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Pasaron exactamente dos días después de lo sucedido aquella noche, Jeongin seguía despertando a la madrugada, húmedo y necesitado, se sentía como todo un adolescente hormonal

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Pasaron exactamente dos días después de lo sucedido aquella noche, Jeongin seguía despertando a la madrugada, húmedo y necesitado, se sentía como todo un adolescente hormonal.

Dormía con sus lindos camisones de seda y Chan lo abrazaba por detrás dejando su mano sobre el vientre del omega, Jeongin lloraba en silencio, se sentía mal por varias de razones:

1. Sus hormonas.
2. Su marca desaparecía cada día más y Chan parecía no darse cuenta.
3. Su lobo cada vez estaba más débil, además de la vergüenza de soñar que tenía sexo duro con su alfa.

03:00 AM

Chan abrió sus ojos viendo que aún no amanecía, tenía hambre, se levantó frotando sus ojos intentando quitar la pesadez de los mismos, el trabajo en la empresa era cada vez más duro, lo único que lo alentaba era el llegar y ver a su lindo omega con su pancita y por supuesto a su lindo cachorro.

Al llegar a la cocina tomó unas galletas de la alacena comiendo algunas de ellas, luego tomó un poco de agua y ya con su estómago lleno se dirigió hasta la habitación con su lindo omega.

Al entrar; el aroma de Jeongin chocó contra su rostro, se acercó al omega dormido, Jeongin sudaba y temblaba mientras murmuraba palabras inentendibles.

—Innie, amor, ¿estás bien? —Chan suponía que era una de las pesadillas que ha estado teniendo últimamente.

Mghm~ —Jeongin se acomodó boca arriba abriendo sus piernas.

Chan entrecerró sus ojos sin entender qué le sucedía.

Chan~ —gimió bajito el omega.

Jeongin abrió sus ojos nuevamente despertando de aquel maldito sueño tan real, se sentía fatal, cada día sus sueños empeoraban y el dildo dejaba de funcionar en él.

Jeongin cubrió sus ojos dejando salir sus lágrimas y pequeños sollozos intentando no despertar al alfa, claramente sin ver que su alfa estaba observando cada uno de sus movimientos.

Una mano se posó sobre su mejilla dando caricias y él solo se dejó hacer, mientras más lágrimas salían de sus hermosos ojos.

—¿Estás bien? ¿Tienes algún antojo? Jeongin, dime qué está sucediendo, lloras todas las madrugadas, amor, te escucho llorar y no entiendo la razón. ¿Tienes pesadillas, mi vida? Necesito que me digas qué sucede y podré ayudarte —Chan habló completamente preocupado, mientras observaba a su lindo omega llorar aún más fuerte.

Jeongin lloraba desconsoladamente y Chan solo atinó a abrazarlo.

—¿Es Theo? ¿Es muy inquieto? —Chan ya no sabía que podría ser, estaba desesperado y no, no era su cachorro, siquiera había dado una patadita aún.

—No, todo... está bien —Jeongin intentó regalarle una sonrisa, mientras de sus lindos ojos gatunos seguían saliendo lágrimas.

—Amor, dime, por favor, qué sucede. ¿Estás incómodo? – Chan iba a levantar las sábanas que cubrían el cuerpo del omega y Jeongin las tomó fuertemente impidiéndole levantarlas.

Heredero ☘ ChanInDonde viven las historias. Descúbrelo ahora