RØCKSTARS. ➸taekook

Capítulo 2

Jungkook:

«¿Realmente estoy haciendo esto?», pensé, no por primera ni por décima vez mientras entraba por las puertas delanteras de BigHit Entertainment.

Me había estado pellizcando desde que recibí la llamada del propio Kim Namjoon diciéndome que había visto mi video de la audición y, ¿si podría venir a verme cara a cara con él y el resto de DARKSTAR? ¿Conocer a una de las bandas de rock más grandes del mundo? ¿A la audición como su cantante principal? Era surrealista.

Pero cuando contacté con la recepcionista y ella señaló el pasillo al estudio 1B, la emoción inicial que sentí cuando Namjoon llamó doce horas antes comenzó a transformarse en una ansiedad total. ¿En qué demonios estaba pensando cuando envié ese vídeo?

Pero alguien tenía que ponerse en el lugar de Baek Myunghan, ¿y por qué no podía ser yo?

Mis pasos eran pesados, y casi dejé caer la funda de mi guitarra cuando doblé la esquina y miré el largo pasillo. Las paredes estaban forradas con lo que parecía terciopelo negro, lámparas de araña brillaban cada pocos metros, y al final del pasillo, detrás de la puerta con "1B" grabado en plata, estaban los chicos de DARKSTAR; una banda surcoreana que la estaba rompiendo en todo el mundo, ganando reconocimiento en los Estados Unidos e incluso quitándole premios a sus artistas. Y ahora yo estaba aquí, al borde de algo que podría cambiar mi vida.

Pero no podía moverme. Si me diera la vuelta y saliera por la puerta ahora no tendrían la oportunidad de rechazarme, y entonces podría vivir el resto de mi vida sin la angustia aplastante que ese desaire me traería, o... podría ser un hombre, entrar en esa habitación y mostrarles exactamente por qué era el hombre perfecto para el trabajo. La vida se trataba de riesgos, ¿verdad? Si no lo intentaba no fallaría, pero tampoco llegaría a ninguna parte, y no me contentaría con tocar covers en fiestas casi vacías por el resto de mi vida. No cuando sabía de lo que era capaz.

Con mi decisión tomada di un paso adelante justo cuando se abría la puerta del estudio 1B y Kim Namjoon apareció en la entrada, gritando por cuatro whiskys. Cuando me vio, sus ojos se iluminaron y me hizo señas para que me acercara.

—Hola —dijo, sonriéndome, y casi miré detrás de mí para asegurarme que no había alguien más—. Veo que encontraste bien el lugar.

Obligué a mis pies a seguir moviéndose mientras asentía. —Sí. Hola...

Namjoon miró hacia atrás por encima de su hombro y luego me miró de nuevo cuando me detuve frente a él. De pie era un poco más alto que yo, con el cabello que era más largo en la parte superior y hacia atrás de una manera que gritaba indiferencia, aunque probablemente le había tomado una media hora perfeccionar. Era tan extraño verle ahí parado con vaqueros normales y una sudadera con capucha en lugar de la personalidad de rock que usaba en el escenario.

—Soy Namjoon. —dijo él extendiendo la mano como si todos en el mundo no supieran quién era.

Cambié la guitarra a mi otra mano y le di un apretón firme con mi mano libre. —Jeon Jungkook

—Bien. Ven a conocer a los chicos.

Entonces Namjoon me llevó adentro, e inmediatamente mis sentidos se sintieron abrumados. Lo primero que noté fueron las gruesas cortinas de color carmesí que cubrían hábilmente de piso a techo y que ocupaban toda una pared, la segunda cosa que me llamó la atención fue la enorme araña de luz en medio de la habitación que hacía que los que estaban en el pasillo parecieran hormigas.

—Hola, hola. —dijo alguien detrás de mí.

Con su mano sobre mi hombro, Namjoon nos dio la vuelta hasta donde Min Yoongi, el teclista de DARKSTAR, entraba. Vestido con una camisa de manga larga negra y pantalones a juego haciendo resaltar la palidez de su piel, Yoongi era el más serio de la banda pero que a la vez le importaba todo una mierda, lo cual era evidente cuando se puso delante de nosotros.

