez de esta semana que Namjoon nos sacaba de la cama y nos decía que fuéramos al estudio, y esta mierda nos estaba agotando.

Habían pasado casi siete meses y medio desde que nuestro ilustre cantante había salido durante una sesión de grabación, y unos siete meses y medio desde que decidí que lo odiaba. Myunghan había abandonado DARKSTAR, y a sus compañeros de banda, en el peor momento posible. Acabábamos de salir de una gira mundial que había sido un éxito gigantesco y volvíamos al estudio de grabación cuando él decidió que tenía que ir a "encontrarse a sí mismo" y, mientras tanto, el resto nos podíamos ir a la mismísima mierda.

¿Ya mencioné que lo odiaba a muerte?

—¿Taehyung? —Kim Namjoon, el bajista de DARKSTAR y mi amigo de toda la vida, se metió en mis no tan agradables pensamientos y llamó mi atención volviendo a la razón por la que me levanté antes del mediodía— ¿Estás listo?

Apenas resistí el impulso de poner los ojos en blanco. ¿Listo? Considerando que nunca esperé estar en esta posición en primer lugar, eso sería un duro "no". Pero no podía decirle eso a Namjoon después de todo lo que habíamos pasado, y si él quería encontrar a alguien que reemplazara a Myunghan, ¿quién era yo para detenerlo?

—Supongo… —fue mi respuesta poco entusiasta.

Un resoplido desde el otro lado de la habitación hizo que mis ojos se posaran en Jung Hoseok, nuestro baterista, que estaba tumbado en el sofá de terciopelo rojo girando sus baquetas entre sus dedos.

—Sí, suenas muy emocionado. —soltó él.

—Jódete. —gruñí.

—No, te gustaría que yo te jodiera, ¿verdad?

Simplemente me limité a mostrarle el dedo medio.

—Los últimos tres no fueron tan malos… —dijo Namjoon, tratando de ver lo bueno a la situación de mierda en la que estábamos todos.

—"No era tan malo" no va a funcionar para mí —respondí—. Por mucho que odie admitirlo, Myunghan era arte en el escenario.

—Maldito hijo de puta. —Namjoon refunfuñó.

Yo asentí. Myunghan era un gran hijo de puta, y me aseguré de que todos los que me preguntaban sobre su partida lo supieran.

Pero me estaba desviando del punto principal, algo que pasaba mucho cada vez que pensaba en la forma en que mi sueño había llegado a un punto muerto por culpa de una maldita persona. Me acerqué a Namjoon y le dije:

—Quienquiera que entre por esa puerta tiene que ser capaz de igualar a Myunghan. Tú lo sabes y yo también. No voy a conformarme con menos.

En todo caso, quería más. Quería algo mejor si existía.

—Tienes razón —Namjoon miró a Hoseok y luego a su reloj—. ¿Dónde está Yoongi?

—No lo sé. ¿Salió a comprar tres kilos de mandarina? ¿Fue a recoger su ropa de la tintorería? Elige lo que quieras. Solo sé que si lo necesitas, debes avisarle dos horas antes.

El comentario de Hoseok me hizo reír, pero Namjoon negó con la cabeza.

Desde nuestro ascenso a la fama, nuestro teclista, Min Yoongi, había desarrollado una gran afinidad por las cosas más finas de la vida; ropa más fina, autos más finos y, como él diría, mujeres más finas. Mientras que lo único que me gustaba a mí más fino en estos días era mi alcohol. Ahora mismo me conformaría con un trago de lo que sea que haya a mano para pasar las próximas dos horas escuchando a un aspirante a cantante hacer las versiones de nuestros éxitos.

—Mándale un mensaje y mira dónde está, ¿quieres? —Namjoon miró su teléfono, revisando un mensaje, y añadió—: Kookie debería estar aquí en cualquier momento.

—¿El nombre del tipo es Kookie?

Namjoon dirigió una dura mirada hacia mí, como si estuviera preguntándose "¿de qué hablas?"

—Sabes a lo que me refiero, Nam. "Kookie" no me hace pensar exactamente en DARKSTAR, esto no es una banda de música infantil..

—Gracias por aclararme eso, Taerado —soltó un suspiro—. Su nombre es Jeon Jungkook. Pero ahora mismo no me importaría si nuestro futuro cantante fuera hasta un sacerdote, ¿acaso quieres sentarte aquí otros siete meses?

Soltando un suspiro también, tomé un lugar junto a una de las ventanas, crucé los brazos y me resigné al hecho de que no había manera de salir de esto a menos que dejara a Namjoon seguir con su plan. Pero antes de que comenzara esta monótona mañana, una cosa tenía que suceder.

—¿Me permites al menos ir por una copa, gran líder? —pregunté.

Namjoon esbozó una sonrisa incrédulo. —Son las nueve de la mañana...

—Es mediodía en alguna parte. Y si quieres que me siente por horas a ver y escuchar a algún aficionado destrozar nuestras canciones, necesito algo para calmar el dolor, ¿no crees?

—Lo hubieras dicho antes. Lo que sea que te ayude a superarlo.

Namjoon abrió la puerta y pidió cuatro whiskys, pero ntes de recibir una respuesta, levantó la mano y saludó a alguien al final del pasillo, y no hacía falta ser un genio para saber que nuestro invitado había aparecido.

—Hola… —dijo él, mientras me preparaba para otra tortuosa audición— Veo que encontraste bien el lugar...

La respuesta fue amortiguada pero Namjoon sonreía, y cuando me miró pude ver el mensaje en sus ojos, alto y claro: "pórtate bien".

Él debería haberlo sabido mejor. Habíamos sido amigos durante años, y una cosa de mí que él sabía muy bien era que siempre me era imposible portarme bien.











RØCKSTARS. ➸taekookWhere stories live. Discover now