otra vez no

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Dyan se colocó su bata de pijama, se cepilló el pelo y salió de su apartamento, llamó al elevador y una vez que este abrió sus puertas entero y presionó el botón de primer piso, al llegar las puertas se abrieron de nueva cuenta y salió de ahí dirigiéndose a la recepción.

—  Disculpe que haya llamado a esta hora señorita, lo que pasa es que este chico dice ser su amigo y viene... Bueno, usted lo está viendo. — Dijo el velador muy apenado

— No se preocupe Michael, si, lo conozco, ya me lo llevo — An se acercó al chico y se colocó uno de sus brazos trás su cuello para ayudarlo a caminar — ¡Dios mío! Subiste de peso  — después de mucho rato de esfuerzo y tropiezos llegamos al departamento, al entrar vi a un Alan preocupado preparando el biberón nocturno de Li — ¿Se ha despertado? — pregunté mientras cerraba la puerta.

volteó a verme con susto en su rostro y suspiro de alivio al ver qué era yo, pero su cara volvió a cambiar a ver a mi acompañante y el estado en el que se encontraba — ¿Pero que hace aquí? ¿Que le pasó?

An enteró y como pudo recostó al chico en su sillón — No lo sé pero viene muy ebrio

Alan agitó la botella con leche — Déjalo dormir, mañana le preguntas que sucedió... Hasta acá me llega el olor a Alcohol — virtió un poco del líquido del biberón en su muñeca y lo probó para comprobar si estaba lista la leche " perfecta" musitó para el — le daré ésto al niño y te traeré unas frazadas.

Después de unos minutos Alan regresó con las frazadas — Aquí tienes — le dio aquellas cobijas mientras le plantaba un beso en la frente a su chica

An tapó a aquel muchacho que había caído rendido, lo acomodó bien y se fue a su habitación con Alan.

— ¿por qué no me avisaste? — preguntó el ojiverde mientras abrazaba a su pequeña

— Simplemente no quería despertarte—ella se acercó más a el — no entiendo por qué bebió tanto... Se que le fascina el alcohol, pero nunca se había puesto en ese estado

— Habrá roto con algún novio — dió la opción  y An rió

—  No, con el es algo así...  A la perdida de uno cógete a dos, créeme, esto de las rupturas con el es como ir al super y encontrar ofertas de al dos por uno — ambos rieron — mañana hablaré con el, te lo prometo

— por mi no hay problema, el muchacho me caé bien pero bueno... Tu sabrás.

Ambos quedaron profundamente dormidos. Al siguiente día An se despertó y se paró para ver qué todo fuera en orden con su hermano y cuál fue su sorpresa al ver qué el pequeño estaba muy despierto

— Bueno días mi corazón,¿ vamos a despertar a Alan? — el niño asintió frenéticamente y bajo rápidamente de la cama y salió de la habitación pero al pasar por la sala se dió cuenta de la presencia del muchacho que aún está dormido

— ¡Tiyo Cliiis! — el menor se aventó al joven despertandolo

Christian se despertó consternado — ¡Ay no grites, pequeño! — dijo mientras se sobaba las sienes y An reía a carcajadas — Cayate bruta

— Tiyo Clis, ¿ya no me quieles? — preguntó el niño

— Si pequeño, pero me duele la cabeza —  lo abrazó

— ¿Que haces aquí? — preguntó An

— ¿y tú sexy novio? — preguntó evadiendo la pregunta

— ¿Sesy? — preguntó Li  y An fulminó con la mirada a mirada a Christian

— pequeño,ve a ver a Alan — el niño asintió y se fué corriendo mientras gritaba

— ¡Papi!

La dificultad de estar contigo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora