EL TESTAMENTO

66 6 2
                                    

Con mucho esfuerzo caminé, mis pies pesaban como si los hubiesen pegado al piso de las oficinas del hospital, todo el ruido era como eco en mi cabeza, me sentía pesada, siempre creí que si moría mi padre no me iba a afectar tanto.

— An... An — escuché la voz de Alan sacándome de mis pensamientos, por lo que poco a poco fuí centrándo mi atención nuevamente. Pasé saliva miré a Alan por unos segundos y después desplacé mi mirada a aquel licenciado.

— ¿Entonces?... — levantó una seja — ¿Será cremado o sepultado?

— Am, si eh... Sepultado, yo... ¿Hay alguien más que pueda hacer estos trámites? — Me mordí en labio y el licenciado cerró su carpeta

— La hermana de su padre — dijo de mala gana mientras ponía una cara de fastidio puro

— De acuerdo, ella hará ésto... Con permiso y gracias — asentí,me tomé del brazo de mi acompañante y ambos salimos de ahí.

                                ***

— Se supone que lo conocías muy bien, no veo por qué no lo puedas hacer esos trámites — Gritaba aquella chica pelirroja — bien, ya te lo he dicho, yo no haré eso, no puedo, debo dejarte tengo que hablar con Liam — Terminó la llamada

— ¿Que te dijo? — preguntó Alan sentándose frente a mi mientras colocaba en la mesa una tasa de capuchino y una rebanada de pay de queso para cada uno.

— Que ella no sabe hacerlo, ella no sabe lo que mi padre hubiese querido... ¿Que mierda? Se la pasaba tras el, si no fuera por qué es mi tía pensaría que era su maldita lame huevos en toda la extensión de la palabra — habló enojada — ¿Dónde mierda está Cristhian con Liam?

— Bien, tres cosas — suspiró y habló de la manera más calmada del mundo, típico de Alan — la primera, tranquilízate, no lograrás nada maldiciendo... — Dió un sorbo a su capuchino — dos, no deberías hablar así de tu familia, jovencita — la chica intentó hablar pero Alan no la dejó — aunque te caigan mal o te lleves mal con ellos, respétalos — An lo miró da mala gana, Alan nunca la había regañado como si fuera su... Papá — y tercero Li y Cris ya deben de venir en camino, no deben de tard — la voz de Alan fué interrumpida por la voz de un niño que a medida de los segundos se escuchaba más cerca

— ¡papi! — Gritó el niño abrazándose a Alan

— Hola campeón — lo abrazo y le dió un beso en la frente

— Hola mami — me sonrió

— ¿Y Cristhian? — Li alzó sus hombros

— Bueno pequeño, necesito hablar contigo... Así que necesito que me prestes mucha atención — An miró a Alan y el asintió a manera de decir "estoy contigo" — Amor... No son buenas noticias — suspiró pesadamente — papá... Papá está con los abis — Li volteó a ver a Alan muy confundido y ahí an se dió un golpe mentalmente, pues era urgente hablar sobre los roles familiares, Li se estaba confundiendo — Alan no, amor yo hablo de papá Manuel.

Li no se movió solo miraba a su hermana — ¿Papá?... — sus ojitos se llenaron de lágrimas

— Pequeño... ¿Recuerdas aquella plática que tuvimos el día que estabas con la tía Emma? — el niño asintió levemente — Llegó el momento pequeño... Papá murió — An continuaba sin permitirse llorar, simplemente permanecía con los ojos enrojecidos y el ceño fruncido

                               ***
El funeral pasó lento y el entierro no fué la excepción, la gente no paraba de hablar, de "lloriquear",  no entendía la necesidad de las personas por dar un pesame o un lo siento, muy pocas lo sentían, si bien la experiencia no fue grata tampoco fué horrible, en fin el departamento se sentía lúgubre, ahora teníamos a un pequeño en duelo, comía menos, casi no hablaba, casi no jugaba, por lo general el pequeño pasaba la mayor parte del tiempo jugando en su habitación pero ahora se la pasaba pegado a Alan o a mi. Al pasar de los días una llamada del que era el abogado de mi padre nos llamó para informarnos del día y la hora de la lectura del testamento.

.                                  ***                          .

— Yo Manuel Sáenz, en pleno uso de mis facultades mentales dejo por escrito mis últimos designios para mí hija y mi hermana — toda la parte donde se hablaba de la herencia a mi tía la pasé por alto, no le puse demasiada atención, hasta que comenzaron con la mía, algún terreno, muebles e inmuebles, nada interesante... Hasta que... — 2 terceras partes de mi fortuna pasaran a manos de mi hija, Dyan Saenz De La Torre, siempre y cuando ella esté casada, sin embargo quisiera agregar una condición a esta cláusula, si el cónyuge de mi hija es el señor, Alan Sydney Patrick Rickman, toda esa fortuna se cederá a manos de mi hermana, Priscyla Sáenz — y con eso se dió por terminada la lectura del testamento.

---------------------------------------------------------

Holaaaa, se que es muy corto pero entré en una especie de "depresión" y me ha sido muy complejo escribir, entonces bueno, mi psicólogo me recomendó seguir con lo que normalmente hacía y decidí comenzar a escribir de nuevo, sin embargo quería pedirles un gran favor, bueno, este consiste en : si alguien quiere contribuir con ideas para proximos capitulos, serán bienvenidos. Quiero hacerlos participes de esto, si bien yo ya tengo una idea de lo que quiero que ocurra, sus ideas pueden mejorar mi estructura, así que mis mensajes están abiertos al igual que yo lo estoy para recibir un pedacito de su imaginación.

Sin más, espero que esté corto capitulo les haya gustado <3.

Bye, bye.

La dificultad de estar contigo Where stories live. Discover now