15

1.7K 94 4
                                    


Mónaco 2020

—Charles me contó.

Lorenzo entra a mi cuarto y se sienta a los pies de mi cama. Yo giro en mi silla para darle la cara.

Estaba confundida, este se veía muy serio.

—A causa de la ausencia de Mél y la inmadurez de esos estupidos... -se que se refería a Tom, Charles y Arthur- tengo que darte "la plática"

Ay no.

Creo que mi cara cambio a una de susto, pero al mismo tiempo diversión. Lorenzo trataba de sonar serio y seguramente no sabía como hacer esto.

—Lorenzo, esta bien yo comprendo...

—No -me interrumpe- No lo comprendes. Un bebé a tu edad sería un castigo no solo para ti, nosotros estaríamos día y noche cuidando de ti y la criatura.

Trágame tierra y escúpeme en Júpiter.

Lorenzo tengo veinte casi veintiún años.

—Y estoy feliz de tener que aclarar esto en este punto y no haberlo hecho antes.

Después de un rato de una "plática" rara con Lorenzo hice parecer que lo entendía todo y que seguiría sus concejos.

—Tirare esto en tu basurero -señala el condón- lo tiras pronto así tus padres no se espantan- me agradecerás, es mejor tener "la plática" con un hermano que con un padre.

Asentí y este salió con una sonrisa orgullosa, después de unos segundos Arthur entró con su icónica risa gritona al cuarto.

—Consiguió material visual y todo -dijo sacando el preservativo del basurero.

—Cierra la boca.

Me lo lanza y lo tiro nuevamente a donde se encontraba.

—Mi "plática" fue menos creativa que esto. Se esmeró contigo porque eres una chica.

—Charles y su gran bocota -susurro solo para volviendo a mis dibujos.

▫️▫️▫️

Había pasado un tiempo y por fin había formalizado con Cesar. Mis padres estaban al tanto y se sentían felices por mi.

—Deberías de ir conmigo -Mél estaba se quedaba en casa- tu eres parte de Jules y la asociación es parte de él.

—Podrías ver mi juego de fútbol -dice mi sobrino mayor- Lorenzo y Pascale fueron el otro día.

No me sentía segura. Aún no quería salir al ojo público. Por lo mismo cuando me aparecía por el padoock llevaba ropa más común, gafas de sol y una gorra.

Hubo especulaciones sobre que yo era alguna WAG o algo así, pero nadie sabía quien realmente era.

—Apenas siento que si un paso gigante al volver a la fórmula 1.

Me levante para hacer videollamada con el chico Ferrari ya que había una pandemia y decidimos mantener todo a la distancia por la seguridad de nuestros padres.

Nosotros podríamos pasarlo como una simple gripe, pero no sabíamos que tanto daño causaría a segundos.

—Hola.

Responde por el computador.

—Hola ¿Como va todo?

—Por el momento nos hemos cuidado bien y nadie se a contagiado aquí -le digo- qué hay de tu familia.

—Igual, solo estoy cansado vivir con toda la familia en una casa es un poco estresante.

—Si supieras lo lindo que es aquí. Estoy enseñando a Guilian a tocar violín.

—Otra cosa más sobre ti -se acerca más a la cámara- ya se que te gusta el polo y la equitación y ahora que tocas violín ¿Algo más?

Continuamos hablando sobre temas al azar. Para ser una relación a distancia lo tomábamos demasiado bien.

—La abuela dijo que la cena está lista -mi sobrino entró como si de su habitación se tratase- ¿Es él?

Asiento dudosa y este apunta a la pantalla.

—Ella tiene muchos hombres a su respaldo y una hermana que es madre si le haces algo yo me encargo de que te partan la cara. Y si es poco tengo un ángel en el cielo que te seguirá para hacerte la vida imposible.

Cesar se sorprende por la agresividad del niño y levanta ambas manos a forma de redención.

—Tranquilo pequeño sicario-pone su meñique en alto- promesa que la traté como una reina.

El pequeño pone el puño y hacen como que lo chocan por la pantalla.

—Bien. Tienes mi aprobación.

Sale de aquella habitación y yo me despido para bajar a cenar.

—Ese Niño heredó tu carácter -dice mi cuñado en la mesa- recuerdo que tu hiciste lo mismo conmigo.

—Alguien tenía que cuidar de Mél.

Después de ver una película con mi familia todos quedamos casi dormidos.

Así se había vuelto nuestra vida por un largo tiempo, habíamos acabado con casi cada película infantil.

También hacíamos jardinería entre todos o tomábamos la tarde para estar en el patio y la piscina.

Por las mañanas estudiaba el curso en línea de marketing que Ferrari me había ofrecido. Tenía toda mi concentración ahí ya que el lanzamiento de nuestra busca marca de había retrasado por obvias razones.

—————————————————

Fin de Capítulo

Gracias por leer

Dancing With Your GhostDonde viven las historias. Descúbrelo ahora