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▫️▫️▫️Athena

La temporada nueva estaba a punto de salir y era hora de elegir a las modelos que caminarían por mi pasarela.

Tenía muchas ofertas. En su mayoría eran americanos, pero nuestro público era principalmente europeo.

Creía más en los nuevos talentos, el problema era que no sabía dónde buscarlos.

Sería la primera vez que haríamos una pasarela como tal, después de la pandemia y mi huida esto no sucedió antes.

Tocaron la puerta y grité desde mi escritorio:

—¡Adelante!

—Ya tengo su café señorita Bianchi.

—Dime Thena por favor.

Mi nueva asistente era algo tímida, llevaba trabajando conmigo ya dos semanas.

—Le pasó... -se corrigué cuando la detengo- te pasó tu mocha.

—Mucho mejor -sonrío.

Que me hablaran de esa manera me hacía sentir extraña, ademas todos aquí me llamaban por mi nombre o me tuteaban.

Vuelven a tocar y Marie abre.

—Ya se quien filtro mi identidad -César entra a pasos largos hasta sentarse frente a mi- ¡¿Qué?!

Con los ojos señaló a mi asistente a quien pasó sin siquiera las gracias dar.

—Oh... hola...

—Marie -le recuerdo.

—Hola Marie -repite.

Asiento satisfecha.

—Los dejó solos -sale cerrando la puerta tras ella.

—Le gustas a Marie -canturreo.

—No vine a hablar de mis fans -se recarga- ¿Recuerdas a Valerie?

Niego, pienso pero nada viene a mi mente.

—Valerie es la chica que te invito a aquella fiesta en la que nos conocimos.

—Ohhh -pauso- ¡¿Fue ella quien lo hizo?!

Asiente y continúa:

—Pues cuando ella supo quien eras por la noticia con Lecrerc vendió fotos nuestras -dice- y no le basto, porque también hablo con medios y confirmo quien era yo.

—Que no era tu amiga.

—Era -aclara- deje de verle cuando me relacione contigo.

Un silencio incómodo inunda la oficina, no volvimos a hablar de aquello aunque se que él intentaba llegar al tema.

—Es una envidiosa -sigue- creía que podía tener algo conmigo, pero cuando te vi caí por ti... -suspira jalándose la cara- aun te quiero yo...

Me levanto negando e interrumpiéndole.

—Cesar...

—Desde que llegaste has evitado esta charla -se acerca a mi- por favor no me dejes así yo aún creo que te puedo hacer feliz...

—No es que me hagas feliz -trato de hacerle entender- yo soy feliz por mi cuenta.

Toma mi rostro entre sus manos besándome sin pensarlo.

Me safo y trata de hacerlo de nuevo.

—¡Cesar suéltame!

—Déjame intentarlo -me toma de las manos- si lo hago volverás a enamorarte de mi.

Dancing With Your GhostDonde viven las historias. Descúbrelo ahora