—Llegas tarde. —le dijo Namjoon.

Yoongi lo ignoró y esbozó una sonrisa mostrando superioridad hacia mí. —Tú debes ser Jungkook.

—Y tú eres Yoongi. —respondí e hice una pequeña reverencia, y me fue difícil no ver el Audemars Piguet dorado en su muñeca o los diamantes brillando en los anillos de sus dedos.

—No me perdí el espectáculo, ¿verdad?

—No, Yoongi, él acaba de llegar. —dijo Namjoon echándole una mirada que me hizo pensar que la llegada tardía de su compañero no era inusual.

—Entonces no llego tarde. —Yoongi guiñó un ojo y luego se dirigió a donde los otros dos miembros de DARKSTAR estaban tendidos en los sofás de terciopelo frente a una fila de ventanas.

«Mierda. Están justo ahí...»

Cuando Namjoon me llevó al frente y al centro, asintió hacia el tipo con ropa colorida y estilo Hip-Hop.

—Jungkook, te presento a Hoseok.

Con una mirada penetrante y el cabello de color rojo, el baterista de DARKSTAR podía parecer intimidante, pero no era el chico malo de la banda. No, ese honor era para el tipo del sofá de enfrente.

—Y este es Taehyung. —continuó Namjoon.

Y mientras miraba al guitarrista principal, mi primer pensamiento fue que el tipo no parecía muy contento de verme. Con un tobillo sobre su rodilla y acariciando casualmente su labio con su dedo índice, su lenguaje corporal podía parecer relajado pero sus ojos oscuros decían algo completamente diferente; estaban entrecerrados, evaluadores. Mi corazón empezó a latir un poco más fuerte y recé para que no pudieran oírlo.

—Chicos, él es Jeon Jungkook. Vi el vídeo que me envió anoche… Muy bueno —Namjoon volvió a mirarme y me dijo—: Muéstranos lo que tienes.

—De acuerdo… —respondí, pero mi voz salió áspera.

La puerta del estudio se abrió de nuevo, y una mujer entró con una bandeja de cuatro vasos medio llenos de líquido ámbar. Ella le pasó uno a cada uno de los miembros de la banda, y cuando Namjoon tomó el suyo, me lo ofreció.

—¿Necesitas un poco de coraje líquido? —preguntó.

No era de los que beben licor fuerte a primera hora de la mañana, pero no estaba seguro de poder pasar esta audición sin él, así que tomé el vaso con gratitud y me lo tragué de una sola vez. Fue una quemadura suave al caer, nada como las cosas baratas a las que estaba acostumbrado. Pero por supuesto que no lo era. Este era el gran lugar, con candelabros y terciopelo en los estudios en lugar de cajas de huevos rasgadas cubriendo una habitación del tamaño de un armario.

Con cuatro pares de ojos sobre mí, me incliné para desenganchar la funda de mi guitarra, lo que milagrosamente logré hacer en el primer intento considerando que mis manos habían empezado a temblar.

«Solo respira, no pienses en los dioses del rock sentados a dos metros de distancia. Son solo otro grupo de gente medio escuchando en una fiesta».

Sujeté la correa de mi guitarra y afiné, y cuando estaba listo, me pasé los dedos por el cabello, respiré profundamente y me enfrenté a los cuatro hombres que sostenían mi destino en las palmas de sus manos.

—¿Quieren que toque algo en particular? —pregunté.

Namjoon negó con la cabeza. —Lo que quieras.

—Bien.

Afiné las cuerdas tranquilamente mientras debatía si debía intentarlo con uno de los mayores éxitos de DARKSTAR, y después de unos segundos de deliberación, pensé: «joder, ve a lo grande o vete a casa», y empecé a tocar las notas iniciales de ’More than enough’.

Cerré los ojos tarareando junto con la introducción, y luego, comencé a cantar.